La productividad de los pozos de crudo liviano, que ofrecen el mayor margen de ganancia en el negocio, ha bajado significativamente. Como contrapeso, Pdvsa se ha enfocado en hacer crecer el bombeo en la Faja, pero el costo de producir petróleo extrapesado es más alto y además requiere de la importación de diluyentes.
El análisis de la situación aparece reflejado en un reciente informe elaborado por el profesor universitario y analista petrolero, Francisco Monaldi, para el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia. Explica que con el esquema productivo actual, el margen de ganancia de Pdvsa y la rentabilidad de la industria se habría reducido aún sin la caída de los precios del petróleo.
El texto revela que entre 2008 y 2015 la producción petrolera total ha caído aproximadamente 350.000 barriles diarios. Si la extracción actual se compara con el pico de 1998, se obtiene que han salido del mercado alrededor de 800.000 barriles diarios.
Actualmente, el bombeo de Pdvsa se ubica entre 2,5 millones y 2,6 millones de barriles diarios.
Monaldi considera que las tendencias de la producción venezolana también son problemáticas. La llamada producción convencional, que se refiere a los campos de crudo ligero, más competitivo y fácil de colocar en el mercado, ha venido decayendo en los últimos 7 años más rápido que la extracción total.
«La producción en el Lago de Maracaibo ha venido bajando desde hace más de una década», sostuvo. Entre 2008 y 2014, se ha reducido de 1,1 millones a 750.000 barriles diarios, una baja de 32%. En esta región, recuperar los pozos maduros requiere de una gran inversión y el uso de técnicas especializadas que Pdvsa no puede costear por sí sola.
Pero, para el analista, más preocupante es la declinación en el estado Monagas. Esta zona abarca los pozos más «prolíficos y de bajo costo» del país, la «vaca lechera» de Pdvsa. Incluye El Furrial, descubierto en 1980, cuya producción ha perdido 150.000 barriles diarios. En total, en esta entidad se han dejado de extraer alrededor de 300.000 diarios barriles desde 2008.
«Esto tiene una variedad de implicaciones negativas: reduce significativamente la rentabilidad de la cesta de producción total y disminuye la cantidad de petróleo ligero disponible para mezclar con la creciente producción de crudo extrapesado, que convenientemente está situada cerca de esta área, lo cual promueve la necesidad de importar productos desde EEUU y crudo liviano de África para ser usado como diluyente», destaca el texto.
Entre tanto, la producción de la Faja Petrolífera del Orinoco ha venido creciendo. La mayor parte de las reservas de la región están por debajo de los 10° API, lo que implica que para comercializarse deben mejorarse o mezclarse con crudos más liviano u otros productos que sirvan como diluyentes.
«La producción de petróleo pesado y extrapesado en esta área ha aumentado cerca de 200.000 barriles diarios, para acercarse a los 1,3 millones de barriles diarios en 2015», revela Monaldi. No obstante, advierte que los márgenes de ganancia en la exportación de este tipo de crudos son más pequeños, dado que su transporte, mezcla o mejoramiento son costosos, y esto es descontado de forma importante en los mercados internacionales de refinación.
-Menos exportaciones-
El alza del consumo interno y el auge del contrabando, producto de tener la gasolina más barata del mundo, hacen que la cantidad de barriles que se envían al exterior y que generan divisas para la nación sea aún más bajo. Adicionalmente, los despachos de crudo a China para compensar los préstamos resta volumen a las ventas que producen efectivo.
El experto calcula las exportaciones venezolanas actuales en 1,8 millones de barriles diarios, lo que significa una pérdida de 1,1 millones de barriles diarios con respecto 1998. Pdvsa ha tenido que aumentar las importar derivados (y más recientemente crudo ligero). Según el informe, ingresan al país un promedio es de 150.000 barriles diarios de productos tanto para suplir el consumo interno como para mezclar el crudo extrapesado y hacerlo exportable.
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