Una moneda virtual parece ser el nuevo instrumento que derrota al bolívar en Venezuela, impactado en los últimos años por una alta inflación con una elevada tasa que algunos cifran en cuatro dígitos. Los venezolanos ávidos de contar con un patrimonio más sólido encontraron en el bitcoin, la manera de alcanzar los dólares que el gobierno socialista se empeña en restringir.
El interés de los venezolanos en esta «revolución monetaria» que es el bitcoin, se evidencia en el incremento exponencial que se ha registrado en los últimos años en las operaciones con la moneda electrónica. De acuerdo con datos aportados por LocalBitcoins, plataforma tecnológica que ofrece el servicio de intercambio persona a persona, las operaciones en Venezuela pasaron de 2.000 bolívares en octubre del año 2013 a 724.740.300 bolívares al 7 de enero de 2017.
«Este país, a pesar de su crisis económica, sigue liderando el número de transacciones a través de Localbitcoins en América Latina. La última semana de diciembre se produjo el mayor número de operaciones en bolívares: 731,2 millones de bolívares (aproximadamente 218.400 dólares) fueron intercambiados por bitcoins, mientras que la segunda semana de enero se logró la segunda cifra récord: 724,7 millones de bolívares (aproximadamente 216.460 dólares al precio de dólar paralelo)», indicó la página web Diario Bitcoin.
Venezuela se coloca así a la par de países como Brasil, Colombia, Chile, India, Malasia, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Reino Unido y Turquía con mayores operaciones con bitcoins.
Este instrumento responde a una válvula de escape para que los venezolanos puedan dolarizar sus haberes. «Es una opción de inversión para darle viabilidad económica y financiera a su negocio en marcha, ya que esta unidad monetaria digital tiene cotizaciones y convertibilidad con respecto a las principales divisas«, resalta el economista Leonardo Buniak.
El bitcoin ha generado mucho debate debido a los factores asociados al riesgo reputacional por posibilidad de fraude electrónico. El Comité de Basilea se ha pronunciado con cierta reserva y están formulando y arbitrando mecanismos de control para incluir entre sus normas la forma de regular este tipo de instrumento. Varios países también han comenzado a crear normativas para evitar operaciones ilegales con esta moneda como el lavado de dinero.
Pero eso parece no preocupar a los venezolanos quienes han entendido que el bitcoin puede proteger su patrimonio en una moneda mucho más sólida y que se ha convertido en el futuro de las operaciones internacionales, es decir, sirve para darle viabilidad al comercio exterior. Por lo que resulta una alternativa en estos momentos de restricciones en el acceso de las divisas para importar.
Al ser el costo de la electricidad en Venezuela subsidiado por el Estado, hace a su vez más rentable este tipo de operaciones.
«Suena curioso que Venezuela se encuentre entre los principales países donde los actores financieros, ahorristas e inversores usen este tipo de monedas virtuales, pero es precisamente por la poca profundidad que en la actualidad tiene el sistema bancario venezolano. Factores como la alta inflación y los controles de cambio han convertido al sector en una banca pequeña y prácticamente raquítica», destaca Buniak.
«Suena curioso» pero tiene sentido, ya que debido a los controles en Venezuela se convierte al bitcoin en una moneda alternativa para hacer inversiones, al contar con un mecanismo fluido, tomando en cuenta la imposibilidad en el país de contar con un libre movimiento de capitales.
En años anteriores en Venezuela los inversionistas tenían opciones para obtener rendimientos, como el mercado de capitales tanto a través de la renta fija (bonos) como la renta variable (acciones de compañías en bolsa), también el mercado inmobiliario, la compra de deuda soberana de economías emergentes, latinoamericanas o de los Brics. Con el control de cambio y la prohibición de negociar títulos de deuda en divisas, se cerraron las posibilidades de inversión.
«El éxito del bitcoin en el caso venezolano puede explicarse a través de una respuesta para aquellos actores financieros que son capaces de generar ahorro y superávit para invertir en una opción de inversión que resguarde su poder adquisitivo, para tener reservas de valor y por supuesto sin tener que sufrir por los mecanismos de control cambiario que existen en el país», reitera Buniak.
– Las plataformas locales –
En Venezuela ya hay «plataformas de activos digitales» para aquellos interesados en participar en este mercado. Es así como se creó Cryptobuyer.io, la cual ofrece la oportunidad de comprar y vender bitcoin usando bolívares.
En un cuestionario respondido a El Estímulo, sus representantes señalaron que en Venezuela se tienen reportes de operaciones desde el 2012, pero el verdadero boom fue en 2016, «gracias a los medios de comunicación internacionales que empezaron a hacerse eco del uso de la tecnología en países cercanos como Argentina, donde es bastante conocido el uso del bitcoin. De hecho, el Banco Central de esa nación llamó recientemente a concurso a desarrolladores para analizar los posibles usos de la tecnología blockchain«.
Destacan que a pesar de los posibles temores en el uso de esta moneda, el bitcoin es una tecnología que desde su concepción hace más de ocho años «no ha sufrido un solo incidente de seguridad en cuanto a su protocolo, y si bien es muy volátil, lo es mucho menos que el ritmo de la devaluación de las monedas locales de muchos países. Eso es solo parte de las muchas ventajas que tiene, no solo como sistema de transferencia, sino como medio de almacenamiento de valor. Bitcoin resultó ser la moneda de mayor rendimiento en 2016, con más de 20%, superior al dólar y al euro».
Cryptobuyer tiene clientes de todo tipo: desde jóvenes freelancers venezolanos que trabajan desde su casa vía Internet haciendo páginas web o programando, y que reciben sus pagos desde el extranjero usando este sistema, hasta madres de familia que reciben ayudas de sus hijos y familiares desde sitios como Chile, Estados Unidos, Panamá o Colombia.
«También ofrecemos la posibilidad de pagar servicios como telefonía prepago o cable usando este activo, por ejemplo: Juan que está en Madrid, puede recargar el celular de su mamá en Puerto Ordaz o pagar su tarjeta de crédito de cualquier banco, sin engorrosas transferencias internacionales, en minutos, bajo una plataforma con seguridad de nivel bancario. Creemos que esto es súper poderoso para mucha gente en estos momentos de crisis», resalta la empresa local.
Entre los beneficios que esta moneda puede dar a los venezolanos, Cryptobuyer resalta la «independencia, seguridad y versatilidad». Explican que se pueden mantener ahorros en bitcoin y solo cambiar a bolívares lo que se necesite sin necesidad de exponerse a la hiperinflación o a la devaluación.
«Además puedes enviar valor a cualquier persona en cualquier parte del mundo, hacer compras por Internet cambiando tus bitcoin por Gift Cards de Amazon y hasta comprar boletos de avión y hacer reservas de hotel en sitios como Expedia y Cheap Air. Recientemente la famosa empresa de viajes Destinia anunció que solo aceptará bitcoin como forma de pago para sus operaciones en Venezuela, eso puede dar una idea del alcance y confianza en la tecnología».
Existen varias empresas facilitando el intercambio en Venezuela con la moneda virtual y muchas exchanges internacionales permiten la compra de bitcoin, algunas con respaldo de bancos tradicionales como BBVA en Coinbase y JP Morgan en Circle.com.
Si las regulaciones se adaptan a esta moneda, se ofrecerá mayor seguridad a las operaciones. De mantenerse los controles y las distorsiones macroeconómicas en el país, es de esperarse que se incremente aún más su uso entre los venezolanos.