Las academias profesionales expresaron su preocupación por las medidas dictadas por el presidente Maduro y que fueron adoptadas «sin respetar los debidos procedimientos constitucionales y con usurpación de las funciones de la Asamblea Nacional y del Banco Central de Venezuela, lo cual agravará la incertidumbre y el desconcierto de la población generados por el contenido de las decisiones ejecutivas».
«Dicho paquete de medidas reconoce de forma implícita desaciertos de las políticas gubernamentales al expresar la necesidad de “anclar” la moneda, propiciar la disciplina fiscal y eliminar la emisión de dinero “no orgánico” en aras de “un nuevo equilibrio” económico.
No obstante, lo anunciado tendrá repercusiones contrarias a tales propósitos», dice el comunicado.
El “anclaje” del bolívar al “petro”, para evitar un deterioro aún mayor de su valor ahora que se introduce un nuevo cono monetario, se desvirtúa por ser este un activo cuestionado y no aceptado en la zona del dólar, señalan . De lo anunciado se infiere un precio implícito del dólar cercano a BsF. 6 millones, o BsS. 60.
«Ello convalida la dolarización de los precios internos de los bienes y servicios ejercida a través del mercado paralelo», advierten al prever una mayor desestabilización del mercado cambiario, con una mayor depreciación del bolívar, “soberano”.
«Pretender “controlar” esta situación con subastas del DICOM perpetuará irremediablemente un mercado negro, imposibilitando la unificación de un tipo de cambio estable», señalan.
«Incrementar 60 veces el salario mínimo de manera inconsulta destruirá a la empresa privada con incalculables secuelas de pérdida de empleos e ingresos, ya que esta difícilmente podrá compensar semejante aumento en sus costos con mayores precios de los bienes y servicios que produce».
«La propuesta de financiar durante los próximos tres meses la nómina de la pequeña y mediana industria, en el mejor de los casos solo logrará posponer una eventual debacle»,
Refiere que el sector público no tiene cómo cubrir sus propios aumentos.
También alertan sobre el fuerte incremento de la carga fiscal sobre una economía ya postrada.
«En una economía tan devastada como la venezolana, subir el IVA en cuatro puntos y cobrar impuestos especiales a las grandes empresas generará escasos ingresos reales, pulverizados rápidamente por la hiperinflación reinante. Se esfumaría así la ansiada disciplina fiscal, más cuando hace poco el gobierno divulgó la exoneración para el año 2018 del ISLR a Pdvsa, su contribuyente más importante», agrega.
Junto a la entrega de un “bono de adaptación” a la reconversión monetaria, los aumentos anunciados arrojarán a la circulación una enorme masa de dinero “no orgánico”, señalan sobre la orden de pagar el equivalente a 600 millones de bolívares de los antiguos a cada trabajador, para lo cual el gobierno usa dinero digital, sin respaldo alguno.
«Con esta medida se impulsa aún más la hiperinflación, lo que en muy poco tiempo disolverá el incremento salarial, empobreciendo en mayor medida a la población no sin antes trastocar severamente el ya debilitado tejido económico del país», señalan.
Enfatizamos una vez más que la única manera de mejorar el salario real en beneficio de los trabajadores es abatir la inflación y crear condiciones propicias para mejorar la productividad laboral.
La escasez de divisas y los ingentes compromisos internacionales de pago obligan a negociar un fuerte empréstito con los organismos multilaterales, pero el gobierno se niega a hacerlo.
Finalmente, el incremento todavía desconocido del precio de la gasolina, atado a la intención de continuar subsidiándola para los poseedores del carnet de la patria, produce confusión, amén de que introduce una indebida y odiosa discriminación por razones políticas. Del precio que se establezca y la extensión del subsidio podrá inferirse su incidencia en las finanzas públicas.
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