Tecnología

Hace 10 años el iPhone llegó para cambiarlo todo

El 29 de junio de 2007 llegaba a las tiendas en Estados Unidos, la joya de la compañía Apple, el iPhone. Diez años y 1.000 millones de dispositivos vendidos después, es considerado uno de los mayores inventos del sector.

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Foto Marcio José Sánchez / AP

Steve Jobs, fundador de Apple, lo definió como «un iPod con controles táctiles, un teléfono móvil revolucionario y un dispositivo avanzado de conexión a Internet». Hoy por hoy, el invento que ha llegado a los bolsillos de millones de personas abarca todas las funciones de una computadora y sigue en constante evolución.
Durante su tiempo de existencia, el iPhone ha contado con 15 versiones distintas que han ocupado un importante sector del mercado que se identifica con la filosofía de la empresa que prioriza el diseño, la tecnología de punta y la exclusividad.

Dentro de la compañía Apple, una de las más cotizadas del mundo, el iPhone representó en el segundo trimestre de 2017 el 63% de sus ingresos, al vender  50,7 millones de equipos. Es el producto que ha impulsado a la empresa a un valor bursátil de $760.330 millones.
Su primer modelo consiguió vender 6,1 millones de unidades hasta que la compañía dejó de fabricarlo en julio de 2008. Su predecesor el iPhone 3G tardó solamente 3 meses en superar estas cantidades. Su mejor año fue 2015, cuando salieron de las tiendas un total de 231,22 millones de equipos. Este año se espera la salida del iPhone 8, aunque sin mayores cambios a nivel funcional ni estético.
Al iPhone se le atribuye buena parte del descalabro de Blackberry, líder del mercado en 2007.
RIM, la empresa creadora del Blackberry, reconoció más tarde haber caído por la creación de Apple. Así lo reflejó un reportaje de The Wall Street Journal:  “Todo indicaba que el producto debería haber fracasado, pero no lo hizo”, señaló David Yach, director de tecnología de RIM. Para él y otros ejecutivos de la empresa, Apple modificó el entorno competitivo y la razón de ser de los smartphones. “Aprendí que la belleza importa. RIM quedó atrapado en la incredulidad de que la gente quisiera comprar esta cosa”.

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