«Para mí, el riesgo es que el gobierno decida intervenir en el mercado para tratar de bajar el tipo de cambio y quemen los dólares haciéndolo. Obviamente tienen que vender algo, pero el peligro es que coloquen más de lo que pueden», indicó una fuente del sector financiero que prefirió reservar su identidad.
Luis Oliveros, economista y profesor universitario, cree que de subir el precio en el Sistema Marginal de Divisas, «el BCV comience a desechar la solicitudes de divisas como ocurrió con el Sistema Cambiario Alternativo de Divisas (Sicad II)».
Varios de los consultados coincidieron en que para que el mecanismo funcione efectivamente es necesario que el gobierno «esté dispuesto a dejar que el tipo de cambio lo determine el mercado».
El gobierno venezolano le informó a inversionistas internacionales que la tasa Simadi será determinada por la oferta y la demanda, lo cual, en principio, fue bien recibido.
«El ministro (Rodolfo Marco Torres) fue bastante enfático en decir que el sistema sería totalmente diferente a Sicad II y que estaba dispuesto a aceptar cualquier tasa», señaló uno de los voceros que participó en una llamada en conferencia con el titular de Finanzas.
El precio de arranque en Bs 170 por dólar fue visto como una buena noticia por agentes de los mercados. «El sistema comenzó lento, es natural, la gente tiene que retratarse y hay algo de temor. Con el paso de los días podrá determinarse la tendencia», dijo un analista financiero.
Analistas consideran que, aunque este paso resulta positivo para darle mayor oxígeno al sistema cambiario y reducir parcialmente el déficit fiscal, no soluciona el problema de fondo. «La devaluación es muy pequeña porque el 70% de la economía quedará a Bs 6,30», expresó un inversionista.
Desde este 12 de febrero, el gobierno puso en marcha la compra y venta de títulos de deuda a través de la Bolsa Pública de Valores, como un mecanismo para aliviar la demanda de divisas en el mercado paralelo.]]>