La policía española detuvo a dos venezolanos y a un colombiano acusados de ser los «químicos» de un laboratorio clandestino de cocaína ubicado en la localidad costera de Estepona, en Málaga, al sur de España.
Los arrestados pertenecen, presuntamente, a una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína a gran escala. Ellos se encargaban, según sospecha la policía, de manipular la sustancia para aumentar la cantidad para la venta.
Los investigadores concluyeron que los detenidos eran «muy avezados» en la modificación de la droga y que varias bandas los contrataban para que «rindieran» la cocaína. Al vender la droga adulterada obtenían mejores resultados económicos. Calculan que procesaban unos 50 kilos semanales.
Los agentes comprobaron que los sospechosos tenían dos viviendas en las poblaciones turísticas de Mijas y Estepona, en la provincia de Málaga. En la de Estepona, los dos venezolanos y sus compañeros manipulaban, adulteraban y escondían la droga.
La Policía detectó que los sospechosos traspasaban la droga entre vehículos. Interceptó un automóvil, detuvo al conductor e incautó de un kilo de cocaína.
En la vivienda de Mijas, los agentes hallaron cinco kilos de cocaína y diverso material y productos para adulterar la sustancia. La policía asegura que los detenidos son «expertos» en procesamiento y adulteración de clorhidrato de cocaína.
Los acusados trabajaban para bandas dedicadas a introducir en España grandes cantidades de esa sustancia. Los «químicos» la transformaban en nuevos paquetes de un kilo de una pureza menor.
Dichas organizaciones suministraban la droga que el laboratorio era capaz de procesar, unos 50 kilos semanales.