Varios cientos de personas marchaban al mediodía desde el turístico Paseo de la Reforma hacia el Zócalo (centro) de Ciudad de México para expresar su repudio al aumento del precio de los combustibles, que ha desatado una ola de protestas y algunos saqueos y actos vandálicos.
«¡No más gasolinazos!» y «!Fuera el gobierno!», se leía en pancartas en medio de gritos como «¡el pueblo consciente, repudia al presidente!».
El 1 de enero entraron en vigor aumentos de hasta el 20,1% del precio de la gasolina y de 16,5% del diésel, que desataron protestas desde el pasado domingo, algunas jornadas con saqueos a comercios que dejan pérdidas millonarias.
Las protestas han dejado hasta ahora tres muertos, uno de ellos un policía de la capital, y más de 1.500 detenidos en todo el país, según un balance del gobierno federal difundido la noche del viernes.
Otra manifestación de unas 200 personas en el Zócalo de la capital del país recorría la avenida que circunda la plaza central.
En la ciudad de Puebla, a unos 120 kilómetros de la capital, miles de personas se congregaron para marchar hasta el centro de la urbe.
«Soy un ama de casa común, pero salgo porque ya estoy harta», dijo Ernestina Pantle, una mujer que se integró a la protesta con sus dos hijos.
La marcha transcurrió sin incidentes luego de que en días pasados se registraron saqueos de comercios, lo que llevó a vecinos de zonas populares a colocar barricadas para impedir el paso de posibles grupos vandálicos.
Otras marchas tenían lugar en distintos puntos del país, como en Guadalajara, donde más de 10.000 personas salieron a las calles con una gigantesca bandera mexicana en la vanguardia de la concentración.
Medios locales reportaron movilizaciones en el vecino estado de México, Chiapas, Guerrero (sur), Sonora (noroeste) y Tabasco.
Las concentraciones han transcurrido sin mayores incidentes, con los organizadores llamando a no permitir infiltrados ni grupos violentos.
En Morelia, capital del estado de Michoacán, medios de prensa reportan que policías frustraron un saqueo mientras que en Tijuana, fronteriza con San Diego, antimotines desalojaron con gases una protesta en instalaciones de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con la reforma energética promulgada en 2015, el presidente Enrique Peña Nieto prometió que bajarían los precios de los combustibles.
El presidente admitió que se trata de «un cambio difícil» pero lo justificó alegando que era necesario para mantener la estabilidad económica y financiar programas sociales.