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Liverpool se instala en la final de la Champions pese a caer en Roma

El milagro italiano que no volvió a ser. Este miércoles, el Liverpool cayó 4-2 ante la Roma por la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones de Europa, sellando un marcador global de 7-6 para citarse en la final del torneo continental

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Fotografía: AFP

Con Edin Dzeko como referente de área, el técnico Eusebio di Francesco dispuso de Stephen el Shaarawy y Patrik Schick como extremos, elementos de velocidad y definición para sumarse como atacantes en el contraataque.
Mientras, el Liverpool no perdía la forma. Para Jürgen Klopp no había ventaja imposible, así le dio espacio a Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah en la ofensiva, buscando que sus sospechosos habituales hicieran daño a los contrarios.
Entre dos de los tres mencionados se gestó el primer gol del compromiso. Corría el minuto nueve cuando una mala entrega de Radja Nainggolan permitió a Firmino comandar el ataque y entregar a Mané, quien dentro del área no tuvo problemas para engordar el global.
Sin embargo, al cuarto de hora aparecería el gol de la paridad en la vuelta. En una acción con más suerte que fútbol, los de casa vieron cómo se agitaron las redes del arco de Loris Karius. Un despeje violento de Dejan Lovren impactó en la cara de James Miler. La carambola, anecdótica, terminó en autogol.
Nuevamente los ingleses darían el golpe en la mesa. Al 26, la falta de contundencia en la defensa romana fue aprovechada por Georginio Wijnaldum, con un cabezazo al borde del área chica en el que Alisson no tuvo opción.
La necesidad de sumar elementos en el ataque modificó el esquema de los italianos que, luego de salir al terreno de juego con un 4-3-3, pasaron a verse en un dibujo de 4-1-4-1, con Danielle De Rossi como contención, mientras que Nainggolan y Lorenzo Pellegrini eran empujados al ataque desde los costados.
La ofensiva de los locales tenía peso importante por la izquierda. Ahí, la grieta para los de Klopp tenía protagonista: Trent Alexander-Arnold. Pese a la amplia ventaja, una de las bases de la estructura de la zaga inglesa tenía fallas.
Florenzi lucía como una opción para los tiros a larga distancia. Probó antes de los 10 minutos y volvió a hacerlo en la parte final del primer tiempo. Ambas se fueron a un costado. Así bajaba el telón de la primera mitad.
La ida y vuelta marcaba el ritmo desde el inicio del complemento. Como en el compromiso de ida, la primera pieza buscada en el ataque Red era Salah; por el otro lado, Dzeko era la torre que intentaba imponerse. Lo logró al 52, cuando Karius dejó un despeje en sus pies. Sin marca, el bosnio marcó y mantuvo vivo el sueño.
El juego estaba roto. A la Roma no le importaba caer goleada con tal de instalar su búnker en el área británica. Aleksandar Kolarov era pieza de ataque. Con él, solo Kostas Manolas y Federico Fazio defendían. No había vuelta atrás.
Por más golpes que lanzaba, el conjunto de casa no encontraba el cuerpo del rival. No es que la defensa se haya venido a menos, el desespero no podía ser controlado y con cada propuesta la hiperactividad italiana no conseguía calma y mesura para definir.
El mar estaba agitado, pero nada que preocupara a Karius, salvo al final, cuando dos tantos de Nainggolan al 88 y 90 generaron ansiedad en la visita, pero sin efecto sobre su destino. El Liverpool se instaló en la final, donde espera el Real Madrid.]]>

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