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De "siesta" a "reggaetón", las casi 2.000 palabras del español en el diccionario inglés

El OED se actualiza cuatro veces al año y hay al menos una palabra de origen español en casi cada una de estas actualizaciones

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Barrio, fiesta, siesta, guerrilla, macho, patio, plaza, machete, armada, vista, nada, reggaetón, galáctico o tiki-taka son algunos de los casi 2.000 hispanismos incluidos en el Oxford English Dictionnary (OED), el principal referente de la lengua inglesa.

En total existen 1.904 palabras de origen español en elOED, «tras la inclusión en laúltima actualización del diccionario, en septiembre, de ‘frontenis'», explica a la AFP DanicaSalazar, de origen filipino y una de las editoras de la biblia inglesa de la lengua.

«ElOEDse actualiza cuatro veces al año y hay al menos una palabra de origen español encasi cada una de estas actualizaciones. En 2023, se han incorporadoanticucho(un tipo debrocheta de origen peruano) en marzo,chimineayderecho en junio, yfrontenis en septiembre»,explica Salazar.

«Eschiminea, nochimenea. La forma adoptada en inglés es una variante utilizada enArgentina y Colombia», precisa la lexicógrafa.

«Las palabras viajan»

La editora delOEDy Javier Muñoz-Basols, profesor-investigador honorario de laUniversidad de Oxford, son los coautores de un estudio, único en su género, llamado»Influencia croslingüística léxica», sobre el contacto recíproco entre el españoly el inglés.

El español tiene ocho variedades principales, que son el castellano, el andaluz yel canario, en España, el caribeño, el mexicano-centroamericano, el andino, el austral y elchileno, en América. «De esas ocho zonas dialectales, el español mexicano-centroamericanoes la que posee mayor contacto histórico con el inglés», señala Muñoz-Basols.

Pero también de manera recíproca, ya que hay palabras mexicanas comofajita,burritoyotro vocabulario gastronómico, sobre todo en Estados Unidos, que se utilizan de formacotidiana, apunta el investigador español.

«Digamos que las palabras viajan como si fueran mercancías o monedas decambio», añade.

En esas 1.904 palabras, aparecen términos como nada, pese a que existe elequivalente «nothing» en inglés.

«Es una de las palabras que más me ha sorprendido que aparezca. Con dos vocales iguales, ydos sílabas muy fáciles de articular. Hay testimonios de su uso en los países anglófonos desde1867. Es una palabra muy sonora, que añade una expresividad adicional”, afirma Muñoz-Basols.

En su opinión, el inglés –que no cuenta con una academia de la lengua como el español y el diccionario de Oxford es su máxima referencia– es más receptivo a importar palabras de otros idiomas.

«Se trata de una lengua receptora de préstamos. El diccionario de Oxford contiene más de500.000 palabras, mientras que elde la lengua española estará en torno a casi 93.000. Esto no significa quetenga menos, pero el inglés no elimina palabras», explica.

En el castellano «hay un proteccionismo lingüístico que ha impedido la incorporación detérminos. El diccionario de la lengua española es normativo, mientras que en el Reino Unido, el OED es un repositorio de la lengua, un diccionario de uso e histórico a lavez», subraya.

Lejos del francés

El español no es la lengua más exportadora de palabras hacia el inglés. El francés, e incluso el alemán, están muy por delante, como se indica en el propiodiccionario de Oxford.

El alemán aporta por el momento 3.944 palabras, mientras que el francéstiene 24.821, debido al contacto lingüístico histórico y temas como la moda o la cocina.También el italiano tiene más, con 2.293, mientras que el neerlandés aporta 1.611 y el portugués446, enumera el profesor aragonés, que ahora trabaja sobre la influencia del inglés en elespañol con una beca en la Universidad de Sevilla.

En esa dinámica receptora del diccionario de Oxford, sus editores trabajan con miles depalabras cada año.

En la última actualización delOEDpublicada en septiembre del 2023, seincluyeron más de 1.000 entradas nuevas, detalla Danica Salazar.

«Las candidatas pasan por un proceso de asesoramiento, donde los editores delOEDutilizan varias fuentes de investigación para ver si hay evidencia suficiente de su uso», comenta la editora, recalcando que aunque algunaspalabras son recientes, se incorporan rápidamente por su «enormeimpacto social».

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