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¿Son "más gente" los perros que los gatos? Esto dice un nuevo estudio

La universidad de Kioto, la segunda universidad más antigua de Japón, publicó los resultados de un ensayo que demuestra que los perros sí reaccionan favorablemente cuando sus dueños son ayudados por extraños. La historia cambia cuando se trata de los felinos

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No maten al mensajero. Nos encantan todos los animales, pero en las siguientes líneas vas a encontrar las conclusiones de un ensayo científico al que fueron expuestos perros y gatos. La idea era conocer cómo reaccionan estos animales ante una interacción positiva y negativa de sus dueños con otros humanos. ¿Complicado? Vamos a explicarlo en las siguientes líneas.

Científicos de la universidad de Kioto publicaron el primero de febrero de este año los resultados de un estudio que midió la respuestas de felinos y canes ante los extraños que se negaban a ayudar a sus dueños y los que sí ayudaban. El resultado parece indicar que los perros sí registran las colaboraciones humanas, mientras que a los gatos les da igual.

El experimento fue así: dos personas se sentaban al lado del propietario de las mascotas, quien intentaba abrir una caja. En la primera prueba, el dueño pedía ayuda y el primer extraño efectivamente lo apoyaba. En la segunda, el primer extraño se negaba a asistirlo, mientras que el segundo extraño se sentaba pasivamente, sin hacer nada.

Luego, ambos extraños le ofrecieron una golosina al gato. ¿Prefería la mascota tomar la comida del hombre que ayudó a su dueño en lugar del extraño que estuvo indiferente? Si lo hacía, indicaba un sesgo de positividad, mostrando que la interacción útil hizo que el minino se sintiera más afectuoso con el extraño. ¿Y si evitaba a la persona que no ayudó a su propietario? Si así fuera, sería un sesgo de negatividad y podría significar que el gato se sintió desconfiado después de la experiencia.

En ese mismo examen, los perros mostraron un claro sesgo de negatividad, pues no tomaron la comida del extraño que se negó a ayudar a su dueño. Pero los gatos respondieron de manera diferente. Ni evidenciaron preferencia por el ayudante de sus dueños ni evitaron a la persona que se mostró pasiva en el experimento. Al parecer, en lo que respecta a los felinos, la comida es comida.

¿Significa lo anterior que los gatos son más egoístas que los perros? No. Un error muy común de los humanos es interpretar el comportamiento de los gatos como si fueran pequeños humanos peludos en lugar de animales con propias formas de pensar. Es lo que se llama «sesgo antropomórfico».

Realmente, el experimento solo indica que los felinos, al menos los usados por la universidad japonesa, no captaron las interacciones sociales entre los humanos. Es decir, no sabían que los extraños estaban ayudando a sus propietarios.

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