La petrolera estatal asiática Sinopec tiene planeado alquilar más de tres cuartos de la capacidad de almacenamiento de la refinería Hovensa, propiedad de Hess y Pdvsa, bajo los términos de la propuesta de venta a ArcLight Capital, reportó Argus Media.
La instalación tiene años en venta. Los propietarios quieren salir de la refinería desde 2012, luego de ser cerrada tras arrojar pérdidas por tres años consecutivos, pero la transacción ha sufrido varios tropiezos debido a que debe ser aprobada por el gobierno de las Islas Vírgenes, que busca reactivar la planta para generar puestos de trabajo.
Dos empresas se disputan la compra de la instalación: ArcLight Capital -a través de su filial Limetree Bay- y Buckeye Pipeline, que, en conjunto con un grupo de acreedores, logró atrasar la venta hasta el mes de diciembre.
No obstante, la intervención de China pudo haber cerrado el trato para ArcLight.
El gobernador de las Islas Vírgenes, Kenneth Mapp, indicó en una rueda de prensa reseñada por Argus Media, que el acuerdo de $800 millones pondrá fin a un litigio fiscal y ambiental entre el gobierno y los propietarios de la refinería, Hess y Pdvsa.
Sinopec ya firmó un acuerdo de alquiler por 10 años. Según reporta el portal especializado, las subsidiarias de la empresa asiática están interesadas en las oportunidades de transbordo que ofrece la terminal, ya que es el principal comprador de crudo latinoamericano, incluyendo petróleo venezolano y ecuatoriano.
Por su parte, ArcLight invertirá más de $125 millones durante los primeros dos años para rehabilitar y expandir las instalaciones de almacenamiento y construir una nueva planta de asfalto.
Hess y Pdvsa retirarán una demanda por impuestos contra el gobierno de las islas, después de las elecciones parlamentarias de Venezuela el 6 de diciembre. A cambio, el gobierno también abandonará un proceso legal que ejecuta contra los propietarios de la refinería.
La propuesta de venta, que se encuentra ahora en manos del parlamento de las Islas Vírgenes, se votará el 17 de diciembre.
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