La preparación de las elecciones para elegir a los máximos representantes de la Federación Única de Trabajadores Petroleros (Futpv), que se celebrarán el 31 de agosto, ha transcurrido con tropiezos. José Bodas, actual secretario general de la organización, denunció que 60% de los empleados que votaron en 2009 quedó excluido de las listas para los próximos comicios.
Esta irregularidad, afirmó, ya fue informada esta semana a la comisión electoral de la Futpv. De no obtener respuesta, la corriente representada por Bodas acudirá al Consejo Nacional Electoral, organismo que presta asistencia técnica al proceso.
Para el dirigente, los problemas que se han presentado son consecuencia del temor del actual presidente de la Federación, Wills Rangel, a salir del cargo producto del rechazo de los trabajadores. «Nosotros estamos exigiendo elecciones para derrotar esta dirigencia sindical, que está subordinada a Pdvsa, a las transnacionales y al partido de gobierno. Por eso son importantes», sostuvo en declaraciones ofrecidas este martes a El Estímulo.
Otra traba ha sido la de trasladar a ciertos trabajadores a centros de votación en otros estados, donde no viven ni laboran. Bodas asegura que los afectados por esta «migración» abarcan alrededor de 30% de las listas. «Por ejemplo, trabajadores de la refinería de Puerto La Cruz que salen votando en los listados de Barinas o Lagunillas», dijo.
Además, advirtió que hay personal «ajeno a la industria» que aparece votando, como, por ejemplo, empleados de las alcaldías de los municipios Santa Bárbara y Ezequiel Zamora (estado Monagas).
«Vamos a ir a todas las instancias que tengamos que ir (…). Creemos que con la movilización y la lucha podemos frenar este fraude», expresó.
Indicó que la actual dirigencia del sindicato ha defraudado a los trabajadores con la firma de cuatro contratos colectivos que, además de no incluir las reinvindicaciones exigidas, son violados constantemente por Pdvsa.
«En la industria petrolera no se garantiza ni el agua fría, ni el papel higiénico, ni el jabón. Es una situación catastrófica», señaló.
– Producción en picada –
Consultado sobre la situación del Centro de Refinación Paraguaná (estado Falcón), que según un reciente reporte de Reuters opera a 25% de su capacidad, señaló que el problema se debió principalmente a una falla eléctrica y que los trabajadores en este momento están abocados a la «recirculación» de la energía.
«Venezuela a diario importa casi 6 mil barriles de gasolina, y más de 120 mil barriles de crudo liviano para diluirlo en el de la faja petrolífera del Orinoco», sostuvo.
Esto se debe a que la producción nacional de crudo ligero, concentrada sobre todo en el estado Zulia y en algunas regiones del oriente del país, ha caído de forma muy pronunciada en los últimos años. Aseveró que actualmente, en occidente, se producen «a duras penas» unos 700.000 barriles diarios, cuando hasta hace poco el bombeo en la zona era de 1,2 – 1,3 millones de barriles diarios.
En oriente, la extracción alcanza apenas 800.000 barriles.
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