Bono Sidetur 2016 a nivel basura: ya vale sólo 24%

La deuda entró en un limbo legal cuando en octubre de 2012 el Ministerio de Industrias transfirió los fondos de Siderúrgica del Turbio al Estado, de manera arbitraria, ya que hasta ahora no se ha concretado pago alguno por la expropiación de la compañía ordenada en noviembre de 2010, dijeron fuentes financieras familiarizadas con el caso.
La anterior junta directiva de la empresa, perteneciente a la familia Machado Zuloaga, notificó de la situación al Deutsche Bank –custodio del bono- en noviembre de ese mismo año. Tres meses más tarde Sidetur entró en default (cesación de pagos) técnico, al no cancelar las obligaciones trimestrales correspondientes.
Los inversionistas internacionales se han organizado para entablar una querella legal en la corte de Nueva York. Se necesita reunir a 50% de los acreedores y están cerca de lograrlo, dijo Ray Zucaro, representante de algunos de los acreedores y socio de SW Asset Management, en cuyo portafolio tiene el Bono 2016 de Sidetur.
Pero la preocupación de los acreedores está en la iliquidez que presenta Venezuela. “Tenemos año y medio tratando de hablar con el gobierno, pero seguimos sin respuestas”, afirmó Zucaro en entrevista telefónica.
Ahora puede haber otro problema, porque el gobierno no disponga de los recursos, señaló.
El bono se emitió en 2006 por 100 millones de dólares, pero el monto pendiente por pagar es de 75 millones de dólares.
“Sería tan sencillo si el gobierno se sentara a negociar con los acreedores. Sería fácil si canjeara el bono Sidetur 2016 por el bono Pdvsa 2016”, sugiere uno de los tenedores de bono que optó por el anonimato.
Sin embargo, para que ello ocurra el gobierno tendría que reconocer la obligación. Cuando el Ejecutivo nacional se quedó con las cuentas de la empresa, afirmó que esa deuda no le correspondía al Estado y que los anteriores accionistas debían responder por ella. El caso se remitió a la Procuraduría General de la República, organismo que interpretó que la deuda no era del Estado.
La esperanza de los acreedores estaba cifrada en la reunión que Rafael Ramírez, en su condición de vicepresidente del Área Económica, sostendría con inversionistas extranjeros en Nueva York, el mes de julio. “Se había conversado con la gente de Lazard para que se diera un encuentro con Ramírez”, pero la suspensión de la cita y la posterior remoción de Ramírez del cargo, dejó otra vez a los inversores sin mayores expectativas.
Una vez que se obtenga el apoyo del 50% de los acreedores, el siguiente paso será dirigirse al Deutsche Bank para solicitar el pago del bono. A partir de allí la entidad lo declara en default y con esta decisión emprende el juicio. Los acreedores estiman que esto ocurrirá ya en 2015.
Sidetur era una de las filiales de Siderúrgica Venezolana (Sivensa) -fundada en 1948- que manufacturaba productos de acero para el mercado interno y de exportación.]]>