Economía

Ventas de alimentos en Cúcuta suben 30% tras reapertura del paso fronterizo

La presidenta de Federación Nacional de Comerciante (Fenalco), Gladis Navarro, señaló que desde la reapertura parcial de la frontera colombo-venezolana hace tres meses. la llegada a Cúcuta de venezolanos en busca de la canasta básica familiar ha representado un aumento de 30% en las ventas.

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Foto: Ariana Cubillos / AP / Archivo

En conversación con El Estímulo, Navarro coincide con dirigentes venezolanos al señalar que lo que existe es un paso peatonal y como tal lo han entendido los empresarios y el gobierno colombiano.

“A partir de una valoración (encuesta) aplicada a 50 supermercados de la zona metropolitana de Cúcuta se constató que en los primeros tres meses de apertura peatonal se han incrementado en 30% las ventas en algunos supermercados y el promedio de las compras que realiza el visitante venezolano oscilan entre 60.000 a 70.000 pesos, monto que puede haber subido en los últimos días luego del aumento del salario en Venezuela y la llegada de la temporada decembrina”, informó Navarro.

Fenalco no ha medido la incidencia del comprador venezolano en el sector de ropa y calzado “porque entendemos que desde que se abrió la frontera hay una necesidad clara y es conseguir comida que es en lo que se ha focalizado el comprador venezolano”.

– “Vienen, revuelcan y se van” –

Al caminar por las calles de Cúcuta, cerca de la temporada decembrina, sorprende ver la poca afluencia de compradores en ellas a pesar de las ofertas que registran los comercios que van desde 20% a 70% de descuento.

Según el testimonio ofrecido al El Estímulo, por Daniel Ostos, comerciante cucuteño, “no se ha visto luz ni ninguna mejora en las ventas luego de abierto el paso fronterizo”.

Jimmy Reyes es comerciante de calzado en Cúcuta, su negocio se ubica en plena calle 10 (centro comercial a cielo abierto) a unos pasos de la plaza Santander. Relató que “no han mejorado las ventas, al menos en el sector calzado. Más bien la gente llega quejándose porque solo les alcanza la plata para venir a comprar comida”.

Aseguró que el visitante venezolano llega a su local solo a preguntar precios. “Estoy pensando en poner un letrero que diga prohibida la entrada a venezolanos porque vienen, revuelcan y comparan los precios con los de antes que era más barato, no se llevan nada y nos ponen luego a bultear (organizar mercancía)”.

Comentó que antes del cierre de la frontera en agosto de 2015  los venezolanos que llegaban a su tienda, llevaban mercancía al mayor.

El 19 de agosto de ese año, el presidente venezolano Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera tras un ataque paramilitar en el que resultados heridos dos militares venezolanos.

“Cuando venían con las tarjetas de crédito con Cadivi, el venezolano tenía la costumbre de llegar y comprar zapatos no solo para él, sino que llevaba para el hijo, el marido, la mamá, el papá, la hermana, en fin no era menos de cinco o seis pares que se compraba. Llamaban y mandaban fotos a los familiares a ver si les gustaba el zapato”.

El vendedor de calzado aseguró que desde el cierre de la frontera a la fecha las ventas han caído de manera drástica en más de un 95% en su negocio.

“El colombiano compra pero poco, no como lo hacía el venezolano que nos visitaba, que entraban en cantidad y no solo en temporada. La temporada era todo el año. Ya finalizando noviembre era para que tuviéramos al menos 11 empleados en el local y apenas y somos dos y nada se está haciendo”.

Desafortunadamente a los colombianos la subida del dólar también los afectó y ha elevado mucho el precio del calzado. Zapatos que costaban 90.000 o 100.000 pesos, llegaron a un costo de 190.000 y 200.000 pesos, (172.200 y 181.800 bolívares al cambio de 1,10) dijo Reyes.

Juan Jaramillo, dependiente de una cadena de almacenes con sucursal en Cúcuta, admitió que todo cambió desde el cierre fronterizo hasta la fecha, a tal punto que el ciudadano colombiano tiene miedo de cruzar la frontera hacia San Antonio o Ureña.

“Ahora nos da miedo pasar para el otro lado. El cucuteño no conoce al San Antonio de ahorita, no vamos porque nos da miedo, uno no sabe si de pronto lo agarran y encierran o estando allá qué medida el gobierno puede tomar…han tomado medidas muy verracas (difícil y rudas), absurdas”, dijo el colombiano.

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