Entrevista

Yeniny Rodríguez: "Aún existe sesgo laboral con el embarazo y la sexualización del cargo"

Desde muy temprana edad Yeniny Rodríguez supo que el estudio y el trabajo eran su pasión. El éxito en su carrera lo demuestra. Su rol como presidenta del Instituto de Auditores Interno de Venezuela la lleva a ejercer el liderazgo en un área históricamente dominada por hombres

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Yeniny Rodríguez es profesora de la Universidad Metropolitana (UNIMET), conferencista, auditora con mas de 30 años de experiencia en Aseguramiento, Riesgo y Gobierno Corporativo, además de ser la presidenta del Instituto de Auditores Internos de Venezuela, ente comprometido con los Principios de Empoderamiento Económico de la Mujer (WEPs), propuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para promover el liderazgo de las mujeres en puestos laborales.

Esta venezolana se define a sí misma como workaholic (adicta al trabajo), y esto la ha llevado a conseguir desde muy temprana edad grandes logros profesionales. Yeniny Rodríguez está clara que dentro del mercado laboral y el mundo del liderazgo empresarial aún no existe igualdad de género. Ella misma lo ha vivido a lo largo de su carrera. Considera que en muchas ocasiones le ha tocado trabajar el doble para demostrar que sí puede asumir retos.

El sesgo de género a lo largo de su carrera se ha sentido en cosas que pueden parecer muy simples como el darse cuenta que siempre se escoge a una mujer para llevar una minuta en una mesa gerencial en la que hay hombres y mujeres; pasando por temas más serios como la propuesta que le hizo un superior de abortar en su segundo embarazo para poder seguir teniendo ascenso profesional. Nada de esto la detuvo. «Para poder estudiar y ascender, a pesar de los desafíos que se presentaron, pude contar con estructuras corporativas que valoraron mi esfuerzo y con el acompañamiento incondicional de mi esposo que siempre me ha visto como su igual».

En una entrevista para El Estímulo, Rodríguez nos habla de los retos a los que se enfrentan las mujeres y las capacidades que se deben tener para superarlos.

En nuestro contexto el rol de las mujeres en puestos de liderazgos enfrenta múltiples desafíos, ¿Cómo ha sido tu historia personal de empoderamiento para ascender y lograr estar en el lugar que ocupas actualmente?

Trabajo formalmente desde los 17 años, por ser de origen humilde para poder continuar mis estudios universitarios debía trabajar para ayudar a la manutención económica en casa y pagar mis estudios. Siempre me caractericé por trabajar (literalmente) el doble que el resto de mis compañeros (tanto hombres como mujeres) y de no decirle que no al trabajo; este aspecto fue determinante para acceder a puestos de supervisor desde muy jóven (19 años). En mis años mozos trabajé en el front del negocio y efectivamente estuve expuesta a varios intentos para sobrepasarse por parte de algunos caballeros-compañeros-superiores y clientes (aspecto muy común en los ambientes laborales de la época), sin embargo afortunadamente pude contar con compañeros que jugaron el rol de protectores.

Para poder ascender básicamente tuve que adoptar una personalidad «muy fuerte» casi como un hombre, esto más dar el doble que el resto fue lo que me permitió ascender. Adicionalmente me casé muy joven (a los 21 años-estando en la universidad) y tuve mis 2 hijos antes de los 24 años. Esta situación lejos de dejarme débil me dió fuerzas para ser determinante en el cumplimiento de metas y objetivos. Con relación a los grupos gerenciales donde he participado, el puesto y voz en la mesa me lo he ganado con conocimiento y repito trabajando el doble que el resto.

¿Consideras que aún existen sesgos de género en el ámbito laboral en el país? y de ser así ¿cómo se manifiestan?

Indudablemente el sesgo de género sigue existiendo, en especial con el embarazo y la sexualización del cargo. En mi caso lo observo y percibo en el comportamiento de mis pares, los cuales en su mayoría (no todos) siguen intentando demeritar las opiniones femeninas o de LGBT. Es como una balanza donde la palabra y opinión del hombre tiene un mayor peso, inclusive tienen reuniones aparte sólo de hombre. Esto es algo muy normal.

¿Cómo ves el liderazgo de las mujeres en las organizaciones venezolanas? ¿Estamos adelantados, atrasados o a la par de los niveles de liderazgo de otros países?

Depende del sector y el tipo de organización. Por ejemplo en el sector educación y en el área de auditoría (donde hago vida) el liderazgo femenino es relevante. En el resto de los sectores es muy poco el liderazgo femenino, así como en las Juntas Directivas.

Muchas mujeres enfrentan el problema de la desigualdad en la distribución de trabajos domésticos que las llevan a relegarse en puestos de trabajo, ¿cómo lograste superar esto?

En mi caso mi esposo ha sido el factor que me permitió superar este esquema, desde la etapa temprana del matrimonio nos sentamos y nos dividimos el trabajo en casa 50/50 (ambos estudiamos y trabajamos en lo mismo y tuvimos trayectoria profesional similar), además apenas tuvimos los ingresos suficientes contratamos una persona que nos ayudó con nuestros hijos y las tareas del hogar. Como toda pareja con hijos vivimos momentos retadores, pero el mantener la división 50/50 permitió salir adelante.

Aún vivimos en una sociedad con brechas laborales entre hombres y mujeres, ¿qué se puede hacer para cambiar esto?

Hay que tratar el tema a nivel escolar; establecer planes de acción impulsados desde el Tono de Arriba (nivel estratégico) de las organizaciones que permitan cerrar dichas brechas y diseñar y ejecutar políticas públicas que impulsen aquellos aspectos legales y normativos que permitan a hombres y mujeres ser lo más paritario posible.

¿Qué consejos o claves puedes darles a todas esas mujeres que te ven como referencia y que desearían emprender un camino empresarial o de liderazgo?

Buscar un equilibrio en la distribución del trabajo doméstico y cuidado del hogar con su vida profesional. No tenemos que cargarnos con ambas responsabilidades porque sencillamente no vamos a poder hacer las dos cosas. Las mujeres tenemos que aprender a pedir ayuda. También hay que tener claridad con las metas y objetivos que te propones, establecer tu plan, desagregarlo en partes ejecutables y cumplirlo. Por último, estar segura de tus competencias, cualidades y capacidades y ser excelente en todo lo que te propongas.

¿Hacia dónde crees que deben perfilarse las gestiones para lograr mayor inclusión de las mujeres en puestos de liderazgo?

Creo que la gestión más importante es que las organizaciones deben procurar convertirse en «espacios seguros» para practicar la igualdad de género, así como impulsar políticas públicas para impulsar aquellos aspectos legales y normativos que permitan a hombres y mujeres ser lo más paritarios posible.

Háblanos de los principios WEPs, ¿cómo ves que pueden contribuir a la igualdad de género y un mayor liderazgo de las mujeres en lo laboral?

Los 7 principios WEPs en su redacción mantienen intrínseca su contribución con la igualdad de género, estos son: 1-Una dirección que promueva la igualdad de género. 2-Igualdad de oportunidades, integración y no discriminación. 3-Salud, seguridad y una vida libre de violencia. 4-Educación y formación. 5-Desarrollo empresarial, cadena de suministro y prácticas de marketing que impulsen el objetivo 7 ONU. 6-Liderazgo comunitario y compromiso y 7-Transparencia, evaluación e información.

Es importante que más empresas se unan y firmen el compromiso como signatarios a fin de que inicien la ruta del establecimiento de su plan de acción para contribuir al cierre de las brechas de género en su organización.

En tu rol de liderazgo, ¿qué te falta por hacer?

En esta etapa de mi carrera profesional donde ya he ocupado los cargos que he querido, pretendo enfocarme más en la investigación y la docencia, así como aportar impulsando la profesión de auditoría interna en Venezuela desde el Instituto de Auditores Internos.

En el país se dañó la brújula del Sistema de Control Interno y a través de la formación se puede coadyuvar a su reparación, para que en conjunto con un buen gobierno corporativo y el perfil de riesgo adecuado se puedan lograr metas y objetivos que fortalezcan el PIB del país y lleve buena calidad de vida a los residentes en Venezuela.

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