Para la minera canadiense Gold Reserve, perdonar y olvidar resultó ser mejor de lo esperado. Pese a haber ganado un litigio de varios años en tribunales internacionales, luego de que el presidente Hugo Chávez expulsara a la empresa de un proyecto para la extracción de oro en 2009, la compañía optó por una resolución más amigable del conflicto que incluía, entre otras cosas, volver a invertir en Venezuela.
El pasado 5 de agosto firmó un acuerdo con el gobierno que concreta la creación de una empresa mixta, dedicada a la exploración y explotación minera en un área de 18.000 hectáreas ricas en oro, cobre y plata, al sureste del estado Bolívar.
El proyecto, llamado Brisas Cristinas, tendrá una duración inicial de 20 años, extensible por dos períodos de 10 años cada uno. Gold Reserve tendrá los derechos para la extracción de estos minerales, a cambio de los servicios de ingeniería y construcción, indica la minera en su página web.
La empresa cobrará una tarifa de 5% de todos los costos de construcción y desarrollo del proyecto. Además, recibirá un 5% adicional, una vez que se inicie la fase comercial, por «asistencia técnica durante las operaciones».
Contrario a lo que dejaron entrever los anuncios oficiales, la inversión de $2 mil millones necesarios para echar a andar las obras no saldrán del bolsillo de Gold Reserve. El acuerdo indica que la empresa y el gobierno «trabajarán juntos para completar el financiamiento de $2,1 mil millones contemplados para los costos de capital anticipados del proyecto Brisas Cristinas».
Dado que el proyecto está protegido por los beneficios del Arco Minero, la empresa mixta no pagará impuesto al valor agregado, timbres fiscales, impuestos municipales ni ningún tributo que surja de la contribución en activos.
En cuanto a las regalías, la empresa conjunta entre Gold Reserve y el gobierno pagará 5% por los primeros 10 años de explotación comercial; esta contribución subirá a 6% por los próximos 10 años; y a 7% de ahí en adelante.
Las ganancias, tal como detalló previamente el ministro del Desarrollo Minero Ecológico, Roberto Mirabal, se repartirán de la siguiente manera: 55% para el Estado venezolano y 45% para Gold Reserve; no obstante, si los precios del oro superan los $1.600 por onza, 70% del excedente lo absorberá el gobierno y 30%, la empresa.
El gobierno también autorizó a Gold Reserve a mantener los fondos asociados a los costos de capital en cuentas en divisas, y además podrá depositar los ingresos producto de la venta de los minerales en cuentas en el extranjero.
«Los ingresos por ventas serán convertidos en moneda local al tipo de cambio más favorable ofrecido por Venezuela para pagar, como es requerido, el impuesto sobre la renta y los costos anuales operativos y de capital del proyecto Brisas Cristinas», detalla el texto publicado por Gold Reserve.
Para protegerse de futuras disputas, el acuerdo con el gobierno venezolano también establece que el país indemnizará a la minera y sus afiliados «contra cualquier futura acción legal asociada con el proyecto Brisas Cristinas».
La junta directiva de la empresa mixta estará compuesta por 7 miembros, 4 asignados por Venezuela y 3 por la compañía.
El acuerdo para la conformación del proyecto conjunto viene acompañado del pago de una indemnización de $769.681.823 por la nacionalización del proyecto Las Brisas, administrado por Gold Reserve hasta 2009.
Además, el Estado deberá cancelar otros $240 millones en cuatro partes para adquirir la data minera que ya posee la empresa canadiense sobre el yacimiento. La primera deberá ser depositada el 31 de octubre de 2016, pero la información solo será transferida luego de que el país complete el pago total.