Espectáculos

"Purple Rain", el éxito que Prince no pudo igualar en el cine

Purple Rain cumplió en 2014 30 años y la calidad de su añejamiento se juzga según la proximidad que se tenga con el artista. Fue el disco que convirtió a Prince en una megaestrella como Michael Jackson o Madonna. Para los que vivimos los 80s, se trata de un trabajo icónico, que define perfectamente a la época: sintetizadores, baterías electrónicas y muchas hombreras. ¿Pero qué pasó con la película? 

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Purple Rain, la película, no tiene una gran historia. Muchos críticos la han definido como un videoclip alargado, algo que Michael Jackson haría después y con mayor coherencia en Moonwalker (1988). Sin embargo, es mucho más que eso. Refleja a una época en la que convivían la inocencia y el despertar de una sexualidad carente de espiritualidad como respuesta a las décadas anteriores. No es casualidad que «Nueve Semanas y Media» (Adrian Lyne) apareciera en 1986.
Hay muchos elementos hilarantes en «Purple Rain», empezando por el propio Prince. A sus problemas de actuación se suma su presencia en escena, que conspira con la idea del director, Alberto Magnoli, de hacer del cantante un héroe rockero; un príncipe oscuro, que en lugar de caballo, monta una Hondamatic Honda CB400A. Las escenas de sexo también funcionan como terapias de risa: los besos tienen menos lengua que un piquito entre Ken y Barbie.
Entonces, ¿por qué tuvo tanto éxito el filme? Primero, la banda sonora, por la que ganó un Oscar. Luego, Prince sumaba excelentes críticas gracias al fantástico doble álbum «1999», que significaría su debut en MTV. «Little Red Corvete» fue un éxito inmediato. Además, desde sus inicios, el cantante se rodeó de la ambiguedad que tanto aman los fanáticos del rock. «Soy negro o soy blanco/Soy normal o soy gay» cantaría en «Controversy», disco de 1981, aunque menos explícito que en «Dirty Mind» (1980), donde incluso habló de incesto entre hermanos. Prince, pues, era la versión lujuriosa de Michael Jackson.
Lamentablemente, el argumento del filme era endeble. La culpa recae en el director, Magnoli, y el guionista, William Blinn. El primero, después de «Purple Rain», el máximo «éxito» que cosechó fue terminar un entuerto llamado «Tango y Cash», debido al despido del director original, Andrei Konchalovsky. El segundo mostraba dotes para la acción; de hecho se le acredita parte de la gloria de la famosa serie televisiva «Starsky Hutch», pero ninguno para la tragedia. Y básicamente, en la cinta que protagoniza Prince se tocan temas dramáticos, como la violencia familiar y el traslado del modelo de padres a hijos, que merecían un mejor trato.
A pesar de sus deficiencias argumentales, «Purple Rain» recaudó más de 80 millones de dólares y le permitió al cantante equipararse con Elvis Presley y The Beatles como los únicos artistas en liderar al mismo tiempo la lista de éxitos musicales y de taquilla cinematográfica. Hoy en día la cinta es considerada «de culto», sobre todo por la gracia de la nostalgia. Ver a Prince lanzar cachetadas cuando se supone que es el macho alfa de la película o montar una motocicleta morada que recuerda al batimovil, no tiene precio.

Todo habría quedado como una entretenida aventurilla si Prince se hubiera quedado tranquilo. Pero no. Dos años después no sólo protagonizó sino que se atrevió a dirigir. Y entonces nació «Under The Cherrry Moon». Estas son algunas de las críticas:
Una absurda mala película (Gene Siskel Chicago Tribune).
Para todas las personas ahí afuera que no pueden tener suficiente de Prince, «Under the Cherry Moon» puede ser justo el antídoto. (Walter Goodman New York Times).
Plana y poco interesante como un noticiario de la década de 1930 que habla sobre las vacaciones en el sur de Francia. (Variety Staff Variety).


Básicamente la trama es una variación de «Dirty Rotten Scoundrels» (Frank Oz dirige a Steve Martin y Michael Caine), filme que a su vez es un remake de «Badtime Story» (Ralph Levy dirige a Marlon Brando y David Niven). Prince y su amigo Tricky (Jerome Benton) se divierten conquistando mujeres adineradas en Francia para robarles sus fortunas, pero la magia del amor convierte al cazador en presa. El tiempo también ha mejorado la cara de esta obra, sobre todo para reivindicar el sentido de humor del cantante, aunque para quien escribe no lo suficiente como para recomendarla. Como dato curioso, este largometraje es uno de los primeros de la inglesa nominada al Oscar, Kristin Scott Thomas, quien suplió a Madonna a última hora.
«Under The Cherry Moon» ganó 5 premios Razzie: Peor película, Peor Actor (Prince), Peor Actor Secundario (Jerome Benton), Peor Director (Prince) y Peor Canción Original («Love or Money»). Con estos resultados, ¿Prince renunció al cine? Pues no. En 1990 volvería para repetir a su amado «The Kid», el protagonista de… «Purple Rain».
Intentando repetir el éxito de la primera, Prince repite su rol y como en la primera, debe competir con Morris Day por mantener a flote el club donde se presenta. Por supuesto, hay una chica, la también cantante Ingrid Chávez. Mismos conceptos, mismas ideas, pero el protagonista detrás de las cámaras. ¿Resultado? Otra vez 5 nominaciones a los Razzie, aunque sin vencer en ninguna categoría. La película carece de sentido, no hay un hilo conductor entre las interpretaciones del cantante y las conversaciones. Sin estructura dramática, significó la despedida de las aventuras cinematográficas para el artista que alguna vez quiso que no lo llamáramos más Prince.

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