¿Entonces qué es verdad? Pienso que tenemos que comernos el elefante a pedacitos. Pero antes tenemos que tratar de despojarnos de nuestras emociones para pensarlo fríamente, como lo hace el régimen. Vamos a canalizar la rabia. ¡Qué maravilla que sintamos rabia, porque la rabia es proactiva! Pero dejemos la rabia en suspenso por un momento y pongamos a funcionar la cabeza:
El régimen decidió irse por el barranco de la constituyente. Ellos -que no dan puntada sin dedal- parece que no evaluaron las consecuencias de haber dado ese paso. Uno de los ofrecimientos de la dichosa asamblea era la de acabar con la “guerra económica”. Lo repitió Padrino López en su lamentable discurso del domingo en la noche, “ya terminará la guerra económica”. Yo te aviso, chirulí. Ahora es cuando empieza. No sé cómo creen que la economía mejorará si -sin guerra económica de por medio- está en estado comatoso. Imagínense cómo será cuando vengan las sanciones. Repetirán la cantaleta de los últimos 19 años cada vez que meten la pata: que es el “imperio” que no quiere que Venezuela se yerga como potencia y las demás babosadas que la acompañan como estribillo. Pero cada vez menos personas lo creerán. Por otra parte, continuarán las sanciones económicas a los personeros del régimen y muchos, temiendo terminar de perder todo lo que tienen afuera, saltarán la talanquera para proteger lo que les quede. Se ofrecerán como testigos y cantarán como pajaritos. Anótenlo que eso va a pasar. Y mientras, crecerá la crisis. Y crecerá la escasez. Y crecerá la devaluación. Y crecerá la inseguridad. Y crecerá la angustia. Aparte de dar chillidos histéricos, la cúpula chavista no tendrá mucho margen de maniobra.
¿Qué hacemos entonces? Mientras esto sucede, que no tomará mucho tiempo, hay que ir haciendo cosas en paralelo. Estoy convencida de que somos el país del “en vez de” y no el del “además de”: nunca pensamos ni actuamos en paralelo. Esta vez tenemos que multiplicar el “además de”. Lo primero es establecer el gobierno legítimo, representado por los poderes legítimos: la Asamblea Nacional (Julio Borges asumiría como presidente de la República), la Fiscalía y el rector Rondón del CNE (quien debería estar ya denunciando por todas partes el fraude, no limitarse a decir que no acompañó a las rectoras por considerar el proceso inconstitucional). ¿Ven lo que quiero decir con lo del “en vez de”? Debería haber dicho lo que dijo y además, denunciar el fraude…
Ese gobierno legítimo debería ir nombrando –estrictamente apegado a la Constitución- los demás poderes. Tendrá todo el reconocimiento y apoyo internacional. Y establecer convenios con los países amigos. Un convenio podría ser, por ejemplo, que el pago por concepto de petróleo no se lo hagan más al régimen ilegítimo y tramposo, sino a ellos. Eso pondría a Maduro y a sus secuaces contra la pared: ¿qué van a hacer, cerrar PDVSA?… ¿no producir más petróleo? Sin ese dinero, no duran ni un mes. Porque hasta los verdeolivas que parecen tan ideologizados empezarían a marcar distancia.
Lo otro –y este tema es altamente controversial- son las elecciones regionales. Las que debieron haberse celebrado el año pasado. Podemos ganar la mayoría de las gobernaciones y alcaldías. Y antes de que estallen de ira, les pido que respiren profundo y lean hasta el final: sé que me van a decir que cómo vamos a ir a votar con este CNE. Que con un gobierno comunista no se vota. Que después de la trampa del 30J, cómo vamos a prestarnos a la farsa. La trampa del domingo 30 fue porque ellos estaban solos. No hubo ni contendiente, ni testigos de mesa. Y la trampa la hacen cuando la pueden hacer. ¿No ganamos la Asamblea Nacional con “ese” CNE? ¿Por qué creen que no hubo revocatorio el año pasado? ¡Porque donde hay testigos y auditorías NO puede haber fraude! ¡Vayamos a votar con un pañuelo en la nariz, pero vayamos! Cuidemos nuestros votos. Este régimen, no sé por qué razón, aún quiere mantener una fachada “legal”. Entonces pregunto, ¿vamos a dejar que ellos solos hagan las elecciones y que metan a sus ñángaras en todas las gobernaciones y alcaldías? ¡Eso ya lo vivimos! ¿Nos vamos a estrellar por tercera vez contra la misma piedra? Si lo hacemos, nos lo mereceremos.
Por otro lado, la Constitución de 1999 estará vigente hasta que se derogue y se apruebe otra constitución. ¿No vamos a ir a votar en contra tampoco?… El tema, como mínimo, merece una reflexión donde se deje por fuera la vehemencia. Real politik, ni más, ni menos.
Vienen tiempos duros y tenemos que prepararnos en todos los frentes. No todos los políticos opositores que optan por una alcaldía o una gobernación son corruptos. Muchos tienen el deseo y la preparación para hacerlo bien. No desperdiciemos ninguna oportunidad por rabia. La rabia usémosla contra quienes nos están destrozando el país. Hagamos lo que podamos hacer, eso nos hará mejores ciudadanos. En esta hora aciaga de la patria, más razón y menos pasión debe ser la consigna.]]>