Esta caída marca- indican los técnicos del organismo- la primera recesión bianual en más de tres décadas, ya que en 2015 se contrajo el PIB en 0,5%. Los números del Fondo Monetario Internacional, también muestran una contracción, aunque menor y la sitúan en 0,6%. Mientras que CEPAL proyecta una caída del 0,9%.
Esta danza de números macroeconómicos no está en el radar de la mayoría de la población, pero la gente sí siente directamente sus efectos cuando los gobiernos son más ineficientes en las respuestas a las demandas sociales y la falta de recursos exacerba los problemas políticos.
DE NORTE A SUR LA LUCHA ES CONTRA LA CORRUPCIÓN
Venezuela es el país que refleja la mayor crisis en la región, el deterioro de la calidad de vida ha puesto en evidencia la ausencia de liderazgo y la dificultad de los actores políticos en encontrar soluciones efectivas a la crisis que atraviesan los venezolanos.
Pero, Brasil también vive una profunda crisis política, que se acrecienta en la medida que no hay recursos para dar respuestas a las demandas de una sociedad que recibe cada día nuevas evidencias de corrupción y tráfico de influencias. Durante el gobierno de Lula y la bonanza de los precios de las materias primas, en el país sureño hubo un mayor fortalecimiento de la clase media y los pobres. Pero, este fortalecimiento no estaba consolidado y ahora no sólo enfrentan un marcado deterioro económico, sino también un tremendo desencanto y aflora el rechazo a la clase política.
En Argentina, el triunfo de Mauricio Macri ha generado esperanzas, especialmente en la clase media y los empresarios, pero una inflación que supera el 40% y la dificultad de atender la creciente pobreza, dificultan el camino de recuperación que ha propuesto el mandatario argentino. Sin embargo, Macri confía que sus medidas tendrán efectos positivos para el último trimestre de 2016 se verán mejoras significativas, sobretodo en índices de inflación.
En cuanto a México, la incertidumbre económica y la devaluación del peso preocupan a la sociedad mexicana, pero también ven con profundo malestar que no hay avances reales en la lucha contra la corrupción y que el crimen avanza a nivel nacional.
Entre los empresarios y la clase media surge una preocupación adicional y es el temor ante un posible triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, una de las razones principales es la amenaza de Trump de eliminar (o por lo menos modificar) el tratado de libre comercio entre ambos países.
Los países centroamericanos, especialmente El Salvador y Honduras, viven una situación muy similar, la corrupción y la criminalidad son dos de los principales problemas. Aunque vale señalar que los indicadores de estas dos variables son alarmantes en toda América Latina.
La contracción del PIB, la criminalidad, la corrupción y la incapacidad de los gobiernos de dar respuesta a las demandas sociales son los protagonistas en el peor momento que vive América Latina en la última década.
