Economía

Omar Zambrano: Hiperinflación continúa en Venezuela

Para decretar el fin de la hiperinflación, la tasa de inflación debería bajar del 50% mensual por 12 meses consecutivos, y se está lejos de ese objetivo

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Hiperinflación. Foto: Archivo El Estímulo
Archivo El Estímulo

El economista Omar Zambrano aseguró que las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) con respecto al cierre de la inflación para 2019 en 9.585,50%, demuestran que el país sigue desde finales de 2017 en un escenario hiperinflacionario que no ha terminado. En 2019, según el BCV, este indicador logró moderarse un poco, aunque dentro del rango.  Esto se traduce en que Venezuela es el país con la mayor inflación en el mundo, con tasas cercanas al 30% mensual.

Indicó que desde mediados del año pasado, el BCV ha tratado de revertir el hecho de no publicar cifras de poca transparencia sobre la inflación en el país, y ahora publica con algo más de frecuencia.

Señaló que para decretar el fin de la hiperinflación en el país, la tasa de inflación tendría que bajar del 50% mensual por 12 meses consecutivos, y de momento se está lejos de dicho objetivo.

Explicó que Venezuela llegó a ser una economía de casi 400 mil millones de dólares al año en Producto Interno Bruto (PIB), y esto la posicionaba como la tercera más grande de América Latina. Hoy, luego de seis años de contracción económica, se ha reducido en un poco más del 60%, lo que supone tan solo un tercio de lo registrado en el pasado.

Zambrano indicó que el tamaño de la economía nacional es similar a la de un país centroamericano en el rango de Guatemala u Honduras

Libertad de comercio

El experto alegó que desde hace aproximadamente 12 o 15 meses, el régimen de Nicolás Maduro ha iniciado una nueva relación con el sector privado, lo que ha llevado a olvidar el control de precios y otras medidas que asfixiaban la producción y comercialización. Además de permitir la libre entrada de bienes y servicios, esto supone una especie de “libre comercio” en importaciones que revivió a algunos sectores.

Hizo énfasis en que esta reactivación es superficial, pues los productos se importan de un tercer país y van directo a un consumidor que maneje dólares, fenómeno que se relaciona con los bodegones en algunas ciudades de Venezuela, la reaparición de restaurantes y otros servicios. No obstante, esta economía no tiene un vínculo productivo con la industria local.

Manifestó que la economía venezolana presenta muchos problemas para el régimen. De ahí que ante la dolarización, el chavismo haya perdido ingresos por el IVA, ya que no se realizan en una moneda de curso legal; esto supone “una dolarización chimba” que carece de los mecanismos e instituciones adecuadas.

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