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Uruguay: Eldric Sella ya tiene un país donde vivir

El deportista ya se encuentra en Montevideo para empezar su nueva vida, a la que considera "una bendición" de "un nivel más alto". Antes vivía como refugiado en Trinidad y Tobago, que aprovechó de cerrarle las puertas cuando viajó a Tokio

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Eldric Sella Uruguay

Uruguay acogió al boxeador y refugiado venezolano Eldric Sella, de 24 años, quien ya se encuentra en Montevideo para comenzar una nueva vida.

El deportista lo anunció a través de una publicación de Instagram. La oportunidad de vivir en Uruguay la consideró «una bendición» y la oportunidad de comenzar de nuevo «en un nivel más alto».

Edric vivía como refugiado en Trinidad y Tobago desde 2018, que le cerró las puertas mientras competía en el equipo de refugiados en los Juegos Olímpicos de Tokio. De esta manera lo dejó como un expatriado sin país a donde volver.

«𝘈𝘲𝘶í 𝘴𝘦 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘱í𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘺 𝘦𝘮𝘱𝘪𝘦𝘻𝘢 𝘶𝘯𝘰 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘺 𝘢 𝘶𝘯 𝘯𝘪𝘷𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰 𝘮á𝘴 𝘢𝘭𝘵𝘰!», escribió el joven.

Ahora Uruguay le ofrece la oportunidad de desarrollar su carrera deportiva allí, con mejores oportunidades y mejor calidad de vida que la que tenía en la isla caribeña.

Ayer, David Smolansky, designado por la Organización de Estados Americanos (OEA) comisionado para la crisis migratoria venezolana, anticipó que Eldric tendría un país pronto, pero sin adelantar a dónde se iría.

«Ya culminados los Juegos Olímpicos Tokio 2020, seguimos atendiendo al caso del boxeador venezolano refugiado Eldric Sella. Tendrá un país que lo reciba y otorgue protección. Agradecemos a Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) por interceder y apoyar en este caso», escribió David Smolansky en Twitter.

Durante una emotiva declaración durante los Juegos de Tokio, Eldric aseguró que. aunque formara parte del equipo de refugiados, llevaba a Venezuela con él.

«Vine como refugiado (a Tokio 2020) pero, para mí, yo sigo representando a mi país, a los que se fueron y a los que están ahí y siguen luchando por un mejor país», dijo después de su primer combate, llevándose el puño a la boca y conteniendo las lágrimas.

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