Economía

Socialismo chavista se hace inviable y Maduro clama por inversionistas privados

Nicolás Maduro ha hecho reiterados anuncios de que “está listo para recibir a las petroleras norteamericanas”. Ha llamado a todo aquel que quiera a convertirse en inversionista en empresas del Estado y ha anunciado que su gobierno promoverá las inversiones extranjeras. Luego de 23 años de socialismo con caída económica, el heredero de Chávez emprende un viraje de apertura sin renunciar al control político e institucional del país.

Socialismo chavista y empresas en ruinas
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El reciente anuncio de Nicolás Maduro de poner a la venta a través de la Bolsa de Valores de Caracas entre 5% y 10% de acciones de CANTV, Movilnet y posiblemente de otras empresas del Estado, como Pequiven y las de la CVG, genera expectativa de cambio hacia la tan esperada apertura económica y recuperación del país. Sobre ese escenario orbita la duda de si el socialismo chavista es capaz de protagonizar un viraje real al libre mercado.

¿Se pueden olvidar 20 años de socialismo, con expropiaciones, corrupción, controles económicos y virajes repentinos para que inversionistas privados acudan al desesperado llamado de Maduro para recuperar las empresas venezolanas?

Ciertamente el modelo de socialismo a lo Hugo Chávez ha venido mostrando ciertos cambios que apuntan a permitir una tímida apertura económica, como la liberación de precios y circulación del dólar; sin abandonar el control del Estado sobre la economía y las instituciones.

Ciertas condiciones aplican

Internamente en el chavismo algunos dirigentes han expresado tímidamente resistencias a ese cambio y le cuestionan discretamente a la nueva cúpula de poder estas tendencias económicas. Desde la filas de los trabajadores públicos, que antes celebraron las estatizaciones, ahora lamentan su precaria situación laboral. Lo cierto es que la caída económica (80% del PIB) que se profundizó a partir de 2012, si bien coincidió con la enfermedad y fallecimiento de Chávez, tuvo varios componentes importantes que se originaron en su propia política socialista.

El primero y más importante fue el proceso de estatizaciones y expropiaciones de empresas, tierras e industrias. Este control del Estado sobre ellas abrió el camino a la corrupción expandida desde los tiempos de Chávez y profundizadas con Maduro, con miles de millones de dólares expoliados por las cúpulas administrativas y políticas, civiles y militares.

En total 526 importantes industrias del país pasaron a manos del Estado, de acuerdo a los registros de Transparencia Venezuela.

Sumidero de fondos públicos

Un dato resume el mal manejo público de las empresas: para el presupuesto nacional de 2017 fue necesario financiarlas con el equivalente al 6,24% del presupuesto nacional, solo para para su mantenimiento. Resulta redundante ofrecer cifras de la caída económica de la mayoría de ellas, la paralización de las industrias de Guayana, y otras empresas estatales que hoy operan a apenas entre 10% y 20% de su capacidad instalada.

Todavía hace apenas un año el régimen chavista celebraba los 14 de la nacionalización de CANTV:

«Aquel 21 de mayo de 2007, el Líder de la Revolución Bolivariana explicaba que la privatización de la Cantv, así como de otras empresas estratégicas del Estado, se hizo bajo «la excusa de que el país no tenía ingresos fiscales suficientes y que para desarrollar al país tenían que privatizar todas estas empresas»», reseña todavía el ministerio de Economía.

Falta de gerencia

La asignación de políticos y militares al frente de las industrias, -en su gran mayoría militantes chavistas sin conocimiento ni capacidad gerencial- estuvo acompañada de los controles económicos socialistas y por la exigencia de entregar gran parte de los ingresos de estas empresas para financiar los programas sociales y populistas del régimen chavista. Este cuadro completó el ciclo de deterioro que comenzó en los tiempos de Chávez y se profundizó con Maduro.

A este deterioro se agregaron a partir de 2019 las sanciones financieras de parte de Estados Unidos y Europa.

El deterioro de la industria petrolera con una baja de dos millones de barriles diarios en su producción y la semiparalización de sus plantas de refinación, petroquímica y derivados terminó de liquidar el proyecto socialista financiado desde esas empresas.

El proyecto ideológico – que según la propaganda oficial esgrimía la igualdad y la reivindicación de los sectores pobres de la sociedad- en realidad buscaba que la gran mayoría de la población viviera bajo el tutelaje económico del Estado a través de los programas sociales.

Pragmatismo puro

No es que Nicolás Maduro se desprendió de la ideología socialista y se volvió neoliberal. La inviabilidad del proyecto originario financiado con el petróleo lo obligó a llamar al sector privado para ocuparse de algunas de las empresas del Estado.

Esta condición, de dar participación al sector privado, ya era una “exigencia” de sus propios aliados, los rusos, chinos e iraníes, quienes de hecho son los llamados a invertir y tratar de manejar y levantar esas empresas quebradas, pero con parámetros alineados a sus modelos económicos.

Es de destacar que ninguno de los gobiernos de los aliados latinoamericanos del chavismo aplicaron el modelo de estatización chavista. Lo que sí adoptaron rusos, chinos e iraníes ha sido el fortalecimiento de una clase propietaria privilegiada, aliada al modelo de “Estado autocrático”.

La “apertura” económica tiene su fundamento en la necesidad de divisas para lo cual es indispensable restablecer los vínculos con el capital internacional. Las negociaciones que se hacen tras bastidores para permitir aliviar las sanciones financieras y permitir que las petroleras estadounidenses reinicien operaciones en Venezuela forman parte de esa estrategia en donde privan los intereses económicos.

¿Cuánto vale una empresa del Estado?

A pesar de que tenga una alianza política con el gobierno, el nuevo inversionista se maneja dentro de los parámetros que ofrece el mercado antes de arriesgar su inversión. El modelo chavista aún tendría mucho camino por rectificar. El deterioro de las empresas del Estado está vinculado a la corrupción; los privilegios otorgados a los militares; la proliferación de bandas armadas en todo el país; el control de organizaciones como el ELN y las FARC (Nueva Marquetalia) en las zonas mineras; el deterioro de los servicios públicos y la inseguridad jurídica, especialmente en los tribunales y fuerzas policiales, por señalar los más graves.

Para un inversionista un punto vital es la transparencia. ¿Qué política de transparencia puede ofrecer una empresa como CANTV o Movilnet, que desde que fueron estatizadas han adoptado la opacidad de sus estados financieros como parte de su modo de operar?

Justamente la búsqueda de inversionistas de parte de Maduro tiene su fundamento en que son empresas deficitarias que han arrojado pérdidas permanentes debido al manejo público y la situación del país, por lo que el valor de las empresas y sus acciones no sólo están en baja sino que son de alto riesgo.

Efectos de la estatización

El 8 de enero de 2007, el presidente Hugo Chávez anunció la estatización de la empresa CANTV. El 12 de febrero de 2007, firma un memorándum de entendimiento con Verizon y su filial GTE Ven Holdings para adquirir la participación accionaria de la empresa estadounidense en CANTV de 28,51% por un valor de 572.247. 040,2 millones de dólares.

Concretada la estatización de CANTV el 21 de mayo de 2007, la nueva gerencia comenzó a desarrollar la nueva estructura denominada como “empresa socialista”.

Entre 1991 hasta 2006 CANTV, como empresa privada, realizó grandes inversiones en expansión y modernización. Con 15 años de crecimiento ininterrumpido logró convertirse en una empresa productiva y eficiente.

Según refiere Transparencia Venezuela en su estudio sobre esta empresa, a partir de 2007 hasta 2012, CANTV, mantuvo el empuje de la época de la privatización, pero asistida por el financiamiento gubernamental, gracias a los altos precios del petróleo.

En el período 2012 y 2018, justo en el momento en que Nicolás Maduro asume la conducción de la llamada revolución bolivariana, cayeron los precios del petróleo y surgió una nueva crisis económica que afectó a CANTV y a Movilnet.

Se reducen las inversiones

En esa etapa se redujeron las inversiones que, aunado al vandalismo y la inseguridad y al congelamiento de las tarifas, trajo el deterioro en los servicios y la insatisfacción de los clientes. La cadena productiva se minimizó, se fueron empresas de tecnología, migraron miles de profesionales e investigadores, en una interminable fuga de personal capacitado y competente.

En CANTV, como en el resto de las empresas del Estado, se instauró la opacidad sobre los resultados de su gestión. El último informe anual disponible públicamente data del año 2007, correspondiente al primer año de la estatización por parte de Hugo Chávez, refiere Transparencia Venezuela.

El real bloqueo

Una de las tareas conexas a las que le dio importancia la gerencia oficial de CANTV fue al control de la libertad de expresión. Como lo han denunciado las ONG y medios de información, el ente regulador, Conatel, se ha ocupado más en controlar la libertad de información de los venezolanos que velar por la calidad y modernización de los servicios de telecomunicaciones.

El bloqueo de internet de medios informativos ha sido una de sus principales ocupaciones. La revista especializada en telecomunicaciones, Inside Telecom, reseñó que “el bloqueo informativo de paginas web aumentó 250% de marzo 2014 a marzo 2015. Conatel apaga un promedio de 2,7 páginas web por día, además de las otras web que han sido bloqueadas por decisión de Cantv”, señala.

Freedom House también da cuenta del efecto de estos bloqueos sistemáticos.

La más baja conexión

Uno de los efectos del socialismo chavista fue llevar a Venezuela como una de los países del continente con la más baja velocidad de conexión o ancho de banda.

En estos tiempos de las nuevas tecnologías como las del 5G y la masificación de las conexiones de banda ancha de alta velocidad, Venezuela se ha quedado rezagada. Mientras el promedio de velocidad media de descarga, en redes móviles y en banda ancha fija, se ubica en 29,55 megabits por segundo (Mbps) y 59,75 Mbps respectivamente. Para 2021 Venezuela fue uno de los peores en todo el mundo, con la más baja conectividad en redes móviles con velocidades de 5,88 Mbps, y conexiones fijas con un máximo de 7,19 Mbps, según Speedtest Global Index.

En el ranking para la conexión desde dispositivos móviles que elabora Speedtest Global Index, que incluye a 140 países, Venezuela ocupó el penúltimo lugar para marzo de 2021, en el puesto 138, superado solo por Afganistán y Turkmenistán. En la actualidad esta deficiencia está siendo parcialmente suplida por sistemas de fibra óptica o microondas instalados por empresas privadas.

Autocracias y poder económico

“Ahora todos los países son capitalistas”, así han concluido importantes analistas del continente cuando abordan el auge de autocracias de izquierda y derecha. Los bloques comunistas que aún sobreviven como en Cuba, se alimentan del capitalismo.

La élite socialista cubana mantiene relaciones económicas con al menos 70 países, constituyeron empresas en Europa y EEUU, manejan cuentas bancarias en países europeos y paraísos fiscales; además de recibir $6.000 millones en remesas y sus principales ingresos les llegan desde Estados Unidos.

El Banco Mundial ha señalado que cada año, los gobernantes corruptos (de izquierda, derecha o “religiosos”) se llevan de las arcas públicas entre 20.000 y 30.000 millones de dólares, especialmente de África, Asia y Latinoamérica. La alta corrupción está vinculada al control que ejercen sobre sus países, la falta de organismos contralores internos y la anulación de organizaciones políticas opositoras para el equilibrio del poder.

Siga la flecha

Venezuela y Maduro solo siguen la tendencia mundial para sobrevivir y mantenerse en el poder. En los estados no democráticos las poblaciones están dirigidas o sometidas bajo un grupo de poder que utiliza las instituciones en la medida de sus intereses y necesidades, adapta las leyes y crea nuevas constituciones en las que el signo común es la reelección indefinida.

Es factible que se concrete un acuerdo parcial entre los gobiernos de Joe Biden y el de Nicolás Maduro que pasaría por restablecer el diálogo en México con la oposición. Y a pesar de que se puedan obtener concesiones parciales de lado y lado, Maduro y el chavismo seguirán aplicando su modelo de control social e institucional, alineado a sus aliados internacionales encabezado por China y Rusia, cuya influencia ha promovido la creación y sostenimiento de las nuevas autocracias que ganan poder e influencia dentro y fuera de las democracias occidentales.

El ídolo Alex Saab

El nuevo símbolo de la revolución y del socialismo chavista ya no son los hombres armados a caballo tomando las tierras, sino un magnate de los negocios, extranjero, procesado en los tribunales de Estados Unidos.

Como carta fundamental de las nuevas negociaciones Jorge Rodríguez, luego del tuit y foto comunes con el vocero de la Unidad, Gerardo Blyde, escribió:

“Hemos insistido en la crucial importancia que tiene el desarrollo de los temas sociales que son del interés principal de nuestro pueblo. Nuestro hermano Alex Saab, secuestrado desde hace 704 días, es miembro pleno de la delegación de Venezuela y es nuestro delegado ante la mesa social que estamos discutiendo. En ese sentido Venezuela ha exigido, exige y exigirá, la participación de Alex Saab en cualquiera de las iniciativas de trabajo que eventualmente se acuerden”, sentenció una de las principales figuras del socialismo0 chavista.

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