Los inventarios de crudo se encuentran ligeramente por debajo el promedio para esta época del año y son un 1,1 % menores que las de hace un año.
En los primeros momentos de la jornada el barril de Texas llegó a cotizar por debajo de los 81 dólares, en otra sesión irregular en la que de todas formas no llegó a perder la barrera de los 80 dólares que no ve desde junio de 2012.
De esta forma, el petróleo de referencia en EEUU recuperó parte del terreno que lleva perdido desde finales de septiembre ante la preocupación por una desaceleración de la economía mundial y los efectos de esa ralentización en la demanda de crudo.
Ole Hansen, estratega de materias primas de Saxo Bank, cree que si la OPEP permite que el precio vaya aún más a la baja, «la atención podría girarse rápidamente hacia EEUU, donde los productores de petróleo de esquisto podrían comenzar a sufrir».
Las posibles repercusiones que el descenso en los precios pueda tener en países cuyas economías están enteramente ligadas a ese mercado es otro de los temas que preocupan.
Puesto que tanto Venezuela como Libia se sitúan «a la cabeza de esos países», de darse un período más largo de precios más bajos, la situación «repercutirá en inestabilidad» en esas zonas, añadió.
El presidente Nicolás Maduro, pronosticó que los precios «van a rebotar” después de esta baja y dijo que de cualquier forma a $82 por barril “siguen siendo buenos para Venezuela”. Aseguró que el gobierno tiene planes para cualquier escenario.
Sin embargo, recordó que Venezuela solicitó una reunión extraordinaria a sus socios de la OPEP, para que “asuma la disciplina y defienda los precios”.
El presidente de la compañía rusaGazprom de Venezuela, Gustavo Delgado, que se encuentra en la isla de Margarita, donde participa en un congreso de crudo pesado, estimó que los precios internacionales del petróleo llegarán a 70-75 dólares.
