Economía

Antonio Paiva: “El socialismo del siglo 21 es una estafa de marca mayor” | Entrevista

El "Negro Paiva", profesor universitario, consultor, economista, encarna la decepción de buena parte de Venezuela con la llamada revolución socialista del siglo 21 de una manera tan especial, que no podíamos dejar de hacerle una entrevista para El Estímulo este año.

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Antonio Paiva, economista

Es un economista con maestría en finanzas egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), profesor de esa casa de estudios y de otras, presidente de la firma de consultoría económica Apecca. Antes de estudiar economía fue miembro del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y guerrillero en los albores de la democracia venezolana en la segunda mitad del siglo 20, en aquellos lejanos años 60.

Hoy sobrevive en Caracas con las remesas que les pasan sus hijos, casi todos en el exterior, y los 30 dólares mensuales de su jubilación, que no cubren ni un 10% del costo de la canasta básica de alimentos al cierre de julio.

Para él, la revolución socialista del siglo 21 “es una estafa de marca mayor”, que ha tratado a los venezolanos mucho peor de lo que otros regímenes autoritarios, totalitarios y antidemocráticos del planeta han tratado a sus pueblos en el pasado, tanto en América como en Europa y Asia, y que ha “encadenado” a la economía venezolana por seguir el modelo cubano en lugar de copiar a la perestroika rusa de Gorbachov, o a la china capitalista que compite con Estados Unidos por convertirse en la principal potencia económica del mundo.

En busca de relevo generacional

Desde la perspectiva de Paiva y ante la incapacidad de la oposición de resolver el caos nacional en esta coyuntura, Maduro y su combo deberían irse para salvar al país y darle paso a un relevo generacional que tenga verdaderamente la capacidad de integrar una alternativa real de poder que sane y diversifique a la economía, recupere la confianza en el bolívar y capte las inversiones que hacen falta para reactivar a la industria petrolera y energética nacional, como es debido.

También, para recuperar los servicios públicos y la infraestructura básica y garantizar un crecimiento sostenible de entre 10% y 20% anual en las próximas décadas, para volver a ser la cuarta economía más grande de América Latina en el mediano plazo, como lo fuimos hace apenas unos lustros.

Este economista proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) venezolano crecerá 10% en 2022 y que al cierre de este año la economía informal se acercará al 60%, el desempleo superará el 40%, la inflación se ubicará alrededor de 100% y las remesas treparán a 20% del PIB.

Además, se muestra convencido de que el gobierno no cumplirá su meta de producción petrolera (un millón de barriles por día, bpd) porque no lograrán flexibilizar las sanciones y sumar los 300.000 bpd diarios de la petrolera estadounidense Chevron, mucho menos después de haberle cedido a Irán un millón de hectáreas de terreno en el corazón de Venezuela.

Venezuela, precios AFP
La dolarización en las transacciones diarias es una marca de la economía venezolana actual, mientras los salarios siguen estancados. Foto: Federico Para AFP

Más allá de la propaganda chavista

Tras ocho años de recesión vivida durante la mayor parte del régimen de Nicolás Maduro (2014-2021) Venezuela empezó a crecer el año pasado y ese rebote técnico continúa este año. Pero nuestra economía perdió 80% de su capacidad productiva en este período y es tan escuálida hoy que solo pesa 20 kilos de los 100 kilos que tenía en 2013, si hacemos un paralelismo con el cuerpo humano. ¿En verdad, Venezuela se arregló?

«No. Venezuela no se arregló. Eso es lo que dice la propaganda del gobierno, pero no es la verdad, es pura pantalla. Como consecuencia de dejar de perseguir al dólar y permitir que los comerciantes pudieran definir sus precios y estimular la competencia, que hubiese libre exportación, esas medidas empezaron a tener resultados: bajó la inflación al estabilizar la tasa cambiaria, lo que ha llevado a un sacrificio importante de reservas del Banco Central de Venezuela (BCV)».

¿Cuántas reservas internacionales ha quemado el BCV en esto?

«Por lo menos, 20 millones de dólares diarios en promedio, desde noviembre de 2021 hasta hoy, lo que es una barbaridad».

De ser cierta su estimación de ese promedio, estamos hablando de al menos 3.600 millones de dólares de reservas del BCV quemadas en los últimos 9 meses y eso es más del 6% del PIB actual de Venezuela…

«Por eso digo que es una barbaridad. Ahora todas las transacciones del país se hacen en dólares, desde los buhoneros hasta los banqueros. De hecho, en los locales comerciales tú ves una cifra que la ponen como una referencia, pero que no es más que el precio en dólares, que es la moneda que está fijando los precios en Venezuela desde hace mucho tiempo. Y lo que se paga en Bolívares (Bs) aquí, se paga en dinero electrónico, porque lo más escaso que hay ahora mismo en la economía venezolana es el efectivo en bolívares.

Lo otro que ha mejorado la economía es la enorme transferencia de recursos de venezolanos que están en el exterior para apoyar a sus familias que quedaron en Venezuela. Las remesas son hoy un factor económico importante. Se estima que entre un 10% y 12% del PIB de México se genera de estas remesas, en Guatemala y El Salvador esa cifra debe llegar a no menos del 20% actualmente».

¿Las remesas en Venezuela cuánto inyectan a la economía actualmente?

«Yo creo que es mucho más de lo que algunos estiman. Uno de los grandes negocios que ha habido en Venezuela en los últimos años han sido los courier. Y una de las grandes mentiras es que las sanciones han afectado el comercio de alimentos, medicinas y otros, los courier demuestran lo contrario a eso. Las importaciones de alimentos, de medicamentos y material médico quirúrgico y equipos, siguen entrando libremente. Y el origen de muchos de ellos es Estados Unidos. Esas sanciones están orientadas a las personas que están acusadas de fraude, de ilícitos, de delitos financieros o violaciones de derechos humanos. Lo demás es propaganda.

Algunos economistas hablan de 4.000 millones de dólares en reservas, otros hablan de 8.000 millones. Yo me inclino más a lo segundo, a que estamos cerca aquí también a un 20% del PIB en remesas, porque mucho de lo que está entrando es parte de una contabilidad no pública, familia o informal, pero que permite explicar porque la gente no se está muriendo de hambre con salarios mínimos, jubilaciones y pensiones de 30 dólares al mes. Hay penurias y dificultades, pero evidentemente que las cosas han mejorado en los últimos años».

¿Cuánto ha perdido Venezuela por los descuentos de petróleo que le han hecho a sus aliados vía exportaciones en los últimos años?

«Lograron estabilizar en los primeros meses del año el mercado petrolero, con algunas exportaciones hacia Turquía, India y China, que a pesar de los enormes descuentos que están dando (entre -30% y -40%), que es una barbaridad y sobre todo en una coyuntura como la actual, con los precios del petróleo tan altos por la guerra.

Con eso han resuelto el problema del mercado interno de la gasolina, que prácticamente no hay escasez en Caracas, hay colas y hay quejas por el tema del precio, pero escasez ya no, excepto en el interior de la República, donde eso sí se mantiene».

¿Cómo evalúa la actuación del empresariado venezolano en esta coyuntura?

«He llegado a escuchar a algunos empresarios decir que la economía de Venezuela se ha recuperado y que es el momento de dar un paso más. Y por supuesto, como eso lleva agua al molino del gobierno, el gobierno encantado de la vida les hace el juego y les da algunas migajas o les anuncia cosas que al final no cumple. Por ejemplo, los sueldos docentes, que son unos sueldos miserables y por eso las protestas que se están dando en todo el país por el bono vacacional, que prometen una cosa y terminan pagando solo una migaja de eso (10%).

La mejor demostración de que no han logrado recuperar la economía es esa, ni siquiera tienen dinero para pagar los compromisos de pago que asumen con los docentes del país.

Y también por eso es que las olas migratorias siguen desangrando al país y desintegrando familias. Los profesionales jóvenes egresados de las universidades públicas y privadas, se quieren ir después de graduados, son muy pocos los que se quedan, o bien porque sus familias pueden sostenerlos o bien porque consiguen ingresos fuertes en divisas desde el exterior, pero la mayoría se va porque acá no se puede vivir con esos salarios de hambre que se pagan. Los recién graduados lo que quieren es irse, y lo hacen con todo derecho y razón, porque no pueden repetir el modelo de sus padres y dar a sus familias la calidad de vida que nosotros les dimos a las nuestras en el siglo 20. Ellos no pueden comprar un carro o una vivienda, educar a los hijos en buenos colegios, llevarlos de vacaciones al exterior. Nada de eso. Eso no lo puede hacer en Venezuela un médico, ni un abogado, ni un docente ni un arquitecto ni un ingeniero recién graduado. Con los salarios que les dan aquí no pueden ni comer completo y dependen de las remesas de los migrantes para completar por eso se van.

A mí me sorprende que aún hay empresarios que todavía siguen bajo la dependencia del papá-Estado y quieren seguir haciendo negocios con el Estado o gracias al Estado, en lugar de convertirse en los emprendedores y verdaderos capitanes de empresas que el país necesita en una coyuntura como esta. ¿Tú te imaginas en Estados Unidos al señor Musk o a Zuckemberg pidiendo una audiencia con un ministro o el presidente para resolver un problema de su empresa? Los mal llamados empresarios en Venezuela, parece que en realidad no quieren prosperar o sacar a Venezuela de donde está, sobre la base de la competencia y el libre mercado, del esfuerzo, del ahorro y de la inversión inteligente, sino seguir chupando de la teta del Estado».

La Venezuela del “ta´barato, dame dos” se acabó con el chavismo. Ahora estamos en una en la que las grandes mayorías piden descuentos porque ven impagables los precios fijados por los comerciantes. ¿Pasamos de la Venezuela saudita a la Venezuela cubana o norcoreana?

«Esa es la Venezuela que nos han dejado. Pese a mi condición de jubilado, yo por mi situación económica he tenido que dar clases de nuevo y ser tutor de tesis porque los muchachos me han dicho casi llorando ‘profesor, los capítulos de la tesis se lo mandamos al tutor y él nos respondía. Después nos dimos cuenta de que se fue del país también’. Y así es: qué egresado joven se va a quedar en las universidades venezolanas dando clase con estos salarios de hambre y si consigue mejores opciones afuera.

Como le decía, toda la propaganda que ha hecho el gobierno de que ‘Venezuela se arregló’ en los últimos meses, es pura pantalla. Y se les está derrumbando la mentira ahora con estas protestas recientes de los profesores, algunos de los cuales están enfermos y necesitan cuidados de salud, una alimentación especial o exámenes, y con sus salarios no los pueden cubrir. Así que ese bono vacacional significaba una consulta médica o un aprovisionamiento de medicamentos que de otro modo no pueden comprar, pero con una crueldad infinita el gobierno no les cumplió y eso le está generando al gobierno los problemas que estamos viendo en las redes ahora.

Al lado de esos empresarios que quieren aprovechar la circunstancia de que el gobierno ha dejado de controlar los precios y permite las importaciones…»

Flexible pero a discreción

Los “cambios” están en el discurso oficial, pero el control de precios y cambiario, las restricciones al mercado bursátil para uso de divisas, etc., todo eso sigue siendo ley de la República. Así que esa “flexibilización” no tiene base legal que lo sustente aún y la discrecionalidad es absoluta. ¿Será por eso que hemos visto al Sundee verificando precios en Farmatodo, por ejemplo, pero no en bodegones que venden aún más caro?

«Y esa discrecionalidad, entre otros factores, es lo que ha hecho que el inversionista extranjero no vuelva a Venezuela, vienen solo los enchufados y amigos del gobierno a hacer negocios (Rusia, China, Irán, árabes, etc.), pero no otros… porque no tienen confianza. Es a veces doloroso ver cómo gente que apoyó a este gobierno de manera vehemente se ha dado cuenta de su fracaso y son lo que están recibiendo en este momento la represión más dura, como es el caso de Bandera Roja o el PCV».

Debe ser frustrante para un hombre como usted, de su trayectoria, saber que el socialismo del siglo 21 y los “progres” llegaron al poder y están haciendo lo mismo que muchos gobiernos anteriores e incluso dictadores y regímenes autoritarios del pasado…

«Están haciendo lo mismo o peor. La revolución socialista del siglo 21 es una estafa, una estafa de marca mayor. Los servicios públicos han empeorado, la infraestructura se ha deteriorado, la corrupción está peor que nunca, la institucionalidad la destruyeron, ni siquiera están pudiendo resolver los problemas de identificación básicos (cédulas, pasaportes), hace más de tres años que ocurrió el colapso eléctrico y todavía no han podido ni superar el racionamiento eléctrico que le dan al interior del país ni devolverle la electricidad al país en forma continua a todos y no solo a Caracas.

Sí, acá es un calvario todo eso. Y usted quiere vender un apartamento para irse y es tal el nivel de ineficiencia y corrupción que no le dejan muchas opciones a nadie».

profesor universitario
Los profesores universitarios están entre los profesionales peor pagados en Venezuela. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

En el propio gobierno hay gente con capacidades profesionales suficientes para entender que este no es el camino que salvará a Venezuela y que urgen cambios para poder prosperar. ¿Cómo es que ninguno de esos cerebros ha logrado tampoco un cambio desde adentro relevando a los que llevan 9 años sin solucionar los problemas del país?

«A pesar de que en el gobierno hay gente que puede entender la necesidad de cambiar el rumbo, el tutelaje y control que tiene Cuba sobre el país es algo de verdad freudiano. No tiene ninguna otra explicación. Si tú entiendes que la única manera de mantenerte en el poder es porque más de seis millones u ocho millones de venezolanos están afuera ya, ellos seguirán promoviendo eso, que no seamos seis sino ocho, 10 o 12 millones afuera, que se vayan casi todos los que no los respaldan y queden acá solo los que se conforman con las migajas y la dependencia del Estado o no tienen capacidad de moverse, para que cada vez tengan más poder interno.

A los que están afuera no los van a dejar votar nunca. Además, seguimos teniendo una oposición insuficiente, fragmentada, con muchas contradicciones y falta de credibilidad.

Así que quizá ahora son los profesionales independientes los que tengan una visión más clara y ajustada a la realidad de lo que está pasando aquí y de cómo podemos superar esto. La solución no está en el gobierno o la oposición que sigue teniendo sus camarillas y no logra cumplir el rol que esperamos de ellos. Los partidos de hoy están convertidos en una caricatura, el gobierno aprovechó su poder para dividirlos y fragmentarlos aún más y ninguno de ellos logra lo que se necesita. Mire usted la situación de (los partidos opositores) Copei, AD, Primero Justicia o Voluntad Popular… Yo participé hace poco en un homenaje a Raúl Leoni, y debo reconocer públicamente que yo salí de la cárcel durante el gobierno de Leoni y pude rehacer mi vida y formar una familia después de eso, porque ese gobierno era un gobierno democrático que nos permitió hacerlo… pero con esta gente eso es imposible prácticamente.

A AD (Acción Democrática, socialdemócratas) la convirtieron en un dominó, cada quien tiene una pieza y no hay cómo integrarla. Un panorama desolador, sin duda. Lo más terrible es que esa inmensa cantidad de venezolanos que creyeron en el mensaje de Chávez y de los que lo apoyaron, hoy están frustrados y migrando hacia Estados Unidos caminando por la selva de Panamá y pasando miseria en toda América Latina. Los tipos por los que ellos votaron los llevaron a esta penuria. Uno trata de ser optimista aquí, pero cuesta serlo, la verdad».

¿Sus perspectivas económicas para el cierre de 2022?

«El año va a terminar un poco mejor que el año pasado en términos económicos, porque la inflación se redujo.Algunos estiman un crecimiento de 10% a 20% este año, pero hay que descontar allí el rebote económico. Es decir, si antes una persona pesaba 100 kilos y ahora pesa 20, aunque aumentes a 22 (10%) o a 24 (20%) kilos este año, no significa que has recuperado tu salud del todo ni que estás en una situación normal. Con ese peso seguirás escuálido y muy por debajo de tu peso de hace unos años atrás. Sigues siendo un paria. Y eso es exactamente lo que caracteriza a Venezuela hoy.

Descontando el rebote estadístico, el crecimiento estará al cierre del año por allí, por 10%, y gracias a que liberaron las importaciones, eliminaron el control de precio y que hay un cierto comercio que se está moviendo gracias a las remesas y a la dolarización.

Crece el comercio en forma importante, pero no la industria, ni la agricultura, ni la ganadería, ni el desarrollo tecnológico, etc. Y por eso aún hay escasez de gasolina, y por eso no hay suficientes fertilizantes, y hay que pagar a un montón de soldados en alcabalas para hacer llegar los alimentos que produces a sus destinos finales y esos costos de la corrupción tienes que sumarlos al precio del consumidor final y por eso también la inflación no termina de llegar a niveles razonables. El sistema económico que han creado es lo que está produciendo todo este desastre. No es el bloqueo económico. Son ellos mismos».

¿Qué espera en materia de empleo para el cierre del año?

«El desempleo sigue muy alto, debe cerrar el 2022 en no menos de 40%. Y además el empleo que existe es de muy baja calidad, con unos salarios de hambre, y aumentó también la informalidad. Gracias a Dios, hay muchos emprendedores y gente de clase media que no ha perdido la iniciativa y siguen adaptándose a la nueva realidad y generan ingresos a sus familias haciendo tortas, pastichos o tequeños, cuidando ancianos o niños… lo ves en todos lados ahora.

Los venezolanos han tenido que reinventarse para sobrevivir y están haciendo cosas muy buenas, ingeniosas y positivas, pero que no significan prosperidad para el país. Claro, en paralelo, también uno conoce de historias de éxito de venezolanos en el exterior, no solo en el campo deportivo, sino también en el científico, médico, académico, en ingeniería. Gracias a los ingenieros petroleros que se fueron del país es que Colombia está produciendo un millón de barriles diarios hoy en día. Toda la gente calificada que se fue de aquí ahora está creando riqueza en otra parte y esos países que los recibieron y que no gastaron ni un dólar en su formación tienen mucho que agradecer a esos talentosos venezolanos que hoy forman parte de sus recursos humanos. Venezuela los perdió y el mundo los ganó, por este desastre del socialismo del siglo 21, a costa de deteriorar nuestra calidad de vida como lo estamos viviendo.

La Federación Médica de Venezuela dicen que han salido 40.000 médicos del país, ¿usted sabe lo que eso significa en materia de transferencia de recursos humanos? Yo creo que es la más grande desde la segunda guerra mundial y sin guerra de por medio.

La inflación debe cerrar este año cerca del 100% y la economía informal en Venezuela debe estar cerca del 60%», remata Paiva.

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