En emergencia se declararon este lunes unos 5.732 afiliados a la Cámara de Licoreros del estado Táchira, quienes denunciaron constantes “abusos y atropellos” por parte de funcionarios de la Policía del Táchira. Explican que sin orden legal realizan inspecciones y cierran los comercios de venta de licores sin ofrecer los motivos de la medida.
Andrés Santander, presidente de la Federación Nacional de Licoreros, señaló que la Policía del Táchira a través de un operativo “abusivo” coartando a estos comerciantes de la región el derecho al trabajo y al libre ejercicio económico sin razón justificada.
“Están entrando a nuestros negocios sin ninguna providencia, sin ningún fiscal del Seniat o de la alcaldía, lo hacen como si estuvieran llegando a las puertas de sus casas. No podemos seguir permitiendo estos atropellos porque somos personas trabajadoras y quienes después del petróleo, los que generamos mayores impuestos al gobierno nacional. Pedimos diálogo para seguir trabajando porque apostamos por el país. Deberían premiarnos porque a pesar de la crisis seguimos trabajando y no nos hemos ido de Venezuela”, dijo.
Por su parte, Jhonson Delgado, presidente de la Cámara de Licoreros de la Región, dijo desconocer las razones legales, de hecho o de derecho que tiene la Policía del Táchira para impedir que los comerciantes de licores legales de la región puedan ejercer su oficio.
“Pagamos impuestos municipales, regionales y nacionales, generamos más de 10.000 empleos directos y 18.000 indirectos. No entendemos el acoso por parte de los cuerpos policiales que nos impide trabajar”, explicó el vocero regional.
Además rechazó el ensañamiento con quienes están al día con toda la permisología, ya que son sorprendidos en sus locales por patrullas tipo comando de donde descienden funcionarios armados, portando pasa montañas y sin ordenes, violentan la propiedad privada ingresando al comercio obligándolos a cerrar.
“Nos obligan a cerrar y han amenazado de meter preso a los administradores y a los dueños de los locales. Somos familias enteras que trabajamos, generamos empleos y no entendemos por qué nos atacan. Mientras arremeten contra nosotros en el Táchira existen más de 3.300 ventas clandestinas de licor que no son visitadas ni atacadas por la policía regional”, detalló Delgado.
El vocero del gremio licorero, criticó que San Cristóbal se haya convertido en la quinta ciudad de Venezuela con mayores índices de inseguridad y los operativos policiales van es contra los trabajadores formales y no detrás del hampa y la delincuencia organizada.
“Mientras andan 20 y 30 policías motorizados cayéndole a una licorería, los delincuentes por otra parte andan haciendo de las suyas. Por eso estamos pidiendo con urgencia una reunión formal con las autoridades de seguridad en la región, el representante de la Zona de Defensa Integral, con el general jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral de Los Andes, a la gobernadora del Táchira y el alcalde de la ciudad para establecer normas de convivencia porque somos trabajadores”.
Denunció el representante de los comerciantes de licores que hace dos semanas sostuvieron un encuentro con diputados del parlamento regional y el director de la Policía del Táchira, general José Noguera, para tratar el tema y el mismo se habría comprometido a bajar la intensidad de los operativos una vez aceptó que han existido excesos. Pero hasta el momento “parece que la reunión no significó mucho para él y lo que hizo fue arreciar los operativos”.
– Perdidas incalculables –
Carlos Camperos, propietario de una licorería ubicada en la parte alta de San Cristóbal, relató que el pasado sábado, funcionarios adscritos a la policía regional, irrumpieron en su comercio cerca de las 5 de la tarde, obligándolo a bajar la santamaría sin ningún motivo o justificación.
“Cuando pregunte el motivo, nadie me supo explicar, ningún policía tuvo un argumento valedero para justificar la acción. Les pedí algún documento, gaceta u otro documento legal que justificara el cierre pero no tenían nada…ellos alegan que son ordenes de arriba, están cumpliendo órdenes y lo que tienen es que cerrar”, reveló Campero.
El comerciante dijo a El Estímulo que la acción policial que les está impidiendo trabajar se viene desarrollando desde hace tres semanas, intensificándose el pasado fin de semana cuando no les permitieron laborar.
“Las pérdidas son enormes porque para nadie es un secreto que los días viernes y sábados son los mejores días que tenemos los licoreros para vender. Esos días hacen lo de una semana y al no poderlos trabajar podemos decir que perdimos una semana de trabajo. Tenemos que pagar alquiler, empleados y sacar el sustento de nuestras familiar y no hemos podido trabajar, lo que queremos es trabajar y que se respeten nuestros derechos”.]]>