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Guía práctica para explicar el béisbol moderno a tu viejo

Primero que nada: respira, ármate de paciencia y conserva la calma. Lo que estás por hacer no se parece a lo que hiciste cuando tus chamos, ahijados, sobrinos o novia te preguntaron sobre el funcionamiento básico del béisbol. Esto es otra liga.

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Tu viejo, como la inmensa mayoría de las personas de este país obsesionado con la pelota, SABE de béisbol. Él podrá no saber de política, de historia o de física cuántica pero de béisbol… De béisbol sabe más que pescado sala’o.

Quizás Fernando Arreaza pueda enseñarle cosas que él no conoce pero tú no. Tú no viste a Bob Gibson con el Magallanes, ni a Pete Rose con el Caracas. Tú eres de Vizquel pa’cá y eso le da, en su cabeza, te da IQ beisbolístico menor y punto.

Teniendo eso en cuenta, ese viejo tuyo querido probablemente esté un poco confundido con lo que está pasando hoy en Grandes Ligas y se niega a reconocerlo.

Postrado en su silla, control en mano y dueño de su feudo, ese señor que te crió suelta, de cuando en cuando, algunas frases despotricando el béisbol moderno que bien podrían ser gritos inconscientes de ayuda.

Si piensas que ese es el caso y deseas intentar asistir a ese persona que tanto quieres, esta guía es para tí.
¡Comenzamos!

1- «¡¿POR QUÉ NO TOCAAA?!»

Acostumbrado a vivir en un ambiente que glorificó la llamada “pelota chiquita”, tu viejo probablemente tiene una pequeña obsesión con los toques de sacrificio. En el béisbol moderno esta actividad se ha reducido ostensiblemente. En 2016 en Grandes Ligas se observa la menor cantidad de toques de sacrificio en la historia de MLB (0.21 por juego), superando el récord establecido en 2015 (0.25), que a su vez había roto la marca de 2013 (0.28). Es decir, se está tocando cada día menos en Grandes Ligas y es una tendencia.

¡Atención! No debes decir que lo que él creía que estaba bien ahora está mal. Debes, en todo caso, explicar que el toque ahora está reservado para casos excepcionales: el pitcher a enfrentar es excelente, pero casualmente embasó a un bateador con el juego empatado en el noveno sin outs y al bate se encuentra alguien como Andrelton Simmons (alguien muy por debajo del promedio de la liga).

Pero sí debes comunicarle que eso de tocar con Kroeger… Eso no existe ni en Nintendo (si sonríe con ese comentario vas por buen camino).

En definitiva puedes contar que personas inspiradas en libros como “The Book: Playing the Percentages in Baseball”, de Tom Tango, llegaron a una clara conclusión: si eres un bateador de Grandes Ligas y te ves en la necesidad de estar tocando recurrentemente la bola para sacrificarte porque los pitchers te superan con facilidad, es probable entonces que tú bate no pertenezca a la mejor liga del mundo y debas dedicar tu vida a otros menesteres.

2- «¡¿POR QUÉ NO ROBA?!»

Otro hijo de “la pelota chiquita” (obvia esta frase condescendiente).

Como en el caso del toque de sacrificio, debes argumentar que las bases robadas conforman un arte menos utilizado hoy. Sí, sigue siendo sumamente útil (recuerda subrayar esto para ponerte de su lado un rato), sin embargi hoy los outs son más valorados que antes y el miedo a perder uno por intentar robar una base es actualmente una pastilla de freno que no existía.

La obsesión de los equipos en estos días no es el total de bases robadas sino la efectividad que se tiene al estafar. Es decir, un individuo que roba 50 almohadillas pero que fue capturado 20 veces robando no nos sirve. Hoy, se sabe, que es mucho mejor el compañero que solo robó 30 bases sin ser capturado nunca.

Si esa lógica le resulta potable puedes también añadir que los hombres rápidos en las bases generan mucho solo por estar ahí: son capaces de agarrar bases adicionales con facilidad, limitan los pitcheos quebrados de algunos lanzadores por miedo al Wild Pitch y, al estar en base, ofrecen mayores probabilidades de éxito al bateador de embasarse.

3- «¿La pistola de velocidad está dañada? ¿Cómo es que todo el mundo lanza 95MPH ahora?»

Sonríe porque tu viejo definitivamente es un gran observador del juego. Acto seguido, cuéntale que solo se trata de la evolución de los atletas. Hoy los pitchers están siendo entrenados para buscar velocidad porque eso induce swings abanicados, ponches y un AVG de los contrarios bajos. ¡Estamos en una guerra contra el contacto!

Puedes también afirmar con certeza que no ha habido ninguna época en la que el promedio de velocidad de los envíos de los pitchers fuese tan alta como hoy y eso ha coincidido con un aumento histórico de las operaciones Tommy John.

¡Ah! Puedes aprovechar para enseñarle lo animal que es Aroldis Chapman:

4-  «¡Ves! Si no estuviesen moviéndose tanto en la defensa ese batazo no es hit»

Tu viejo está hablando de los shifts defensivos. Esto él lo había visto antes contra zurdos como Ted Williams y Jim Thome, pero lo que hoy atestigua lo abruma.

Los shifts defensivos representan la nueva moda de MLB y todos los equipos la están siguiendo. Al estudiar los patrones históricos de los batazos, los managers están ajustando sus defensivas para evitar hits. En definitiva, el año 2016 proyecta más de 35 mil shifts defensivos (cerca de uno por cada 4 turnos) y la tendencia es que siga aumentando con los años a pesar de que, en algunas ocasiones como te lo indica tu viejo, la estrategia falla.

5- «¿A mí qué me importa la velocidad de salida de los batazos?»

Si tu viejo es de los que no le agrada esta nueva información probablemente estés en problemas. Puedes intentar explicarle que la velocidad de batazo y su ángulo de salida son informaciones vitales para calcular la probabilidad de que se conviertan en hits. Eso sirve para predecir con mejor precisión el rendimiento de un jugador en el plato que el AVG o el mismo OPS (porcentaje de embasado + slugging).

Si se muestra abierto a esto puedes ahondar en que la tecnología utilizada para estudiar la velocidad de los batazos también está siendo empleada para analizar a los defensores con mayor precisión. Ahora se contabiliza la eficiencia de la ruta de los hombres en el campo, la velocidad del brazo, la aceleración del defensor para así poder saber con exactitud cuánto terreno cubre un jugador en promedio.

Aquí lo más probable es que recibas una épica “volteada de ojos” y que grite “no necesito una máquina para saber quién defiende bien y quien no”. Si es así, no insistas. Corres el peligro de ahuyentarlo y no queremos eso.

6- «¡Ajá! Después del HR viene el bolazo… ¿Qué pasó? ¿Por qué no le tiró una bola a las costillas?»

¡Ah! Las reglas no escritas: La primera Constitución que no está ni en Google (no se te ocurra decir esto).
Primero debes intentar explicar que las reglas no escritas del béisbol nacieron como una forma en la que los jugadores podían tomar “la justicia” en sus propias manos. Como en toda sociedad, esto no es idóneo. Para ello, MLB ha intentado con creciente éxito eliminar este tipo de prácticas evitando lesiones completamente innecesarias. Los jugadores de hoy devengan salarios millonarios que los convierten en activos mucho más valiosos que su antepasados de los 80s.

Al final del día lo que se busca es protegerlos para que puedan estar la mayor cantidad de tiempo trabajando en el campo, entreteniendo a la gente.

Puedes agregar que también por ello se eliminaron las colisiones en el home y las barridas fuertes en segunda base.

Aquí no esperes comprensión. Solo prepárate para un mensaje como “el año que viene van a jugar en faldas, entonces”, y respira.

7- «¡ESTE JUEGO ES TAQUILLA…!»

Nop… Si tu viejo es de los que cree aún en este concepto ni se te ocurra meterte en esto. Aquí su condición es incurable.

8- «Es que el béisbol es el único deporte donde si fallas 7 de cada 10 veces eres excelente… ¿Por qué lo sientan?»

¡Cuidado con esto! El batear .300 de AVG siempre ha sido sinónimo de excelencia para tu viejo y estás por meterte con un mantra de su dogma.

Primero, con paciencia, explícale que el AVG es una de muchas estadísticas que hablan del rendimiento ofensivo de un jugador y es de hechs, un poco fraudulenta. Un bateador de .300 de AVG podría ser un bateador mediocre: ¿De qué naturaleza son los hits de este bateador? ¿Son puros sencillos y no tiene extrabases? ¿No coge un boleto partido por la mitad? Si esto es así y además es un mal defensor, este pelotero merece ser banqueado.

Esta forma de pensar es la que predomina hoy en MLB, relegando a un plano secundario la importancia del AVG como estadística.

9- Recomendación final:

Probablemente encuentres otras frases similares que denoten cierto rechazo al béisbol moderno. No te preocupes por ello. Intenta, en todo caso, buscar puntos de encuentro para disfrutar del deporte sin demasiados conflictos. Miguel Cabrera y su grandeza en el plato es uno de ellos. La habilidad de Francisco Rodríguez es otro. El cambio de Félix Hernández también sirve.

Solo reza porque no se ponga creativo y los empiece a comparar con Mike Trout, Mariano Rivera y Clayton Kershaw respectivamente.

Si eso pasa, vuelve a leer las instrucciones iniciales de este texto, míralo a los ojos y simplemente dile: vamos a ver el juego, viejo.

Después de todo, cazar una pelea que no puedes ganar no es una buena forma de pasar el tiempo mientras ves pelota.

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