Laboral

Empleados exhortan al Ministerio de Trabajo a inspeccionar plantas de Polar

Trabajadores de Polar denunciaron que la directiva de este grupo empresarial mantiene algunas de sus plantas cerradas a pesar de contar supuestamente con materia prima para producir.

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Foto: AVN

«No entendemos por qué cierra las instalaciones teniendo materia prima, es la manera de contribuir al boicot y desetabilización del país. No nos vamos a prestar a ese jueguito que tiene (Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar) con Fedecámaras y la burguesía parasitaria», dijo Wladimir Camargo, secretario general del sindicato de trabajadores de Pepsicola región metropolitana.

En declaraciones de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores ofrecidas al canal del Estado, VTV, y que estuvieron precedidas de un apoyo al gobierno por el estado de excepción decretado en 6 municipios fronterizos del Táchira, Carmargo puso como ejemplo el caso de la planta de Barcelona, en el oriente del país, cuyo cierre ha afectado a 850 trabajadores, según dijo.

De acuerdo con la información, los trabajadores constataron que hay 24 tanques llenos y listos para la producción de cerveza.

Sostuvo que la planta de Los Cortijos, en Caracas, cerrada, es el centro de distribución de toda la materia prima a las tres plantas estratégicas que tiene Polar en el país.

En esa instalación se ha suspendido a varios de sus trababajores, Camargo anunció que presentarán pruebas ante la inspectoría del Trabajo sobre la existencia de materia prima.

«Seguimos rodilla en tierra y hacemos un llamado al ministro del Trabajo, Jesús Martínez, para que se hagan inspecciones a las plantas de Polar que están cerradas», dijo el representante sindical.

La empresa, la más grande de capital nacional productora de bienes de consumo masivo, ha paralizado algunas de sus líneas de producción tras haberse agotado los inventarios de insumos o materias primar para mantener la continuidad de las operaciones.

Venezuela, país en el que rige un control de cambio desde 2003, se ha restringido aún más la asignación de divisas para la importación de insumos y materias primas desde mediados de 2014, cuando el desplome de los precios del petróleo, comenzó a comprometer las finanzas de la nación petrolera.

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