A un mes de la llegada de los buques, el temor por la escasez de gasolina continúa
La pregunta que se hacen muchos venezolanos, tras aceptar el aumento oficial del precio de la gasolina, es si esto bastará para garantizar un flujo constante de combustible o si la escasez aguda volverá a ser parte de la extensa cuarentena en la que se sume el país
Hace exactamente un mes, el 25 de mayo, el Gobierno de Maduro anunció con bombos y platillos la llegada del primero de los cinco buques cargados con gasolina iraní. Se trataba del Fortune, que junto al Forest, Petunia, Faxon y Clavel conformaron la flota que transportó 1,5 millones de barriles de gasolina desde Irán hasta puertos venezolanos.
Los buques llegaron en un momento de escasez aguda de gasolina que paralizó aún más a un país en cuarentena. Los expertos petroleros señalaron que la carga de combustible duraría cuando mucho un mes. Por esto, asegurar el flujo constante de combustible o reactivar la producción de las refinerías era esencial para que la disminución de colas en las estaciones de servicio fuera sostenible.
A un mes de que el primer buque atracó en la refinería El Palito, el Gobierno de Maduro aún no puede cantar victoria. Tampoco puede garantizar al 100% la disponibilidad de combustible en Venezuela. La reactivación de las refinerías es tímida y la importación de gasolina cada vez está más restringida por las sanciones de EEUU.
La pregunta que se hacen muchos venezolanos, tras aceptar el aumento oficial del precio de la gasolina, es si esto bastará para garantizar un flujo constante o si la escasez aguda volverá a ser parte de laprolongada cuarentena en la que se sume el país.
¿Se puede resolver la escasez con solo la gasolina de Irán?
Si se mantienen los envíos regulares desde Irán, el problema de la escasez de combustible en Venezuela puede mejorar. En este momento, el Irán puede enviar de forma regular esa carga porque tiene un excedente de 15 tanqueros y Venezuela solo necesitaría cinco al mes.
Incluso, cuando la pandemia haya pasado y la demanda interna de Irán se haya elevado, igual tendrá la capacidad de enviar de dos a tres cargas por mes a Venezuela, según operadores y los datos de FGE.
Un petrolero mediano, del tipo que Irán mandó a Venezuela, puede transportar de 190.000 a 345.000 barriles. Por lo que un promedio de 600 mil barriles diarios podrían ser enviados a Venezuela (aproximadamente la mitad de la demanda nacional).
Con países como México señalando estar dispuestos a vender gasolina a Venezuela «por razones humanitarias», el Gobierno de Maduro podría resolver el tema de la escasez de gasolina.
El problema está en el transporte
Tanto a Irán como a Venezuela les interesa mantener la relación comercial de la gasolina de forma constante. Al ser Irán un país también sancionado por EEUU, tiene poco que perder ante la amenaza de más sanciones. Sin embargo, la realidad cambia cuando se habla del transporte de ese combustible.
La estrategia de Washington para hacer cumplir las sanciones sobre la empresa petrolera venezolana se está centrando cada vez más en castigar a los buques con gasolina o petróleo y a quienes los manejan.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo el miércoles 24 de junio que el Gobierno del presidente Donald Trump impondrá sanciones a los cinco capitanes de los buques que llevaron gasolina a Venezuela.
“Como resultado de las sanciones de hoy, los activos de estos capitanes serán bloqueados. Sus carreras y perspectivas sufrirán por esta designación”, dijo Pompeo.
Irán respondió rápidamente a los comentarios de Pompeo. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Mousavi, dijo que Teherán y Caracas seguirán intentando contrarrestar las sanciones estadounidenses.
“Los movimientos desesperados de Estados Unidos contra individuos iraníes, como el anunciado por @SecPompeo (…) solo indican el miserable fracaso de la llamada ‘presión máxima’. A pesar de la presión de Estados Unidos, #Iran y #Venezuela se mantienen firmes”, tuiteó Mousavi.
Sin embargo, la estrategia de EEUU está surtiendo efecto. Según datos de Refinitiv Eikon, publicados por Reuters, al menos 16 tanqueros que transportan 18,1 millones de barriles de crudo y combustibles venezolanos están atrapados en aguas de varios países. Esto sucede porque los compradores los evitan para no exponerse a posibles sanciones. Eso equivale a casi dos meses de producción a la tasa actual en Venezuela.
Algunas embarcaciones han estado en altamar por más de seis meses tras navegar a varios puertos sin poder descargar. Mientras esperan, cada petrolero incurre en fuertes cargos por demoras. Según una fuente naviera, la tarifa por demora para un barco que transporte petróleo venezolano es de al menos 30.000 dólares por día.
Las refinerías venezolanas aún no abastecen el mercado
El sueño de reactivar la capacidad que en algún momento tuvieron las refinerías venezolanas (1,3 millones de barriles diarios de gasolina) está muy lejos de hacerse realidad. Lo que se sabe hasta el momento es que la refinería venezolana Cardón, la cual tiene la capacidad de procesar 33 mil barriles diarios de gasolina terminada empezó a funcionar el sábado 13 de junio en horas de la tarde.
Sin embargo, el dirigente sindical Iván Freites, denunció que este inicio de operaciones se presenta con una gran inestabilidad en el sistema. La refinería solo está produciendo 23 mil barriles diarios de combustible de 91 y 95 octanos. Aunque esto puede aliviar en parte la crisis, no la resuelve por completo.
¿Cuánta gasolina necesita el país?
El tamaño de la demanda de gasolina en Venezuela ha variado en los últimos meses. A finales de 2019, la demanda estimada de combustible se ubicaba en torno a 250.000 barriles diarios. En medio de la cuarentena, y ante la paralización de la economía, la demanda cayó hasta los 100 mil barriles por día.
Esta cifra podría incluso ser menor. El aumento del precio del combustible a $0,5 por litro en gran parte de las estaciones de servicio, pudo contraer un poco más la demanda debido a una menor capacidad para llenar el tanque de combustible.
Cuando arribaron cinco buques iraníes, cargados con 1,5 millones de barriles de combustible a puertos venezolanos, la mayoría de los expertos señalaron que esto duraría un mes. De ser así, el consumo se promedió en 50 mil barriles diarios. Esto implica un consumo de 200 mil barriles menos que hace apenas seis meses.
Para tener una mejor idea, la carga de combustible iraní, celebrada por el Gobierno de Maduro, representó menos de la mitad del combustible mensual que se traía de EEUU (3,7 millones de barriles al mes) antes de las sanciones.
Para poder comprar gasolina en las estaciones de servicio que venden a precio subsidiado, los venezolanos deben tomar en cuenta el número final de su placa y verificar qué día les corresponde
Maduro informó que Venezuela contaba con reservas de gasolina para 20 días. Lo que no dijo es que la capacidad de reserva del país permite tener combustible almacenado para un año y medio, y no para menos de un mes
A dos semanas de la llegada de los tres buques con gasolina iraní las colas para surtir combustible continúan en la mayor parte de Venezuela. Las esperanzas se pierden entre quienes esperaban que, al igual que en junio, las filas se acortaran con el arribo de la gasolina importada. Muchos aún se preguntan por qué las colas no terminan