La hiperinflación en Venezuela no se detiene ante ningún virus ni ninguna cuarentena. Por el contrario, los precios siguen tomando fuerza en un país que ya adolece de muchos males económicos.
Comer bien en el país puede resultar un lujo. Incluso, llevar una dieta reducida también está cuesta arriba. Los datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) así lo demuestran.
La Canasta Mínima Alimentaria, conformada por solo 15 de los 60 productos de la Canasta Alimentaria Familiar, también cuesta mucho dinero para un venezolano. En junio, su costo se ubicó en 25,26 dólares (5.279.993 bolívares), tan solo 0,47 dólares menos que el mes anterior.
Este monto sigue siendo mucho mayor que los $1,9 que un pensionado recibe al mes en Venezuela, o que los $3,8 que gana un trabajador con sueldo mínimo.
Mientras el precio de la Canasta Alimentaria Familiar subió en bolívares, retrocedió si se toma en cuenta su precio en dólares. En cualquiera de las dos formas, el sueldo mínimo no cubre ni el 1% de su costo
Mientras el precio de la Canasta Alimentaria Familiar subió en bolívares, retrocedió si se toma en cuenta su precio en dólares. En cualquiera de las dos formas, el sueldo mínimo no cubre ni el 1% de su costo
Con el aumento del bono de guerra más el cestaticket, un trabajador solo puede cubrir un tercio de la canasta alimentaria que se ubicó en 554 dólares en marzo
