Economía

Fedecámaras Nueva Esparta propone privatización de servicios básicos

Jesús Irausquín, presidente del gremio en la región insular, explica que cualquier factor que perjudique el desarrollo económico tiene mayor impacto en Nueva Esparta por su condición geográfica. Y cuenta que existen propuestas para que al menos localmente el sector privado participe en servicios públicos l Por Ubaldo Arrieta

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Nueva Esparta

Ya en las semanas finales de 2021 y con cierta frecuencia en lo que va de este año, ha habido oportunidad de conocer estudios, análisis emitidos por especialistas, empresas consultoras y hasta organismos financieros internacionales sobre posibilidades de una incipiente recuperación de la economía del país.

Cada proyección adelanta en ese sentido sus porcentajes, y entre los orígenes de esa percepción de recuperación se ubica una cierta «flexibilización» del centralista modelo económico del gobierno.

En una economía local como la de la isla de Margarita, que depende del turismo como eje de desarrollo y es focalizado como factor dinamizador en etapas de recesión, de manera natural fluyen expectativas por la superación de la crisis. En Nueva Esparta, los gremios empresariales y en buena medida las iniciativas privada y ciudadana han estado pugnando por «sobrevivir» a la recesión de los últimos 22 años.

Un empresario que ha estado bastante involucrado gremialmente en esa tarea es Jesús Irausquín, actual presidente de Fedecámaras Nueva Esparta y previamente presidente del Consejo Nacional del Turismo, Conseturismo. Si bien coincide con escenarios en los que se proyecta una mejoría en la economía, quizá su responsabilidad en un gremio cúpula empresarial le marca una especie de cauteloso optimismo.

-Sobre la economía del país para 2022, estudios y análisis especializados hablan de una leve recuperación. En el caso de Margarita ¿cuál es la visión de Fedecámaras? ¿Se puede hablar de recuperación o solo ha habido una activación?

-Si bien pudiera establecerse el término recuperación, estimo que lo más adecuado sería hablar de una activación. Y, por supuesto, estamos muy lejos de utilizar la palabra crecimiento. Lo decimos de ese modo porque es cierto que hemos tenido un repunte luego de una sequía prolongada producto de la crisis económica que vive el país y agravada por la pandemia.

Irausquín refiere como uno de lo síntomas de activación el turismo nacional hacia Margarita, promovido como «tu destino preferido» y cuya «sequía» de visitantes extranjeros ha sido atenuada desde noviembre por la afluencia de turistas rusos a través de un convenio gobierno-gobierno.

También se refiere a una activación comercial por el evidente abastecimiento de productos de consumo masivo en hipermecados de la isla, varios de los cuales son de reciente apertura; emprendimientos e inversiones en gastronomía focalizados hacia Pampatar y la avenida Aldonza Manrique en el Municipio Maneiro; asimismo bodegones y, en general, la influencia de la dolarización que en cierta forma impacta en el consumo desde el sector laboral, donde se asignan bonificaciones en divisas.

-¿Qué impide que este proceso en la isla sea sostenible? ¿Cómo superar factores adversos?

-Antes de responder hay que precisar que todo lo anterior no es algo generalizado. Esa activación no llega a buena parte de la clase media ni a las áreas comerciales populares como los bulevares. Hará falta crear condiciones que fomenten inversiones, que se transfieran competencias al Ejecutivo regional como la administración del aeropuerto internacional «Santiago Mariño». Hemos propuesto que la consolidación de Nueva Esparta pasa por establecer planes de inversión que definitivamente se orienten a la privatización o al menos de participación mixta en servicios como la electricidad y la distribución y comercialización de combustible que permita que vengan capitales a invertir. A eso estamos apuntando.

Nueva Esparta
(Foto: Lirio Acevedo)

¿Sería viable esperar que en el Gobierno haya receptividad en tal sentido, conocida su reticencia ideológica hacia la privatización? El presidente de Fedecámaras Nueva Esparta, con entendible discreción, se limita a explicar que ha trascendido que en «conversaciones privadas» voceros del Ejecutivo admiten esa posibilidad porque «es un hecho que ya el Estado no está en condiciones de asumir esas cargas presupuestarias».

El tema conduce a las distintas decisiones que está tomando el Ejecutivo nacional con la aprobación de nuevos tributos como la Ley de registros y notarias, así como leyes impositivas como la Reforma a la Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, las que supuestamente incidirían, según voceros oficiales, en la normalización de la actividad económica.

Irausquín aclara que ya el directorio de Fedecámaras se pronunció al respecto señalando que esa reforma es «un freno para el desarrollo económico» y exhortando a los «poderes públicos al encuentro, a buscar soluciones en conjunto» con la participación del sector privado.

Jesús Irausquín complementa el planteamiento desde su espacio gremial:

-Como sabemos y está demostrado, cualquier complicación de la economía por su condición de insularidad en Nueva Esparta nos afecta con más severidad. Esas decisiones impositivas no deben afectar esta incipiente activación. En Nueva Esparta nos hemos preparado para trabajar y superar obstáculos que a otros harían desistir. Nueva Esparta nunca ha logrado transitar su desarrollo sin las vicisitudes que le determina su condición de insularidad que nos ha mantenido siempre dependiendo en buena medida de los servicios que nos vienen de tierra firme. Acá, responder a la prestación de servicios sin contar con la dotación suficiente y segura ha sido una constante. Por eso es que decimos que Margarita, Coche y Cubagua saben levantarse en crisis. De allí que la consolidación de las islas pasa por establecer planes de inversión que definitivamente tendrán que pensarse en la privatización de esos servicios o al menos de participación mixta que permita que vengan capitales a invertir. En eso hemos estado y estamos apuntando. Es necesario generar confianza y solidaridad jurídica para atraer inversiones.

Texto: Ubaldo Arrieta 

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