Economía

Acciones financieras y farmacéuticas pueden beneficiarse del triunfo de Trump

La victoria inesperada de Donald Trump en las elecciones para la presidencia de los Estados Unidos generó gran incertidumbre en Wall Street, porque se desconoce cuáles serán las políticas que implementará a corto plazo.

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Donald Trump
Foto: JUSTIN LANE | EFE

Buena parte de los inversionistas daba por descontado el triunfo de Hillary Clinton, por lo que el discurso de Trump, apartado de posturas ideológicas tradicionales del partido Republicano, es una fuente inagotable de preguntas e inquietudes.

“En este momento se desconoce cuál será la posición de la Administración Trump sobre el comercio, la seguridad nacional y los derechos civiles (salud, seguridad social, empleo, etc.). Es un juego abierto”, comentó David Osio, asesor de Davos Financial Group, en un análisis para El Estímulo.

Trump ha dicho que puede retirarse o renegociar los acuerdos comerciales, y ha llegado a decir que China es un «manipulador de divisas».

“Pudiera pensarse que el próximo ocupante de la Casa Blanca tendrá una postura proteccionista, con barreras comerciales que generarían represalias por parte de los países afectados. A la postre, esto perjudicaría el acceso a los bienes extranjeros, y eventualmente reduciría la competitividad general y la innovación de las corporaciones estadounidenses”, adviritó Osio.

Tales tensiones, junto a la incertidumbre general sobre los objetivos de la Administración Trump, generarían en los primeros días del nuevo gobierno un sentimiento de «riesgo» en las acciones y los bonos corporativos de las empresas estadounidenses, y una huida hacia alternativas de inversión más seguras como el oro y el yen japonés.

– ¿Qué esperan los inversionistas? –

En palabras de Andrés Coles, asesor de Davos Financial Group, los bonos del Tesoro de los Estados Unidos pueden beneficiarse inicialmente, pero los bonos a largo plazo podrían ser vistos con cautela si los mercados perciben que las políticas de Trump se enfocarán en ampliar el déficit presupuestario.

“Podría decirse que la atención de los inversionistas está puesta sobre las acciones de atención de la salud y farmacéuticas, ya que pueden mejorar sus ingresos revirtiendo las pérdidas recientes. La percepción es que una administración de Trump ejercería menos presión para bajar los precios de los medicamentos”, comenta Coles.

Entre los analistas se espera un mejor desempeño de las acciones financieras en el mediano plazo, en un contexto de una inflación más alta y curvas de rendimiento más pronunciadas, así como un posible replanteamiento de las regulaciones Dodd-Frank después de la crisis.

No hay que perder de vista, que las propuestas para reducir su carga reguladora podrían ayudarles a crecer más rápido y devolver el capital a los accionistas.

“Sin embargo, la incertidumbre que rodea los cambios potenciales que impulse Trump puede desestabilizar a los inversionistas, y cualquier demora de la Reserva Federal en elevar las tasas es un factor negativo a corto plazo”, comentó Osio.

Otra consecuencia de este giro político en Estados Unidos es que “muchos propietarios de activos en los mercados emergentes podrían comenzar a venderlos a corto plazo, por cuanto tienen una alta dependencia del comercio y la confianza de los inversionistas”, comentó Coles.

– ¿Posible equilibrio? –

Un factor de equilibrio es que la capacidad de Trump para implementar lo prometido en la campaña presidencial, parece restringida. Aunque los republicanos ahora mantienen el control tanto del Senado como de la Cámara de Representantes, Trump puede tener que comprometerse con el liderazgo del partido o escuchar a asesores más experimentados que moderen sus posiciones de la campaña electoral.

“Sin embargo, Trump estaba a menudo en desacuerdo con su propio partido y ha jurado rodearse de asesores menos conocidos, por lo que vale la pena esperar a la conformación de su equipo de gobierno. Eso dará mayor claridad hacia lo que viene en Estados Unidos”, dijo Osio.

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