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Flamencos del Parque del Este: uno falleció, pero los otros retoman su forma y color

Si bien han generado mucha curiosidad, las dudas sobre su cuidado continúan: ¿Cómo es su alimentación? ¿Es adecuado tenerlas en cautiverio? ¿Ellas pueden migrar? El Estímulo habló con un experto y una persona que hace vida en el Parque del Este para responder estas preguntas

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flamencos

Los flamencos «malandros» trasladados desde Tocorón hasta el Parque Generalísimo Francisco de Miranda están recuperando su forma y color. Durante su primer fin de semana, su quietud era lo único que los visitantes podían ver, pero ahora pueden detallar cómo juegan entre sí y también la migración que han hecho hacia otras locaciones del parque.

La diferencia también es en números: ya no son cinco, sino cuatro. Un flamenco falleció por causas desconocidas tras una semana y media de haber llegado.

La muerte del ave generó comentarios de todo tipo, especialmente sobre cuáles serían las mejores condiciones para que puedan llevar una vida sana. También se cuestiona si el Parque Del Este es el mejor lugar para que habiten. Estas y otras dudas las consultó El Estímulo con especialistas en aves y esto fue lo que dijeron:

El cautiverio: ¿es la mejor opción?

«El cautiverio empieza una vez que se retira la fauna silvestre, en la cual entran los flamencos, de su entorno natural para llevarlos a un lugar cerrado para alimentarlos y cuidarlos», afirma David Ascanio, ornitólogo y fotógrafo.

«El problema con el cautiverio es que le quitas a la especie toda la información para buscar el alimento, para defender territorio y para reproducirse«, explica Ascanio. En el caso de los cuatro flamencos, se desconoce si toda su vida han estado en cautiverio y si olvidaron por completo cómo buscar su alimento o simplemente defenderse.

Para Ascanio, esa parece ser la realidad desde hace años y una prueba es la falta de color en el plumaje. Y eso se traduce en que llevarlos a su hábitat natural, con otros flamencos, sería someterlos a situaciones complicadas porque no se adaptarían.

Por esa razón, el cautiverio es la mejor opción para los cuatro flamencos, ya que no tendrían ni siquiera la musculatura para recorrer las distancias que suelen volar los de su especie en condiciones normales.

Lo que opina Ascanio lo confirma María Eugenia Pisani, una activista ambiental que también dirige un restaurante dentro del Parque del Este llamado Las Corocoras: «Los animales silvestres, que han vivido en cautiverio, ya no se pueden insertar en su hábitat natural porque estarían en riesgo«.

El Parque del Este: ¿el mejor hogar?

Pisani explica que los zoológicos y parques son espacios hechos para la educación ambiental, especialmente para que niños y adultos puedan conocer sobre los animales de tráfico ilegal. Una cosa que lamenta es que «en la medida en que existan más humanos inconscientes, tendremos animales en cautiverio«.

El cautiverio de fauna silvestre está prohibido en Venezuela por la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio. David Ascanio es claro: «Nadie debería tener guacamayas o todo lo que es identificado como fauna nativa del país no debería recibir cautiverio«.

Sin embargo, continúa pasando, y cuando ya no se pueden reincorporar la fauna a su hábitat natural, entra el papel de las instituciones del Estado. En este caso, el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo decide en qué lugar esa especie puede terminar de pasar su vida con el «menor trauma posible».

Ese fue el caso de los flamencos de Tocorón: el Parque del Este se convirtió en el hogar más cómodo para transcurrir sus días.

Ascanio advierte que eso no significa que se haya construido el Parque del Este pensando en tener aves de este tipo, ya que no hay cuerpos de agua que varíen en profundidad, algo que ha sido un problema incluso en espacios naturales: «Los flamencos se mueren a todo lo largo de la costa de Venezuela cuando los cuerpos de aguas varían muchísimo en tamaño y en nutrientes»

Aun así, sobre la atención en este parque, Ascanio dice: «Yo tengo la certeza de que el personal del parque hace lo mejor que puede con las herramientas que tienen«.

Una de esas herramientas son los programas de concientización que programa el Parque del Este cada cierto tiempo. Cuenta María Eugenia Pisani que algunos se han impartido en el restaurante Las Corocoras y se han denominado «Caminatas conscientes» y consisten en dar un paseo por todo el parque mientras se explican cosas sobre cada especie.

¿Qué necesita un flamenco para vivir?

De acuerdo con David Ascanio, el Phoenicopterus (su nombre científico) es un ave filtradora, es decir, a través de su pico deciden que alimento pasa o no. De hecho, el nombre flamenco surge porque ellos mueven las patas para mover los sedimentos y filtrar microorganismos del agua.

Los flamencos necesitan estar en un espacio que tenga un «cuerpo de agua» con diversos niveles de profundidad que les permita variar la filtración. Cuando las aves llegaron al parque, las ubicaron en una laguna cercana al Restaurante Las Corocoras, pero se mudaron al Jardín Hidrofítico por la profundidad de agua.

Sin embargo, la filtración no es la forma en que se alimentan actualmente. María Eugenia Pisani comenta que el equipo de fauna se encarga de garantizarles una dieta adecuada, la misma consiste en una mezcla que 1/3 de zanahorias, 1/3 de pimentón rojo y 1/3 de camarones enteros.

A eso, se le agrega 200 gramos de cachamarina con 28% de proteína, un alimento concentrado que también se usa para alimentar especies como las truchas. Explica Pisani: «Eso nos da 300 gramos de pasta, que es la ración diaria de 1 flamenco».

David Ascanio explica que los camarones tienen mucho caroteno, un pigmento que hace que estas aves tengan su rosado característico.

Echar a volar en Caracas

David Ascanio cuenta que los flamencos se mueven «a lo largo de la costa» del país y que eso también se ha visto dentro del Parque del Este. La directora del restaurante Las Corocoras lo ha confirmado, pues sabe que los flamencos vuelan de jardín en jardín con libertad: «Han conseguido un espacio hermoso dónde vivir, muy parecidos a su hábitat natural».

El ornitólogo explica que conoció que los flamencos migraban por el valle de Caracas de manera inusual. Un día empezaron a hacer un monitoreo en el Parque Bolívar, espacio cercano a La Carlota y llegaron varios: «Estaba cayendo un palo de agua y estos flamencos no tenían otra que buscar dónde aterrizar. Vieron la laguna del Parque Bolívar y se sentaron alrededor de 12».

¿Esto qué significa? Que existe una ruta migratoria para los flamencos en el valle de Caracas. Ascanio detalla que probablemente la migración sucede por las noche.

¿Más flamencos? Hay posibilidades

David Ascanio señala que para que los flamencos del Parque del Este migren deben tener un buen desarrollo motriz, gran aprendizaje y una musculatura. Hasta ahora, no lo ve como una opción, pero sí cree posible algo: «Ellas podrían hacer que otros flamencos aterricen».

Esto podría pasar porque Caracas se ubica en su ruta migratoria. Y de ocurrir, estas aves crearían una nueva historia para la fauna del país.

Para el guía observador de aves, es muy posible que flamencos migratorios aterricen unas horas o días. También asomó la posibilidad de que los flamencos provenientes de Tocorón abandonaran el parque.

«Si logran irse con ellos, ya será algo nuevo que contar. Yo no sé qué va a pasar, pero lo cierto es que pudiera suceder. Todo es especulativo», afirma.

¿Y qué puede hacer el visitante? Esto

Si desean visitar el Parque del Este, lo mejor es no alimentar ni acercarse mucho a los flamencos. El ornitólogo David Ascanio recomienda que siempre se cuente la cantidad de aves que se ven y la hora. «Si en algún momento llegan a ver más de cuatro, deben reportarlo».

A través de sus redes sociales @abtbirds, se le puede notificar a Ascanio para llevar un registro de las rutas migratorias de estas aves.

Ascanio también sugiere a las autoridades del Parque del Este la posibilidad de generar un panel de expertos para plantear la historia de los ejemplares y que expertos hagan una lista de recomendaciones sobre su ubicación y dieta.

«Sería adecuado que un médico veterinario le haga un autopsia al flamenco que falleció para saber las razones que les pudieron llevar a la muerte», concluye.

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