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Los 7 venezolanos más "fantasmas" en la historia del All Star

La siguiente no debe ser entendida como una lista de venezolanos que no merecieron ir a un Juego de las Estrellas, sino cuya elección en un año dado fue por lo menos controversial.

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El beisbol es un juego imperfecto, empezando porque un bateador zurdo tiene unas décimas de segundo de ventaja en la carrera a primera base.

El proceso de selección del Juego de Estrellas de Grandes Ligas también es imperfecto. Los aficionados tienen sesgos y las nuevas reglas les permiten votar hasta 35 veces en Internet. Algunos equipos poseen bases de fans más amplias o movilizadas que otros. El segunda base Omar Infante (Reales de Kansas City) recibió 8.999.117 apoyos este año, a pesar de que batea para promedio de .236. Después entran en juego los mánagers, que también tienen sesgos y deben acomodar más o menos los rósters para que haya representantes de las 30 franquicias.

La siguiente no debe ser entendida como una lista de venezolanos que no merecieron ir a un Juego de las Estrellas, sino cuya elección en un año dado fue por lo menos controversial, bajo el criterio de que el clásico de julio, en su espíritu, debería ser jugado solo por los mejores de cada temporada.

  • Luis Aparicio en 1971 (SS, Medias Rojas de Boston). El zuliano Little Louie no es un fantasma, de hecho está en el Salón de la Fama del Beisbol, pero como todo pelotero, atravesó el inevitable proceso de declive. En la temporada de 1971, a los 37 años, bateó para .232/.284/.303 (average ofensivo, promedio de situarse en base y slugging), .206/.273/.287 antes del Juego de las Estrellas, y apenas tuvo 6 éxitos en 10 intentos de robo. Igual los aficionados de los populares Medias Rojas lo apapuchaban por su defensa y gravitación histórica. Fue votado como el campocorto titular de la Liga Americana. Y respondió: como octavo bate, se fue de 3-1 con anotada. Aparicio tuvo dos temporadas más decentes en 1972 (otra vez All Star) y 1973 antes del retiro.
  • César Izturis en 2005 (SS, Dodgers de Los Ángeles). El portal Fangraphs ofrece una nueva estadística (%Hard) que, desde el inicio del actual milenio, mide la fuerza con la que los bateadores conectan las pelotas. Izturis es el tercer pelotero histórico con menor promedio de batazos fuertes (15,3%). El larense y su hermano Maicer siempre han sido apreciados sobre todo por sus guantes. Y de algún modo César se las arregló para batear .275 en la primera mitad de 2005 y colarse en el clásico como shortstop sustituto, a pesar de que terminó la temporada con .257/.302/.322, dos jonrones, 31 impulsadas y apenas 8 robos en 16 intentos. No tuvo acción en el Juego de las Estrellas en Detroit.
  • Jesús Marcano Trillo en 1982 (2B, Filis de Filadelfia). Uno de esos casos en los que se produce una alineación favorable de los planetas: estupenda defensa, escasa competencia, equipo popular. El “Indio” acudió a cuatro clásicos, pero su temporada de 1982 no fue precisamente la más brillante con el bate (.271/.316/.319, cero jonrones, 8 robos en 18 intentos). El único que le pisaba los talones era el novato Steve Sax de los Dodgers. Bateó octavo en la Liga Nacional detrás de David Concepción (SS) en el lineup del mánager Tom La Sorda  y se fue de 2-1.
  • Francisco Rodríguez en 2009 (relevista, Mets de Nueva York). Las carreras de los pitchers cerradores suelen ser deslumbrantes pero fugaces y precarias. Hoy en los Cerveceros de Milwaukee y con 33 años, el “Kid” se las ha arreglado para ser duradero, aunque obviamente no siempre tan dominante como en sus primeros años con los Angelinos. En 2009, K-Rod venía de salvar el récord de 62 juegos con Los Ángeles y debutaba con los Mets, que le habían contratado por 37 millones de dólares para tres temporadas. No fue su mejor año (3,71 de efectividad, 35 salvados y permitió dos grand slams), y de hecho, la de los Mets no fue su etapa más feliz, en especial por el desastroso incidente de páginas rojas con su suegro en 2010. El temperamental Rodríguez cerró de manera inmaculada (1 inning, 1 ponche, 6 pitcheos) el clásico que perdió la Liga Nacional.
  • Miguel Montero en 2014 (C, Cascabeles de Arizona). El receptor caraqueño no ha sido el mismo bateador desde 2013 (.236/.326/.365 a partir de ese año), pero los arrodillados nunca abundan, y el año pasado se lesionó el titular Yadier Molina (Cardenales) y Buster Posey (Gigantes) había tenido una primera mitad relativamente floja. El magallanero, actualmente en los Cachorros de Chicago, asistió como tercer cátcher detrás de Jonathan Lucroy y Devin Mesoraco y tomó un turno en Minnesota (1-0).
  • Carlos García en 1994 (2B, Piratas de Pittsburgh). En la temporada acortada por huelga, la clave para el actual mánager magallanero fue pertenecer a un equipo pésimo cuya ciudad además era la sede del Juego de Estrellas. El mánager Jim Fregosi le eligió como único representante de los Piratas y tercer camarero detrás de Mariano Duncan y Craig Biggio en la Liga Nacional. Se fue de 2-1 con sencillo. En Grandes Ligas, el “Almirante” tachirense fue un buen defensor con aceptable contacto y poco más. Aquel año bateó .277/.309/.367 con 6 jonrones.
  • Alex González en 1999 (SS, Marlins de Florida). El ídolo aragüeño de los Leones del Caracas ha tenido una digerible carrera de 16 temporadas en Grandes Ligas (.245/.290.395), pero a los 22 años, prometía más. En 1999 demostró que era un campocorto capaz de batear 14 jonrones (línea de bateo de .277/.308/.430), pero también de poncharse 113 veces y cometer 27 errores (segundo en Grandes Ligas). El mánager Bruce Bochy le eligió como único representante de los desastrosos Marlins (récord final de 64-98) y suplente de Barry Larkin (Rojos). Bateó de 1-0.

Mención de honor: Elvis Andrus (SS, Rangers de Texas), suplente de Derek Jeter en 2010. Un buen campocorto, no lo dude, pero aquel año bateó .265/.342/.301, sin jonrones, apenas 15 dobles y lo sorprendieron robando 15 veces en 32 intentos.

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