Energía y Petróleo

Gamesa y Siemens unen fuerzas para crear un gigante eólico

El grupo español Gamesa y el alemán Siemens anunciaron el viernes su fusión para crear un gigante mundial del sector eólico, del que poseerán respectivamente 41% y 59%, en un momento de ebullición de las energías renovables.

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FOTO: CHRISTOF STACHE | AFP

Esta operación «significa el nacimiento de una compañía que ya ocupa una posición de liderazgo al nivel mundial», afirmó el presidente ejecutivo de Gamesa, Ignacio Martín, en una declaración en video enviada por el grupo español.

Consiste «en juntar fuerzas entre una compañía alemana y una compañía española en una fusión en la cual, con una lógica industrial, nosotros compartimos fortalezas y reducimos los riesgos que podemos tener dentro de la compañía», agregó.

El grupo español busca con este acuerdo reforzar su punto más débil: el sector eólico marítimo. Espera que con él su capacidad en campos de aerogeneradores «offshore» se multiplique en Europa entre 2016 y 2018.

Según los detalles del acuerdo, Siemens pagará cerca de mil millones de euros (1.125 millones de dólares) a Gamesa y poserá 59% de la nueva entidad.

«Los actuales accionistas de Gamesa contarán con 41%», explicó el grupo español en un comunicado. De ellos, 8% corresponderá al grupo energético español Iberdrola, actualmente primer accionista de Gamesa.

La vertiente eólica era hasta ahora la más pequeña y menos rentables de las ocho divisiones del conglomerado alemán, que fabrica sistemas industriales, escáneres médicos y también trenes.

Siemens, que en 2014 intentó comprar sin éxito al francés Alstom, ahora encuentra con Gamesa un acuerdo muy complementario: el español se sitúa entre los cinco primeros fabricantes mundiales de aerogeneradores, mientras que el alemán es líder en parques eólicos marítimos («offshore»).

Además, Gamesa tiene otro atractivo: su fuerte presencia en países emergentes, donde la demanda de energías renovables está en plena ebullición. En India lidera del sector, en China es el primer fabricante extranjero y está bien implantado en Brasil, con numerosos campos de aerogeneradores terrestres.

La crisis económica española generó dificultades para Gamesa, que vio como se reducían drásticamente las subvenciones a las energías renovables e incluso cerró con pérdidas netas en 2012.

Pero tras una importante reestructuración, con cambio de dirección incluida, en 2015 consiguió un beneficio neto de 170 millones de euros.

Y para seguir desarrollándose, esta fusión con Siemens es provechosa, estima Ángel Pérez, analista de la correduría Renta 4.

«Gamesa es muy buena en su negocio ‘onshore’. Para acudir al negocio ‘offshore’, lo que necesita es adquerir musculo financiero», opina.

– Concentración del sector –

Este acuerdo se esperaba desde hace meses. A finales de enero, Gamesa confirmó la existencia de negociaciones.

Sin embargo, las negociaciones no habían avanzado mucho desde entonces. Para ello, se tenía que encontrar una solución para Adwen, una empresa fundada conjuntamente en 2015 por Gamesa y el francés Areva para reagrupar sus activos en el sector eólico marítimo.

Las autoridades francesas temen que la alianza entre Gamesa y Siemens ponga en peligro los proyectos de Adwen de implantar nuevas fábricas en el noroeste del país. Las capacidades industriales del conglomerado alemán podrían bastar para equipar los campos de aerogeneradores en Francia sin necesidad de más plantas de producción.

El sector de las energías renovables se encuentra en plena ebullición desde hace varios años y despierta todavía más interés tras el acuerdo mundial del clima alcanzado en diciembre en París en la COP21.

Los fabricantes de aerogeneradores experimentan un importante movimiento de concentración.

Dominado durante mucho tiempo por los europeos, el sector observa el crecimiento de los constructores chinos, como Goldwind, United Power o Ming Yang, que se benefician del desarrollo masivo de la energía eólica en China, que en 2015 disponía de la mitad de la capacidad instalada en el mundo.

En 2015, el constructor alemán Nordex y el conglomerado español Acciona unificaron sus actividades eólicas, mientras que el estadounidense General Electric amplió sus activos «offshore» comprando la vertiente energética de Alstom. Se dice que también está interesado por comprar Adwen.

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