Financiero

Goldman Sachs pagará millones por caso de hipotecas de alto riesgo 

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el lunes un arreglo de 5.000 millones de dólares con Goldman Sachs por la venta de activos respaldados con hipotecas que llevaron a la crisis financiera de 2008.

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El acuerdo resuelve investigaciones federales y estatales en la venta de hipotecas de alto riesgo antes de la burbuja de vivienda y el colapso económico.

El pacto multimillonario requiere que el banco pague 2.400 millones de dólares en sanciones civiles y otros 1.800 millones en alivios a dueños afectados y prestatarios en apuros, junto con 875 millones en otros reclamos.

«Esta resolución hace a Goldman Sachs responsable por su grave comportamiento al asegurar a los inversionistas que los activos que vendía estaban respaldados por hipotecas sólidas, sabiendo que estaban repletos de hipotecas que en realidad iban a colapsar», dijo en un documento el abogado representante del fiscal general Stuart Delery.

El acuerdo es el más reciente alcanzado con un banco. Otros han llegado a arreglos en los últimos dos años, incluso a Bank of America, Citigroup y JPMorgan Chase & Co.

Sin embargo, el arreglo —que no incluye sanciones criminales ni castigos— probablemente cause críticas por la incapacidad del departamento para responsabilizar personalmente los banqueros por la crisis financiera. Intentando abordar esto, la subprocuradora Sally Quillian Yates emitió una amplia guía interna el año pasado destinada a alentar más procesos judiciales a individuos por delitos de cuello blanco.

Goldman ya había dado a conocer el acuerdo en enero, pero las autoridades federales agregaron señalamientos adicionales en una exposición de hechos, entre ellos, que el banco engañó seriamente sobre la calidad de las inversiones hipotecarías que vendía. Las inversiones incluían hipotecas residenciales de prestatarios que tenían pocas probabilidades de pagar sus deudas.

La pobre calidad de los préstamos causó enormes pérdidas a los inversionistas y una ola de ejecuciones hipotecarias, desatando la crisis económica que comenzó a finales de 2007.

El banco, por ejemplo, admitió que no compartió con los inversionistas información preocupante que recibía sobre las prácticas de negocios de algunos originadores de créditos y que falsamente dijo a los inversionistas que los préstamos habían sido revisados para asegurarse que cumplían con los estándares de calidad.

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