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¡Carlos González se volvió loco! (+videos)

Entre el 1 de junio y el 16 de agosto Carlos González disputó 64 juegos, pegó 23 jonrones, 14 dobles, un triple, empujó la bicoca de 54 carreras y hasta tuvo tiempo para robarse una almohadilla. En dicho período ostentó una línea ofensiva de .306/.352/.659 con OPS de 1.011. Números de slugger, números de superestrella; números de CarGo.

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¿Qué pasó con aquél zurdo que lucía dócil y resignado cuando se paraba en el home durante los primeros dos meses de la temporada? Para la alegría de los parciales de los Rockies de Colorado, ese manso bateador quedó en el olvido, dio un giro de 180 grados y le dio paso al slugger zuliano que está recargado y acapara a diario los titulares de la prensa deportiva. Como debe ser…

El jardinero se adjudicó la distinción de Jugador del Mes de la Liga Nacional en julio, al ostentar el mejor average (.386), OPS (1.278) y cantidad de jonrones (11) y remolcadas (24) durante el mes. Desde el 1 de junio lidera a todos los bateadores de las Grandes Ligas con 23 bambinazos, incluso, desde la pausa del Juego de las Estrellas colecciona 14 estacazos, la misma cantidad que antes de los juegos de este fin de semana había pegado todo el equipo de Atlanta y un par más que los sacudidos en colectivo por los Marlins de Miami en el mismo lapso.

¿Qué ajustes hizo CarGo para aumentar sus números? Lo primero que uno suele creer es que el hecho de jugar la mitad de sus partidos en el Coors Field lo ayuda a inflar sus estadísticas… Así que revisemos un poco ese apartado: 13 de los 27 jonrones que ha despachado en lo que va de 2015 han sido en juegos en la carretera y 30 de sus primeras 67 carreras impulsadas fueron en juegos de visitante. Su OBP en casa es de .351 y el OPS es de .920 contra .307 y .802 fuera de ella.

El contraste no es tan dramático. Descartemos entonces el parque, pues a juzgar por los números no ha sido el factor clave de la mejora experimentada. Lo que sí salta a la vista en los splits y sorprende es la discrepancia de sus guarismos contra pitchers derechos y zurdos. Allí parece estar el meollo del asunto.

El zuliano se ha apoyado en su éxito ante los diestros para resurgir en esta temporada. Ante ellos ha sacudido 25 de sus 27 jonrones. Por si fuera poco, muestra una sólida línea ofensiva de .300/.360/.620 y registra 60 remolcadas.

El cambio es drástico cuando se revisan los números del cuarto bate de los Rockies ante pitchers de su misma mano: Solo ha dado dos jonrones, tiene siete fletadas y su promedio se reduce a .177 y su OBP es un gris .223.

Pero González afirma que estar de regreso en la palestra se lo debe al buen estado físico. “Nunca perdí la confianza. Mientras me mantenga sano, sé lo que soy capaz de hacer”, señaló el toletero a través de su representante de prensa. “Vengo de una operación en la rodilla y me aconsejaron a que diera tiempo a mi cuerpo de recuperarse y ajustarse nuevamente, porque el año pasado pasé alrededor de seis meses sin actividad física”, recordó.

Es verdad. En 2014 estuvo afectado por múltiples lesiones y se vio obligado a someterse a dos cirugías, una para remover un tumor en el dedo índice izquierdo, en junio, y la otra para reparar un desgarre en la rótula de la rodilla izquierda, en agosto.

Ahora bien… ¿Debemos sorprendernos del tórrido bateo de González por estos días? El hombre tiene talento y condiciones… Recuérdese que es integrante de un trío de lujo: Solo él, Bob Abreu y Andrés Galarraga coleccionan al menos 150 jonrones y más de 100 robos en la historia escrita por los venezolanos en las Grandes Ligas. Rápidos y furiosos…

“González es un pelotero especial; tiene las cinco herramientas”, comenta el scout internacional, Francisco Cartaya, al describir al marabino de 29 años de edad; un toletero que además de velocidad y poder ofrece un potente brazo, elegante defensa y habilidad para batear con contacto. No en vano los Rockies le entregaron un contrato de siete temporadas a cambio de 80 millones de dólares. “Es como tener un carro con la fuerza de un Ferrari, que brinde el confort de una primera clase de un avión lujoso y tenga la elegancia de un Rolls-Royce. Lo tiene todo”, compara Cartaya.

Pues sí, lo tiene todo. Y está aprovechándose de eso.

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