El 30 de abril de 2012, cuando el presidente Hugo Chávez firmó la legislación aseguró que había que luchar para que se cumplieran los nuevos reglamentos y se eliminaran los mecanismos del capitalismo “que terminaban convirtiendo a los trabajadores en esclavos”. En reiteradas oportunidades Chávez insistió en que la tercerización era un fraude laboral que cometían los patronos para no darle a los trabajadores los beneficios que les corresponden.
Pero la meta que fijó el fallecido presidente no se ha alcanzado y dirigentes desconfían de que se concrete, al menos en corto plazo. “No hemos visto suficientes señales positivas en estos tres años que dieron para adaptarse y los que menos han hecho son los representantes del sector público, donde se concentra el grueso de trabajadores bajo esta figura”, afirmó Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores.
Detalló que aunque son cifras extraoficiales, los reportes que maneja Unete indican que en las distintas dependencias del sector público aún hay más de 300.000 tercerizados, mientras que en el sector privado el número es 150.000.
Froilán Barrios, presidente del Movimiento Laborista e integrante del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato aseguró que en la industria petrolera, en las empresas básicas de Guayana y en el sector educación y salud es donde hay más trabajadores tercerizados. “Únicamente en Pdvsa se cuentan más de 20.000. En Corpoelec hay 1.500, en Educación se habla de más de 100.000 interinos y en Sidor ya quedan alrededor de 5.000 tercerizados, por citar algunos ejemplos”, precisó.