La Providencia 011 establece que los usuarios pueden continuar haciendo uso de su operador cambiario por un lapso de 30 días -hasta el 9 de mayo-, pero las entidades financieras no han podido corroborar que esta interpretación es correcta, señaló el analista financiero José Grasso. "Desde el viernes los operadores cambiarios privados han dejado de actuar como tales", dijo.
Las solicitudes que ya habían sido recibidas antes de la publicación de la providencia 011 o que ya tenían el estatus de «recibido por el banco» están siendo procesadas por las instituciones financieras, afirmó el economista durante una entrevista transmitida por Globovisión.
Existen 11 millones de plásticos y aproximadamente 7 millones de tarjetahabientes. De esta cantidad, considera que entre 4,5 y 5 millones de personas podrían migrar hacia la banca pública. «Esto no implica que salgan 5 millones de personas a hacer cola para pedir una tarjeta de crédito», sostuvo.
No considera que habrá un flujo desbordado de clientes hacia la banca pública, debido, explicó, a que ya pasaron cuatro meses del año en los que mucha gente ya viajó, pero admitió que hubiese preferido que las personas pudieran acudir al banco de su preferencia a la hora de escoger un operador cambiario.
Reiteró que las tarjetas que se soliciten en la banca pública en 2015 producto de la migración de los bancos privados no tendrán que tener 6 meses de antigüedad para que su portador pueda solicitar las divisas oficiales.]]>
Se trata de la Tarjeta de Crédito Digital, que funciona a través de la app del banco, y la Tarjeta Prepagada Internacional, para compras online o pagos de servicios anclados en el exterior
El presidente Nicolás Maduro ordenó el 6 de noviembre al vicepresidente para la Economía, Tareck El Aissami, que todas las instituciones de la banca pública y privada se afilien al sistema patria, conocido por ser la plataforma por medio de la cual se realizan las operaciones del carnet de la patria.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), ordenó a la banca pública y privada adoptar la criptomoneda venezolana, el petro, como unidad de cuenta de todos sus instrumentos de captación, de la misma manera como se refleja en bolívar soberano (Bs.S), en medios digitales, electrónicos o impresos.
