Economía

En 2 semanas se han perdido 100.000 kilos de pescado por retención ilegal en alcabalas

Las retenciones de alimentos en los estados llaneros no han cesado. El presidente de Fedecámaras Apure, Vito Vinceslao, denunció que las autoridades estadales siguen obligando a los productores a venderles el 10% de su mercancía a un precio inferior al establecido. Pero, ahora la situación se extiende al pescado.

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Foto: Andrea Hernández / El Estímulo

«El problema persiste. Las retenciones de los camiones que transportan queso llanero se mantienen todos los lunes en las alcabalas del estado Apure, pero ahora las autoridades también se los están aplicando a los caveros que trasladan pescado», dijo Vinceslao, en rueda de prensa en la que participaron algunos representantes regionales para exponer la crítica situación por la que atraviesa el sector.
Esto sucede desde hace dos semanas. Los productores han indicado que durante este tiempo han perdido entre 80.000 y 100.000 kilos del producto.
Agregó que los caveros quieren endosarles ese 10% a los consumidores. «Hoy el kilo de queso amaneció en Bs 525.000 promedio  en la entidad».
Explicó que no se cumple la resolución del 22 de enero del ministro de Defensa, y jefe de la Gran Misión Abastecimiento Seguro (GMAS), Vladimir Padrino López, que prohíbe las que autoridades locales y regionales retengan alimentos.
La retención en el caso del queso hace que su precio se incremente entre 30 y 40 veces más, acotó.
Denunció que los alimentos decomisados son desviados a una «empresa ficticia» creada por el gobierno. Según Vinceslao, la compañía lleva por nombre Cabresquera, que tiene un RIF jurídico.
Se quejó también por la escasez de papel moneda, lo que lleva a las personas a pagar hasta 100% más por el producto (queso o el pescado), si el pago se realiza por transferencia.
El precio del queso aumenta semanalmente, motivado al costo de los insumos y la materia prima para producir. «Solo el litro de cuajo que rinde aproximadamente para producir diez kilos de queso, pasó de 225 mil bolívares a Bs 2.000.000. La mano de obra también ha aumentado, todo es una cadena y el consumidor es el que se ve afectado», puntualizó.
Por su parte, Omar El Chumary, presidente de Fedecámaras Portuguesa, dijo que el desplome de la producción agrícola ha sido sostenida en los últimos años debido a las restricciones del gobierno y a la precariedad de los insumos.
«Ninguna de las asociaciones ha recibido ni un gramo de insumos como fertilizantes; hay una gran escasez de agroquímicos: insecticidas, herbicidas, fungicidas, que son fundamentales para la actividad agrícola», agregó.
Recordó que el ciclo de siembras 2017 fue «bastante crítico» para el consumo nacional, pues en el estado Portuguesa el objetivo era sembrar 375.000 hectáreas, pero solo se logró cubrir 111.000 por la falta de insumos, los cuales no son entregados oportunamente por el gobierno.
Aseguró que en el caso del maíz amarillo solo se logró sembrar 88.000 hectáreas de 222.000 que se tenían planeadas, mientras que en el rubro del arroz, la intención de siembra era de 100.000, pero apenas pudieron llegar a las 25.000, lo que equivale a 25%-29% para cubrir la demanda nacional.
«Este año no hemos recibido los insumos para cumplir ni el 15%; es decir, la cosecha venidera es totalmente catastrófica, así el gobierno otorgue los recursos ahora, no se cumplen los tiempos, porque tenemos que sembrar antes del 3 de mayo», alertó. 
También existe una deficiencia en las maquinarias, pues se necesitan entre 5.000 y 6.000 tractores para trabajar en el campo. «Tenemos un cementerio de maquinarias que ya no están en condiciones óptimas para seguir trabajando», acotó. Además, indicó que existen 12.000 kilómetros de vialidad a las que no se les hace mantenimiento desde hace cinco años.
«Nuestros productores están comprometidos con Venezuela. Sin productores, no hay agricultura, no hay alimentos y el país deja de ser próspero», puntualizó.
Joni Houda, presidente de Fedecámaras Bolívar, aseguró que las empresas metalúrgicas e hidroeléctricas también están paralizadas ante la falta de renovación de sus equipos.
En tal sentido, propone un cambio de modelo de desarrollo, cuya primera etapa consiste en la creación de un sistema de estabilización económica, «que garantice un flujo normal de recursos, al establecer alianzas estratégicas entre el sector público y privado». De igual forma, una segunda etapa de reindustrialización con «énfasis en la diversificación».
«Se hace indispensable un programa de estímulo, para las cuantiosas inversiones del sector privado, tanto nacional como extranjero; facilitación de terrenos, alianzas con universidades y centros de investigación tras fuga de talentos», sentenció. 
Carlos Luis González, presidente de Fedecámaras Carabobo, indicó que la paralización de las industrias básicas de Bolívar ha perjudicado de manera directa al sector metalúrgico de Aragua y Carabobo. «En el sector petroquímico, no hay envases, bolsas, ni potes», agregó.
«Tenemos meses sin recibir materia prima para el sector metalúrgico. De las 2.600 industrias que le queda al sector privado, más de 40% duda seguir abierta en 2018», destacó.
Indicó que la zona industrial en Aragua y Carabobo está paralizada en80%; y a su vez, agregó que 15% de los trabajadores no han regresado de sus vacaciones decembrinas.
Aseguró que las malas condiciones económicas del país ha provocado una diáspora de 40% de los empleados, que se han residenciado en el exterior, para ayudar a sus familiares.
También, indicó la problemática del sector transporte en el estado Carabobo. «La creación del ‘Bus-Camión’ es infrahumano, es una burla que los ciudadanos de este país estén montados en camiones como animales, porque las unidades de transporte en Carabobo no llegan ni al 15%», acotó. 
Mientras que el presidente de Fedecámaras Trujillo, Richard Berríos, aseguró que la voraz hiperinflación que atraviesa el país desde octubre de 2017, ha afectado 80% de la producción agrícola andina. Se suman los problemas de electricidad, gas, vialidad, seguridad.
«Necesitamos la presentación de políticas macroeconómicas serias hacia el campo venezolano, que rescate la producción de tubérculos, de hortalizas, de café; queremos ser de nuevo la luz de la producción agrícola», dijo. 
Aseguró que los Andes no cuenta con «abastecimiento serio» de fertilizantes, pues les cobran hasta 1.000% más por los insumos de los precios establecidos. «No tenemos acceso a los precios reales de los insumos agrícolas», denunció.
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