En medio de la grave crisis de la educación en esta quebrada Venezuela, maestros y profesores se privatizan y dan clases a domicilio; o buscan oro en remotas minas de Guayana; venden comida en las calles; limpian casas, tasajean sardinas en Oriente o recogen cosechas en Los Andes.
Educadores alertan sobre los problemas que enfrentan las familias venezolanas para iniciar el año escolar 2023-2024, piden se reinicien las discusiones del contrato colectivo, denuncian la falta de profesores para las materias de Matemática, Física, Química y Biología, mientras 30% de los educadores se ha ido del país.
Son las 12 del medio día, el calor es agobiante, María Cepeda, camina por el bulevar de Sabana Grande, acompañada de sus dos hijos: Jesús, de 9 años de edad y Marilyn de 13 años, quienes en este septiembre comienzan el nuevo año escolar 2023-2024 y requieren de uniformes, útiles escolares, morralesy zapatos.
Los niños le piden que les compre unos helados, pero ella no puede, pues todo el dinero que le queda está destinado a la compra de los útiles y uniformes.
“Tomen el agua que trajeron de la casa, no puedo malgastar el dinero”, les dice en tono conciliador, tratando que comprendan la situación.
María trabajaba en un organismo público, pero hace un par de años decidió retirarse, ya que el salario que devengaba alcanzaba solo para pagar los pasajes, por lo cual decidióiniciar un emprendimiento vendiendo ropa entre sus amistades.
«Pero las ventas durante estos últimos meses han estado muy duras, la gente invierte su presupuesto en la compra de comida y pago de servicios”, dice esta madre venezolana de 41 años de edad.
Señala que tiene unos primos que viven fuera del país le han ayudado a equipar a sus hijos de vuelta al colegio, pues de otra manera no podría hacerlo.
“Estoy recorriendo las ferias escolares en busca de las mejores ofertas, ya que mis dos hijos requieren todo nuevo, sus uniformes, zapatos y bolsos, que usaron el pasado año ya se encuentran muy deteriorados, he visto los precios de todos estos artículos y necesariamente tendré que comprar por partes, no tengo dinero para comprar todo de una vez”, lamenta Cepeda.
Recorrimos con María parte del bulevar de Sabana Grande, una conocida zona comercial de Caracas, donde ya se han instalado las tradicionales ferias escolares, que ofrecen útiles y uniformes supuestamente a mejor precio.
Al primer momento las ofertas parecen muy atractivas, pero la sonrisa de los padres y representantes desaparece cuando al preguntar por los precios, todos están dolarizados. Solo un libro que le pidieron a su hijo menor cuesta ocho dólares.
“He visto las ofertas, combos de que van desde los 10 hasta los 30 dólares, en útiles escolares; pero al hacer la conversión en bolívares, son sumas muy altas. Los morrales van desde los 12 a los 20 dólares, las franelas desde los cinco, los monos deportivos van desde los ocho a los doce dólares, las tallas más grandes; los pantalones a partir de diez tallas pequeñas, mientras que los zapatos más económicos, de buena calidad van desde los 15 a los 35 dólares. Pero antes de comprar seguiré caminando en busca de más ofertas”, señaló María Celeste, cuya historia es la misma de miles de padres y representantes para quienes equipar a los alumnos de vuelta al colegio se ha convertido en un dolor de cabeza.
El pasado mes de junio Pablo Arguello, presidente de la Cámara Venezolana de la Educación Privada (Cavep), hizo una estimación sobre el aumento de mensualidades para el ciclo escolar 2023-2024, podría estar entre el 30 a 40 % en los colegios, que no aumentaron este año.
Aseguró que la prioridad de las instituciones “es mantener la calidad y retener a sus maestros, pues el pago a los docentes representa entre 60 y 70 % del presupuesto de una institución educativa”.
Este anuncio también mantiene en alerta a los padres y representantes que, con el objetivo que sus hijos reciban clases de manera continua, muchos de ellos decidieron ajustar sus presupuestos e inscribir a sus representados en colegios privados, pero con el anuncio del aumento de las matriculas, la situación se torna muy difícil.
“En mi caso teníamos a mi nieta, que va a cursar el tercer grado,en un colegio privado en donde cancelábamos 180 dólares mensuales, pero este año nos han informado que la mensualidad pudiera llegar a los 400 dólares, dinero del cual no disponemos y por tal razón estamos buscando otro colegio privado, peromás económico, pues queremos para ella una buena educación de calidad y que la atiendan todos los días”, dijo Thayron Pineda.
Teresa Benítez se dio por vencido, en consenso familiar se tomó la decisión de buscar cupos en colegios públicos para sus dos hijos que cursarán cuarto grado y el primer año de bachillerato. Hasta ahora asistían a un colegio privado “el año pasado teníamos la ayuda de algunos familiares, para pagar las mensualidades, pero este año aumentaron mucho y no alcanza el presupuesto para cubrir esos gastos”, explica.
Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros, FVM, en reunión con los delegados de todo el país para analizar la situación en el inicio del nuevo año escolar, señaló, citando reportes del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores, Cendas,que los padres y representantes requieren de 315 salariosmínimospara poder equipar a cada niño de vuelta al colegio.
“Recordemos siempre que el salario básico del trabajador venezolano es de BS. 130 y que al hacer la conversión de a la taza en dólares del Bance Central de Venezuela, BCV, resulta que cada trabajador recibe en esto momento $ 3.89 al mes, con lo cual es imposible poder cubrir los gastos de retorno al colegio”, dijo Márquez.
En el encuentro los docentes también analizaron el tema de la calidad educativa, reiterando la situación de la falta de docentes en las áreas de matemática, química, física y biología. Entre otras cosas, esto afecta el nivel de capacitación que deben tener nuevos bachilleres, que aspiran entrar a las distintas universidades.
“Por los bajos salarias que devengan los educadores, las cifras que manejamos es que el 30% de nuestros docentes se han marchado del país, mientras que los que aquí se quedan emigran a realizar otros trabajos que les permita el sustento de sus familias, abandonando las aulas de clase”, aseguro Márquez.
Los maestros y profesores coinciden en afirmar que durante este año escolar los alumnos no recibieron los 200 días de clases estipuladas, pues se activó el llamado horario mosaico, en donde los educadores daban clases presenciales, un día sí y otro no, para que tuvieran tiempo de realizar otras actividades que les pudieran permitir generar recursoa extras para sus hogares.
“Y aquí volvemos nuevamente a reiterar la necesidad que las autoridades del ministerio de Educación restituyan las negociaciones dela nueva contratación colectiva y respeten los acuerdos ya establecidos, que se termine de eliminar las clausulas impuesta por la Oficina Nacional de Presupuesto, Onapre, que eliminó varios de los beneficios que ya habían alcanzado los educadores” señaló la presidente de la FVM.
En su encuentro los responsables de los estados dieron parte de las condiciones de la infraestructura educativa y llegaron a la conclusión que la misma se encuentra 90% no apta para recibir a los alumnos en el nuevo año escolar.
Edgar Machado, presidente de la FVM, de Caracas ha señalado que muchos de sus colegas han dejado las aulas de clases para iniciar otras actividades que van desde la venta de café, tortas y comida en las calles, mientras que otros se ofertan para ofrecer clases particulares, con lo cual aseguran pueden obtener mejores ingresos para mantener sus familias.
Adolfo Silva, presidente del sindicato de maestros en Amazonas, aseguróque un buen porcentaje de educadores se han traslado hasta las zonas de las minas, para sumarse a la búsqueda de materiales preciosos, “trabajo que al parecer pagan muy bien por la jornada”.
Gregory Quijano, proveniente del estado Sucre, también señala que la calidad de vida de los educadores en la entidad ha desmejorado y que sigue la emigración de las aulas de clase “en este estado, por ejemplo hay muchos educadores que han se han ido a laborar en las fábricas procesadoras de sardinas, en donde por limpiar y filetear este tipo de pescado pueden ganar en una sola jornada, el salario de un mes”.
Entre tanto el profesor Nelson Romero, presidente del sindicato de maestros del estado Trujillo, además de reiterar la situación de la falta de profesores para las materias de química, física, matemática y biología en la región, señaló que muchos profesores han engrosado los grupos de jornaleros para ayudar a sacar las cosechas de papa, zanahorias y otros productos que se producen en la región.
Esperan que las autoridades del ministerio de Educación, retomen las mesas de discusión de la contratación colectiva y poder comenzar en paz el nuevo año escolar 2023-2024.
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