La idea de golpear al corazón de la economía de Venezuela, que depende del petróleo para cerca de un 95% de sus ingresos por exportaciones, ha sido discutida en los altos niveles de la administración Trump como parte de una amplia revisión de las opciones de Washington, pero los funcionarios dijeron que el debate continúa y que no hay acciones inminentes, reseñó este domingo la agencia de noticias Reuters.
Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que Estados Unidos podría sancionar a Pdvsa como parte de un paquete «sectorial» que por primera vez se concentraría en la industria energética del país miembro de la OPEP.
Aclararon que el Gobierno de Trump está actuando con cautela, consciente de que si se toma una medida sin precedentes como esa se podría profundizar la crisis económica y social de Venezuela, donde millones sufren escasez de alimentos y una creciente inflación.
Otro factor que complica la decisión sería el potencial impacto sobre los envíos de crudo a Estados Unidos, debido a que Venezuela es su tercer proveedor después de Canadá y Arabia Saudita.
«Se está considerando», dijo uno de los funcionarios a Reuters, afirmando que se le ha encargado a colaboradores del presidente Donald Trump que preparen una recomendación de sanciones al sector petrolero si fuese necesario.
«No creo que estemos en el punto de tomar una decisión al respecto. Pero todas las opciones están sobre la mesa. Queremos ver que quienes actúan mal rindan cuentas», agregó.
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