Economía

Tony Boza defiende control sobre la banca y las importaciones

El economista zuliano Tony Boza ha ganado popularidad por sus argumentos sobre la inflación en Venezuela que desafían la teoría económica tradicional. Sus ideas han encontrado oídos entre las facciones más radicales del PSUV e, incluso, en el propio gobierno.

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Boza se identifica en las redes sociales como «más chavista que nunca», y en los últimos meses ha ido ganando espacio dentro de los medios oficiales, donde expone sus planteamientos sobre lo que debería ser la agenda económica del gobierno: todos apuntan a la radicalización del modelo actual, asumiendo el riesgo de una mayor corrupción. Para el economista, las desviaciones de los controles se combaten con más controles.

Consultado por Elestimulo.com, negó haber llevado sus teorías directamente al Ejecutivo o a miembros de su gabinete, pese a que algunos de sus colegas lo señalan como asesor económico del gobierno. No obstante, el propio presidente Nicolás Maduro promueve sus disertaciones. En una alocución reseñada el 16 de marzo por el portal del Ministerio de Comunicaciones y la Información, instó al pueblo «a derrotar toda intentona que pretenda perturbar al aparato productivo del país» y recomendó leer el libro de Boza, titulado La guerra contra el pueblo.

El zuliano también ha pasado por distintos foros organizados por instituciones públicas y el despacho de Comunicaciones, ha sido entrevistado por distintos medios de comunicación del Estado y sus intervenciones son reseñadas en portales como Aporrea, en el cual pasó de colaborador asiduo a ser objeto de reportajes de terceros.

Una de sus premisas es que la impresión de dinero por el Banco Central de Venezuela para financiar el déficit de caja de Pdvsa, señalada por economistas como la principal causa de la inflación, tiene una incidencia «parcialmente cierta» en los precios. Apunta que la primera causa del aumento de precios es «la especulación en el margen de ganancias».

«Las tasas de ganancia de los países del primer mundo son en promedio de 10%. En Venezuela no conozco ni un empresario que esté dispuesto a invertir para ganar eso», dijo a Elestimulo.com.

Dijo que en el mundo han surgido teorías que rebaten la visión monetarista de la inflación, como la keynesiana, pero además añade otras variables, como la especulación.

Admite que la situación económica es complicada, pero defiende las medidas adoptadas por el Ejecutivo hasta ahora para obtener recursos de formas «no tradicionales» evitando los ajustes de fondo para equilibrar las cuentas fiscales.

«El fondo del asunto es que el gobierno está tratando de no afectar la capacidad adquisitiva del pueblo, los logros de la revolución, con medidas fiscalistas. En Europa han usado estas medidas para cerrar el déficit y sanear la economía, pero son contractivas, incluso los economistas han venido cuestionando estas medidas no desde un punto de vista ideológico sino de la eficacia, pues han profundizado la recesión. Son procíclicas, profundizan la caída del consumo. El gobierno está tratando de evitarlas», sostuvo.

Estas llamadas «medidas fiscalistas», como la devaluación del bolívar y el levantamiento de los subsidios, asegura Boza, no se van tomar, por lo cual es necesaria una disciplina en el consumo. 

¿Qué propondría en su lugar? El economista empieza por una medida radical: la nacionalización de la banca. «Eso no quiere decir que el sector privado no participe. Esa espiral especulativa ha venido gozando del apoyo de la asociación de la banca privada y también de la banca pública», dijo.

Para él, el efectivo utilizado para actividades como el bachaqueo, el contrabando y los intercambios de divisas en la frontera se canaliza a través de la banca, por lo que es necesario aumentar los controles sobre el sector financiero, bajo un esquema que, según explicó, puede ser mixto para no eliminar a los privados de la ecuación.

«La nacionalización de la banca no va a resolver el problema, pero sí ayudaría a controlar más la situación», indicó.

Otra medida: nacionalizar el comercio exterior. Que todas las importaciones se manejen a través del Estado. Indicó que a eso apunta precisamente la creación del presupuesto de divisas, para que el gobierno pueda conocer las necesidades de cada sector. «Si una empresa necesita cierta cantidad, por ejemplo, de pulpa de papel, se hace la procura y se trae a los precios de mercado», expresó.

Interrogado sobre el efecto que podrían tener estas medidas en la exacerbación de la corrupción pública, admitió que con estas estrategias el gobierno «podría estarse comprando otros problemas, pero el problema de que se esté defraudando al país podría reducirse 40%, 50%«.

En este contexto, ¿qué hacer con el control de cambio? En esto coincide con sus detractores. «Hay que ir a la unificación cambiaria, pudiéndose mantener algunas importaciones a precio subsidiado, medicinas esenciales y algunos alimentos», dijo. Sin embargo, al igual que personeros del gobierno, considera que es necesario mantener el control. «La política cambiaria es correcta, lo que está mal es la instrumentación, no puede haber un mercado de divisas donde solo hay un oferente que es Pdvsa», dijo.

«El rentismo se suele asociar al consumo, pero tiene una pseudoproducción que depende de componentes importados y que se subsidian con el dólar del Estado», añadió.

La postura de Boza es compartida por un economista español, también con tendencia de izquierda, Alfredo Serrano Mancilla, que ganó notoriedad durante su visita a Caracas hace unas semanas, en la que apareció en algunos actos públicos con el presidente de la República. Serrano vino en calidad de asesor, afirmó el entrevistado, quien admitió haberse reunido varias veces con él mientras estuvo en Venezuela. «Coincidimos en todo, gratamente me sorprendí porque manejamos las mismas hipótesis», expresó.

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