Economía

Variación de tasa de cambio paralelo es de 22.732% en gestión de Maduro

Desde el 10 de enero de 2013, cuando Nicolás Maduro asumió en calidad de encargado la presidencia de la República ante la ausencia por enfermedad de Hugo Chávez y hasta el presente (30 de noviembre), el bolívar -moneda de curso legal- perdió su valor de compra erosionado principalmente por una espiral inflacionaria.

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Foto: Archivo

Ni el control de cambio ni el control de precios pudieron mantener el valor del bolívar. Contrario a lo que se persigue con estas políticas intervencionistas, los gobiernos que las aplican provocan distorsiones en la economía cuando dejan de ser una medida para convertirse en una política de Estado con fines políticos o clientelares.

La destrucción del aparato productivo (trabaja a un tercio de su capacidad), la caída de la producción de la industria petrolera, el desplome de  los precios del crudo desde mediados de 2014 y el financiamiento monetario del Banco Central de Venezuela al gasto público, han sido las causas de una inflación desatada que socavó el poder de compra del bolívar e incrementó la demanda de dólares en un país que ya no cuenta con los ingentes ingresos por concepto de exportaciones petroleras.

Desde aquel «vamos a pulverizar el dólar paralelo» pronunciado hace tres años por algunos voceros del gobierno, incluyendo al presidente Nicolás Maduro y al otrora hombre fuerte de la economía Rafael Ramírez, es mucho lo que ha transcurrido hasta lo que podríamos llamar «la pulverización del bolívar». En apenas nueve años -y quizá sea un caso digno de estudio- el gobierno «mató» la reconversión monetaria iniciada en enero de 2008.

Ahora las autoridades, conscientes de las enormes brechas que existen entre los precios de los bienes, se deciden por imprimir billetes de más alta denominación para atender parcialmente la escasez de efectivo que presenta el país.

Pero un dólar costaba -a cinco años de haber introducido el nuevo cono monetario- Bs 17,46 en el mercado paralelo el 10 de enero de 2013, fecha en la que Maduro pasaba a encargarse de la presidencia de la República ante la ausencia por enfermedad de Chávez. Ese mismo dólar se consigue por Bs 3.986,48 al inicio de la jornada del 30 de noviembre.

Si bien el peso del dólar paralelo en la formación de precios de la economía hace tres años no es el mismo que hoy en día, la devaluación del bolívar en ese mercado ha sido de 22.732%.

El precio de la divisa en el mercado no oficial es la máxima expresión del fracaso del modelo socialista impuesto por Chávez y exacerbado por Maduro.

El Ejecutivo nacional se empeña en responsabilizar de la pérdida de valor del bolívar a un ataque financiero liderado por miembros de la oposición con respaldo internacional, una supuesta guerra económica, y no ha reconocido que las erradas políticas monetaria y cambiaria son la verdadera causa de la voraz inflación nunca vista en el país y que dependiendo del economista que haga el análisis, podría hablarse de hiperinflación.

En octubre de 2015 el gobierno de Maduro demandó a DolarToday (página web que publica a diario la cotización de la divisa en el mercado paralelo) por divulgar un «precio artificial» del dólar y presionar la inflación, pero perdió el caso. Sin embargo, insiste en que el portal es el causante de la distorsión.

El aumento de la liquidez monetaria y una menor liquidación de divisas que el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, estima en $10,6 millones al día en septiembre, explica en buena parte el aumento de la demanda hacia el dólar paralelo.

Si se suma la radicalización del gobierno a pesar de participar en la mesa de diálogo que con apoyo internacional busca dar una salida a la grave crisis del país y las bajas expectativas de un acuerdo en el seno de la OPEP para un recorte de producción que impulse una recuperación de los precios, con lo que queda claro que no habrá más dólares para repartir en 2017, la demanda se volcará sobre la moneda fuerte.

Del bolívar fuerte como se denominó a la familia del cono monetario en 2008 no queda nada. Las monedas ya no se usan y los billetes de baja denominación solo sirven para pagar el pasaje del sistema de transporte Metro, fuertemente subsidiado por el gobierno.

La moneda venezolana sigue depreciándose de manera vertiginosa frente al dólar. En los últimos tres meses (septiembre-noviembre) lo ha hecho 287,46%, pero sólo en los 10 últimos días se ha devaluado 102,5%. Y todavía resta el último mes del año.

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