«Gracias a mis progresos en la clasificación tras mis tres primeros torneos desde mi regreso, jugaré las clasificaciones de Wimbledon y no solicitaré una invitación», señaló María Sharapova en un comunicado.
La rusa, que regresó a la competición a finales de abril tras 15 meses de suspensión por dopaje, ocupa actualmente el puesto 211 mundial, lo que no le permite entrar directamente en los cuadros finales de un Grand Slam.
La organización de Roland Garros decidió el jueves no otorgar una ‘wild card’ a Sharapova. En el momento del cierre de las inscripciones, no tenía suficientes puntos para participar en la clasificación.
En enero de 2016, durante el Abierto de Australia, Sharapova dio positivo por meldonium, producto añadido el 1 de enero de ese año a la lista de sustancias prohibidas.
Privada de la competición durante dos años por la Federación Internacional de Tenis (ITF), a partir del 26 de enero de 2016, vio reducida luego su sanción a 15 meses por el Tribunal del Arbitraje Deportivo (TAS).
Regresó al circuito en Stuttgart, gracias a una invitación, y alcanzó las semifinales. Luego solo ganó un partido en Madrid y otro en Roma, donde se retiró en la segunda ronda por lesión.
Después de la decepción sufrida el jueves con su exclusión de Roland Garros, torneo que ganó en 2012 y 2014, Sharapova ha preferido anticiparse antes de recibir una respuesta similar de los directores del All England Club, en el que ganó en 2004 el primero de sus cinco torneos del Grand Slam.
La clasificación de Wimbledon, que se disputa no lejos del célebre complejo, en Roehampton, al sur de Londres, tendrá un cariz especial este año con su presencia. Sharapova deberá ganar tres partidos para entrar en el cuadro principal.
Antes disputará el torneo de Birmingham, sobre hierba, del que recibió una invitación.
Sobre su lesión, la rusa dijo que sigue «un tratamiento y comenzará su preparación tan pronto como esté recuperada».]]>