[Video] Leandro Fioravanti: "Me gusta más la música que el fútbol"

Es poco común en el fútbol de Venezuela encontrarse con jugadores que rompan el molde fuera de la cancha. Entiéndase que no es juzgar al futbolista por sus gustos, pasiones o aficiones, sino que es tan extraño encontrarse con uno que no sea igual al resto en eso que vale la pena acercarse y conocerlo más.

Quiero hablar del argentino Leandro Fioravanti, mediocampista del Deportivo Táchira. Aparte de acaparar la atención de la afición del FUTVE con sus grandes actuaciones, cuando sale del rectángulo de juego es una persona muy particular. No solo se diferencia del resto por su muy característico pelo y barba roja, sino porque tiene afinidad con la música rock.

Fioravanti, nacido en la ciudad fronteriza con Paraguay de Misiones, es un volante de recuperación batallador, cuya principal virtud es la marca férrea al rival. Su estampa bregadora ha llamado la atención en la disputa de la pelota con el contrario y ya Pueblo Nuevo lo adora por su perfil combativo.

Lejos de ser un ranchero leñador texano, cuando Leandro sale de la cancha es un tipo muy tranquilo, amable, cariñoso y reservado. Esa pinta de vikingo noruego se la reserva para los partidos porque en casa, cuando se va la luz (algo muy frecuente en San Cristóbal) suele tomar su guitarra y tocar algún tema de rock.

Sí, es rockero. Su banda preferida es Oasis y su cantante predilecto Chris Cornell, el fallecido forntman de Soundgarden y Audioslave. Suele ponerse los audífonos mientras va camino al estadio mientras el resto del grupo prefiere escuchar cumbia, vallenato o cualquier tema de la actualidad urbana.

Fioravanti no presume de eso. Al contrario: le gustan algunos temas que hacen sonar Maurice Cova y compañía. Es un tipo que no se limita: “Cuando era más chico, sí iba en contra de todo lo que no fuera rock. Hoy disfruto cualquier canción que sea buena”, dice el formado en la cantera de Vélez Sarsfield.

Leandro recuerda a sus hermanos por sus gustos musicales. Se anima a tocar la guitarra pero no le gusta cantar, porque según él “no es bueno”. En otros tiempos tuvo su banda de canciones propias en Argentina, pero el fútbol, siempre el condenado fútbol, impedía que tuviera un poco de tiempo para tocar con los pibes.

Y la pinta que exhibe, “facha” para los argentinos, también es distinta. Todo de negro, como aquellos metaleros de los noventas. Una gorra completamente negra de los Yankees de Nueva York, aunque él no tenga ni idea de cómo se juega el beisbol y un franela XL de los Laker, también negra, le dan una apariencia de viejo integrante de Lynyrd Skynyrd.

El Estímulo conoció más de Leandro Fioravanti, un rockero al servicio del fútbol.