Durante la tarde del viernes 14 de septiembre, la frontera colombo venezolana recibió la visita del Secretario General de Estado Americano (OEA), Luis Almagro, en medio de un ambiente de clamor y suplicas de ayuda por parte de decenas de venezolanos que se conglomeraron al paso del representante de uno de los organismos internacionales más oponentes al gobierno Nicolás Maduro
La visita a la frontera se inició entrada la tarde cuando Almagro y la comitiva que lo acompañaba llegaron a la casa de paso “Divina Providencia”, ubicada a pocos metros del puente internacional Simón Bolívar, lugar donde el pasado viernes 14 de septiembre, 3200 venezolanos, recibieron raciones de comida administradas por la diócesis de Cúcuta.
En medio de las filas que hacían los venezolanos para recibir el almuerzo, se escuchaban gritos, dirigidos al representante de la OEA: “señor Almagro, ayude a Venezuela. Ayúdenos a sacar al monstruo”.
Entre saludos y estrechones de mano, que sin ningún reparo ofreció Almagro a los inmigrantes venezolanos, muchos de ellos trabajadores ambulantes en el corregimiento colombiano de La Parada que momentos antes habían comentado a El Estímulo, el drama que los movió salir de Venezuela.
“Señor Almagro en Venezuela estamos mal, muy mal, aquí trabajo para mandar algo a la familia que se quedó. Es muy duro pero prefiero dormir en la calle que regresar a Venezuela a morirme de hambre”, relataba un venezolano a Almagro, mientras le estrechaba la mano.
El representante de la OEA, se solidarizó con cada uno de los que saludaba y reconoció que la solución a la crisis venezolana va más allá de los paliativos que hasta ahora se han ofrecido.
“La situación de Venezuela se resuelve cayendo Maduro, con democracia, derechos humanos, trabajando, en medio de libertad y con unas elecciones libres”.
Más tarde Almagro, llegó al puente internacional Simón Bolívar, en medio de un flexible dispositivo de seguridad que permitió a los venezolanos acercarse a él y comentar las historias que a diario viven.
“Por qué se han demorado tanto en resolver la crisis de nuestro país, los venezolanos estamos sufriendo mucho y lo que vemos es que todo se va en palabras y buenas intenciones”, dijo Sergio Barreto.
Mientras tanto un numeroso grupo de personas tanto que se agolpaban a cada lado de las barreras de seguridad, gritaban “¡libertad, libertad…nos están montando de hambre!
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos, aprovechó la ocasión para subir a un autobús escolar que transporta desde Cúcuta hasta la línea limítrofe en el puente internacional Simón Bolívar a estudiantes venezolanos- Durante el pequeño trayecto compartió con los jóvenes y niños, demostrando afecto.
Al llegar al punto limítrofe entre Venezuela y Colombia, una multitud de venezolanos lo esperaban con una bandera nacional que ondeaban al mismo tiempo que pedía la ayuda “para liberar a Venezuela”.
“La liberación de Venezuela lo tienen que hacer lo antes posible. Los demás países no tienen idea de lo que estamos viviendo en Venezuela. La migración es una grave realidad que desde el punto de vista del gobierno nacional, no sucede. Pero quienes lo padecemos sabemos lo duro que es no tener comida, medicinas, que los niños se mueran de hambre. Dios quiera que la visita de Almagro genere un cambio positiva al país”, dijo con voz entrecortada Juan López, quien trabaja en el corregimiento colombiano de La Parada como vendedor informal.
La mayoría de los venezolanos en frontera que fueron abordados por El Estímulo, coincidieron que tienen firmes esperanzas que la visita del representante de la OEA a la frontera, será propicia para generar un cambio en el país.
A cada paso que daba por su recorrido por el puente internacional el Secretario General de la OEA, era abordado por un venezolano que saltaba los anillos de seguridad en medio del afán de ser escuchado. Almagro escuchó con atención cada historia, inclusive la de una madre venezolana de ocho hijos a quien le ofreció en gesto de solidaridad 100 dólares.
Escenas conmovedoras se repetían en medio de la línea limítrofe entre Venezuela y Colombia, donde Almagro aseguró se estaba dando el fenómeno migratorio màs grande de la historia del continente.
La creación de un Fondo Humanitario para hacer frente a la crisis migratoria de los venezolanos fue uno de los acuerdos presentados por el canciller colombiano Holmes Trujillo, quien señaló que era precisó incrementar la ayuda en materia de salud y educación que Colombia ofrece a los venezolanos que escapan de la crisis nacional.
Por otra parte, José Manuel Vivanco, el Director para las Américas de Human Rights Watch, señaló que el único responsable de la crisis venezolana es Nicolás Maduro.
Sentenció que los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por funcionarios del gobierno venezolano, están siendo analizados por la Corte Penal Internacional y tendrán su castigo.
Vivanco, agradeció a Colombia la hospitalidad que ha tenido con los venezolanos que cruzan la frontera y pidió a la OEA, unificar criterios reforzar las políticas de ayuda a los inmigrantes.
La caída del inclemente sol fronterizo, marcó el final de la visita de los organismos internacionales y el ¡Gloria al bravo pueblo!, entonado por los venezolanos en el puente internacional y acompañado por Luis Almagro, mostró una nueva esperanza al país que clama un cambio político.
La sensibilidad humana del Secretario General de la OEA y su firme intención de contribuir a solventar la crisis que vive el país quedo ciertamente marcada en frontera.
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