La norma posibilitará al gobierno pagar a aquellos acreedores que poseen títulos argentinos que entraron en mora a finales de 2001 -en medio de una grave crisis económica y social- y que no aceptaron las reestructuraciones de 2005 y 2010.
Entre ellos están los poderosos fondos de inversión que litigan contra Argentina en tribunales de Nueva York desde hace una década y que cuentan con una sentencia de pago a su favor del juez Thomas Griesa. También abarca a otros acreedores, como inversores individuales italianos.
Para poder realizar la operación, quedan derogadas las leyes kirchneristas denominadas Cerrojo y de Pago Soberano de la Deuda así como toda norma que sea incompatible con la nueva legislación sobre el pago a acreedores externos.
Con la ley oficializada, el Gobierno planea emitir, en los próximos días, la deuda por hasta $12.000 millones en los mercados internacionales, con plazos de vencimiento de hasta 15 años, para aplicar los recursos obtenidos al pago a los acreedores.