Economía

Designación de Sanguino en el BCV envía una mala señal a los inversores

Para analistas consultados, el ex diputado no ejecutará los cambios necesarios que requiere la política monetaria y cambiaria. Prevén que su relación con inversionistas internacionales será nula. Sostienen además que la salida de Merentes antes de terminar su período sigue reflejando a un gobierno para el que la institucionalidad no es importante.

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Ricardo Sanguino
FOTO: ARCHIVO | AVN

La frase «¿Cuál crisis? ¿Cuál crisis?» del ex diputado y ex presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, quedó en la memoria de muchos venezolanos cuando increpaba a sus homólogos de oposición que alertaban sobre la situación económica de Venezuela. Expresiones como estas y su postura nada crítica a las medidas del Ejecutivo que lesionaban la autonomía del Banco Central de Venezuela (BCV), es para muchos analistas un punto de preocupación sobre el futuro del ente emisor y su relación con inversionistas internacionales.

Sanguino fue designado el pasado domingo como presidente del BCV, en sustitución de Nelson Merentes, quien renunció el pasado viernes, según lo dicho por Nicolás Maduro.

«Lo conozco muy bien. Es uno de los hombres más estudiosos y conocedores de la vida financiera, económica y monetaria del país», dijo el jefe de Estado sobre su ex colega en la AN. Sin embargo, muchos no opinan igual y temen que no tenga buenas relaciones con inversionistas internacionales.

A juicio de Alejandro Grisanti, analista de Knossos Asset Management, Sanguino continuará con la política de opacidad que ha tenido el BCV en los últimos dos años, sin publicar cifras macroeconómicas.

«El presidente del Banco Central va a seguir secuestrado por su directorio y especialmente por Sohail Hernández, que es una persona bastante radical y que al final es la que está manejando el ente emisor en la parte operativa», dijo.

Recalca que dentro del gobierno, Merentes era la persona que dedicaba más tiempo para recibir inversionistas y por ende tenía la imagen menos mala.

Sanguino inicia su gestión en el BCV con un país cuya inflación de tres dígitos, alcanzó un récord de 800% (según cifras obtenidas por Reuters) y con una política cambiaria con un sistema de controles que ha generado distorsiones importantes en la economía.

Para muchos, el ex diputado no se encuentra preparado para asumir las riendas del cambio que necesita el ente emisor.

«Creo que tenemos a un presidente (Maduro) que no cambia de rumbo y una señal muy clara es que la principal misión de Sanguino será combatir las mafias imaginarias en Cúcuta. Será un presidente de un banco central muy inocuo y que no será capaz de combatir el principal problema que sufre hoy Venezuela que es la alta inflación y la drástica caída del poder adquisitivo», afirmó Grisanti.

Para el banco de inversión Torino Capital, Sanguino es un político de carrera con puntos de vista económicos pragmáticos y el cual ha criticado la autonomía de los bancos centrales, considerándola una concepción capitalista.

«Sanguino también argumentó que el banco central se había profesionalizado durante los años del presidente fallecido Hugo Chávez, en contraste con las gestiones anteriores cuando fue dirigida por representantes de grupos empresariales», resalta Torino en un informe enviado a clientes.

Por su parte, Eurasia Group coincide en que Sanguino tendrá una capacidad limitada para lograr cambios en la política económica, ya que el «manejo del BCV seguirá siendo moldeado por la directora Sohail Hernández, una de la figuras más radicales del chavismo».

Destaca que continuará la misma política en materia cambiaria. «El BCV continuará con el financiamiento monetario del déficit, lo que significa que la inflación continuará en una espiral de ascenso». 

El economista Víctor Álvarez considera que los cambios en el BCV «para nada» indican un cambio en las políticas monetaria y cambiaria.

«Aunque es de sentido común y amplio consenso sobre lo que hay qué hacer en materia de política monetaria y cambiaria, no me hago muchas expectativas con estos cambios. Sanguino es un operador de la nomenklatura oficialista en el poder«, señala.

Recordó que Sanguino como presidente de la Comisión de Finanzas de la AN, gestionó y tramitó los innumerables créditos adicionales que alimentaron los presupuestos paralelos financiados con dinero inorgánico que desbocaron la inflación.

«Ahora como presidente del BCV se espera que su desempeño siga siendo funcional a las demandas de dinero del gobierno que con seguridad va a aumentar su gasto para aumentar la popularidad de sus candidatos en las elecciones de gobernadores y alcaldes, si es que finalmente se realizan», acota Álvarez.

El actual presidente de la Comisión de Finanzas del parlamento, José Guerra, afirma que «vendrán más tiempos malos para la economía» ya que Sanguino propiciará más desestabilización económica, al ser un hombre de partido y no un técnico.

«Ojalá que no sea peor el remedio que la enfermedad. Las señales que ha dado Sanguino desde el parlamento han sido nefastas para la economía venezolana. Uno, aprobó el presupuesto del año pasado (2016) que nos trajo a esta crisis; dos, hizo una investigación sobre el desfalco de los dólares y nunca lo publicó; tres, ha mostrado una actitud reacia a cualquier reforma económica que mejore la economía venezolana y cuatro, no es un hombre competente ni solvente ya que nadie le conoce experiencia en materia financiera», dijo.

Los analistas consultados destacan además que la designación de Sanguino, sin el visto bueno de la AN, es un ejemplo de que el presidente Maduro le da muy poca importancia a la institucionalidad, al respeto de los períodos y a la autonomía del Banco Central.

Con las modificaciones realizadas desde el Ejecutivo a la Ley del BCV, se eliminaron varias atribuciones que la Asamblea Nacional tenía sobre el ente emisor e igualmente se incorporaron disposiciones que contravienen a la Constitución.

«El poder del presidente del BCV se ha reducido mucho, es un banco central que oculta cifras y que se ha prestado para financiar al gobierno, por lo que con la salida de Merentes, esto no va a cambiar», apuntó Grisanti.

«Un verdadero cambio en la política implica erradicar el financiamiento de los déficits de Pdvsa y del gobierno con emisiones de dinero sin respaldo en la producción, que a la larga atizan y desquician la inflación. Y eso no lo van a hacer», coincidió Álvarez.

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