Estas fallas en los controles duraron varios años, «principalmente antes de 2014», precisó la FINMA en un comunicado, señalando que se repitieron, en particular en Clariden Leu, una ex filial del banco.
«Los controles sobre el comportamiento del banco en los casos de la FIFA, de Petrobras y de PDVSA eran independientes unos de otros, pero concluyeron todos lo mismo», indica el comunicado.
La FINMA constató que el segundo banco más importante de Suiza falló, en estos tres casos, en sus obligaciones, entre otras en materia de verificación de la identidad de la parte contratante, de la identificación del beneficiario económico así como en las clarificaciones necesarias en caso de riesgo mayor.
«Para que un dispositivo de lucha contra el lavado de dinero sea eficaz, todos los sectores concernidos del banco deben poder, de un clic, tener una idea clara del conjunto de los roles y de las relaciones de un cliente«, indica la FINMA.
La autoridad precisó no obstante que el Credit Suisse trabaja desde 2015 en hacer eso posible, que llevó a cabo investigaciones internas y que tomó medidas para reforzar de manera general los temas de conformidad y de lucha contra el lavado de dinero.
También subrayó que el banco cooperó durante el procedimiento, pero ordenó medidas adicionales para reforzar los sistemas de control.
La FINMA había iniciado investigaciones en 2015 en varios bancos para verificar si algunos de sus clientes estaban implicados en presuntos casos de corrupción y si esos bancos habían respetado sus obligaciones de control en relación a la lucha contra el lavado de dinero.
Para el Credit Suisse abrió dos procedimientos, unos sobre sus obligaciones de diligencia en la lucha contra el lavado, y otra sobre una relación importante para el banco con una persona política expuesta.
En este segundo caso la investigación reveló flaquezas en la organización y gestión de los riesgos, en particular con el consejero del banco a cargo del cliente.
Este consejero, que desde entonces fue condenado penalmente, violó «de manera repetida» las disposiciones del banco en materia de conformidad, indicó la FINMA que lamentó los insuficientes controles.
«El Credit Suisse tomó nota del anuncio de la FINMA y reconoce las conclusiones a la que llegó», reaccionó el banco en un comunicado subrayando que desde entonces había reforzado su dispositivo de control.
Las fallas reprochadas conciernen al periodo 2006-2014, indicó el banco.
La FINMA no impuso una multa ni ordenó la restitución de los beneficios.