Emilio Lovera e Iván Marín pasan a Venezuela y Colombia por ácido del humor

Emilio Lovera ha invitado al comediante colombiano Iván Marín para emprender una gira por cuatro ciudades con el espectáculo “Ni tan panas ni tan parces”, en donde abordan jocosamente las similitudes y diferencias entre ambas naciones, a través de una historia común que no ha sido siempre feliz. Estarán en Valencia, Barquisimeto, Maracaibo y Caracas

Aquilino José Mata

13 de julio, 2022 02:48 pm Última actualización: 13 de julio, 2022 04:09 pm

Así como en Venezuela coloquialmente se les llama panas a los amigos, compañeros y compinches, el equivalente de esa expresión en Colombia es parce. Es por ello que Ni tan panas ni tan parces, título del nuevo show humorístico de Emilio Lovera, no puede ser más elocuente. Allí compartirá escenario con su colega Iván Marín, uno de los comediantes más destacados del vecino país, al que ha invitado para hacer una gira por cuatro ciudades, que comenzará este jueves 14 de julio en Valencia, para continuar luego a Barquisimeto (15), Maracaibo (16) y finalizar el 17 en Caracas.

Los encuentros y desencuentros, en clave de humor, de las dos culturas serán la médula de este espectáculo. Se abordarán aspectos graciosos de nuestra historia común de naciones hermanas, salpicados de chistes y ocurrencias, donde no dejarán de estar presentes el vallenato, el joropo y las discrepancias sobre el origen de la arepa, pero también la solidaridad y el cariño que son capaces de ofrecer ambas naciones en situaciones nada fáciles, todo ello de la mano de este par de celebrados exponentes de la comedia latinoamericana.

En fin, que en esta producción de La Comedia Local -la empresa de Emilio Lovera-, veremos durante 90 minutos en el escenario, jocosamente y se nos ocurre que en ocasiones “medio en serio, medio en broma”, episodios de la cotidianidad de venezolanos y colombianos que nos proveen de identidad propia, revestidos de ese humor que, aún en las situaciones más difíciles, nos sirve para hacer un chiste alusivo a cada ocasión, casi siempre para reírnos de nosotros mismos.

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“Las diferencias nos hacen grandes”

“El grupo de comediantes colombianos de este tiempo es muy bueno”, destaca Emilio Lovera. Y remarca que en los festivales de humor en los que ha participado en Bogotá conoció a muchos de ellos.

“En uno de esos festivales, organizado por mi productora en Venezuela, compartí tarima en el Gran Teatro Astor Plaza con Iván Marín. Quedé realmente impresionado con su calidad histriónica y su habilidad para hacer reír. De ahí nació nuestra amistad.

-¿Qué nos hace tan afines a colombianos y venezolanos?

-Definitivamente una gigantesca frontera, donde nos hemos fundido durante siglos. Compartimos música, gastronomía, costumbres y humor.

-¿Y qué es lo que nos diferencia?

-¡Las diferencias son lo mejor! A pesar de estar al lado, esas pequeñas diferencias son las que nos hacen grandes a cada uno. Nuestra historia es rica y a cada rato nos descubrimos por las cosas que hacemos aisladamente; sin embargo, siempre encontramos algún vínculo que nos une. He tenido contacto con comunidades de ambos países y definitivamente el sentido de ver la vida es diferente. El colombiano ha pasado por lecciones recientes y aprendido cosas que los venezolanos estamos aprendiendo.

-¿Qué expectativas tienes ante estas presentaciones?

-Espero que la comunidad colombiana en Venezuela, que es realmente numerosa, atienda la invitación de su compatriota y lo apoye como siempre lo ha hecho. Y que los venezolanos vean lo bueno que son los nuevos comediantes colombianos.

-¿Podría ser el inicio de una gira internacional?

-Es la natural esperanza de los productores, colombianos y venezolanos. ¡Particularmente espero que sea así!

-¿Crees que con el nuevo gobierno colombiano se podrían descongelar las relaciones con el nuestro?

-No tengo la menor idea. Lo mejor es mantenerse a la expectativa. Le dejo las profecías a los economistas y a los analistas internacionales, aunque los historiadores deberían dar sus pronósticos también. Hay opiniones encontradas. Sería una decisión adecuada permitir las naturales relaciones fronterizas y regular el comercio interpaíses.

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-¿Cómo te gustaría ver a Venezuela?

-Algún día debe venir un virus que obligue a ser honesto y administrar con conciencia y sinceridad. Es mi esperanza.

Esta breve conversación con Emilio Lovera, quien por ser uno de los grandes humoristas y actores cómicos de nuestro país desde hace más de cuatro décadas, goza de la más amplia admiración y reconocimiento entre nosotros, nos sirve de preámbulo para la entrevista telefónica que para El Estímulo sostuvimos con Iván Marín, el artista invitado, para conocer detalles de su trayectoria artística de 16 años, realmente fructífera y llena de logros.

El humor como antídoto

De su página web, Ivanmarin.com.co, extraemos algunos datos que ponen de manifiesto su relevancia artística. Perteneció al elenco de Los comediantes de la noche, de la cadena de televisión colombiana RCN, a lo largo de sus cinco temporadas. Para la misma empresa se desempeñó como reportero urbano del magazine Muy buenos días y fue asesor de contenidos humorísticos. Ha grabado para Comedy Central su especial Stand Up Sin Fronteras (2013) y Stand Up Invasión Colombia (2015, 2016) y fue jefe de guionistas de La sopa Colombia, del canal por suscripción E! Entertainment.

Coprotagonizó la película Usted no sabe quién soy yo, la cinta independiente más taquillera del cine colombiano. Como actor y libretista ha participado en proyectos radiales y televisivos y estelarizó la web serie Bacaneados, de Águila Cero. Presentador en RCN del reality Protagonistas de nuestra tele y libretista del programa de sátira social Fuera de chiste, representó a Colombia en el Festival Internacional del Humor en Miami (2013) y República Dominicana (2015). Ha llevado sus espectáculos a Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú, El Salvador, México y Estados Unidos.

Su historia de vida ha tenido momentos muy duros, que narra en charlas motivacionales, que gozan de una nutrida audiencia, en donde destaca cómo fue el humor el factor determinante que lo ayudó a superar las más difíciles situaciones.

-¿Cómo y cuándo conoces a Emilio Lovera?

-Nos conocimos hace unos 10 años en Miami, en un festival donde alternábamos humoristas de ocho países. Era un público súper mixto y yo era el penúltimo de la primera noche. Emilio fue el conductor de todo el festival y él presentaba con su personaje de El Chúnior. Como él era el que iba a cerrar esa noche, me pidió el favor de que lo presentara cuando terminara mi rutina. Así lo hice y cuando lo anuncié, el sitio casi se cae abajo en aplausos, y me dije: ‘¿Pero a quién presenté? ¿A uno de los Beatles o qué fue esto?’. A todos nos recibieron muy bien, pero la ovación que hubo cuando anuncié a Emilio excedió todo lo que había ocurrido hasta ese momento. Entonces me puse a ver desde el backstage su presentación y ahí me volví “loverista”.

-¿Cómo fue el espectáculo que hace nueve años hicieron juntos en Colombia y porqué tuvieron que esperar tanto tiempo para hacerlo de nuevo?

–Un par de años después nos presentamos en Bogotá. Fue una función muy bonita y a partir de allí, él me extendió la invitación para ir a Venezuela. Hemos esperado tanto porque en aquel entonces aún pagaban en bolívares (ríe a carcajadas) y ahora, que es en dólares, sí me sirve un poquito más.

“Nos une reírnos de nosotros mismos”

-¿Que nos hace tan afines a colombianos y venezolanos?

-El hecho de que sabemos burlarnos de nosotros mismos.

-¿Y qué es definitivamente lo que nos diferencia?

-Creo que lo que más nos diferencia es el tema deportivo. Colombia recientemente se quedó fuera del Mundial de Qatar, pues fue eliminada, pero Venezuela ¡nunca ha ido! Entonces ustedes básicamente son nuestro consuelo; pero por otro lado ustedes son potenciamundial en el beisbol ¡y nosotros no somos nada! E indudablemente el tema de la arepa, un problema que ya trasciende los conflictos internacionales. Lo que está pasando entre Rusia y Ucrania es una pendejada con lo que va a pasar entre Colombia y Venezuela si no definimos de una vez de quién es la autoría de la arepa.

-¿Muchos o pocos los encuentros y desencuentros entre ambas culturas?

-Yo creo que a la larga terminan siendo las mismas cosas. Tal vez nuestras distintas particularidades son las que al mismo tiempo nos hermanan. Por ejemplo, la música. Hubo muchas canciones que yo durante mucho tiempo juraba que eran colombianas y al madurar, al crecer, descubrí que eran venezolanas. Eso se supone que es diferente a nuestras culturas, pero ya lo terminamos heredando uno del otro.

-¿Qué rescatas de nuestra historia en común?

-Rescato el hecho de cómo nos hemos tendido la mano y abierto los brazos para acogernos mutuamente. Hace bastantes años hubo una migración grande de colombianos hacia Venezuela y ustedes nos acogieron cálidamente. Varios miembros de mi familia, cuando yo era muy niño, se fueron a vivir a Venezuela. Y hoy, en los últimos años, ha ocurrido lo contrario. Hay una migración de allá hacia Colombia y yo creo que eso es lo que hace que nuestra historia común sea muy bonita.

Venezuela no es como la pintan

-¿Ha habido una relación amor-odio entre los dos países, como a veces ocurre en las parejas bien avenidas?

-El matrimonio que diga que nunca ha peleado miente y nosotros, como todo buen matrimonio, hemos peleado. Pero lo más bonito, todos los sabemos, es el sexo de reconciliación. No estoy diciendo que voy a tener sexo con Emilio Lovera durante la gira, ni más faltaba.

-¿Qué conoce de Venezuela y de nuestra situación? ¿Qué le han dicho?

-La primera y única vez que he visitado Venezuela ocurrió este mismo año, en marzo, y fue maravilloso. La verdad es que quedé sorprendido. Les voy a confesar que me conflictuaba, porque durante el par de días que estuve allá todo lo que conocí fue hermoso, compartí historias en mi Instagram y todos mis seguidores decían que no era como la pintaba. Pero les voy a confesar que por fuera a veces la pintan catastrófica, y yo, por el contrario, conocí algo tan hermoso, que la verdad quedé impactado.

-¿Cree que con el nuevo gobierno colombiano se podrían descongelar las relaciones con el nuestro?

-Realmente se especula mucho eso, que va a haber una nueva apertura de fronteras. Algo que me interesa mucho, por ejemplo, es que vuelva a existir el vuelo directo entre Colombia y Venezuela, para yo no tener que hacer escalas, porque eso aburre mucho.

Humor sanador y salvador

-¿Es cierto que es un coleccionista y fanático de Batman?

-Llegué a ser fanático de Batman desde muy niño, porque aprendí a leer con sus comics y me convertí en coleccionista por culpa de mi esposa, que fue la primera que me regaló una estatuilla de Batman y un Batimóvil a control remoto. Me parecieron muy bonitos y me dije: a eso le hace falta que lo acompañe una Batinave, ¿porque qué hace Batman sin su Batinave? Y luego compré un Batiyate y otras cosas y no nos dimos cuenta en qué momento formamos esta amplia colección.

El comediante colombiano Iván Marín colecciona memorabilia de Batman.

-¿Puede hablarnos de su campaña motivacional “El humor en mi vida”, sobre cómo logró hacer una carrera en el mundo del espectáculo?

-A “El humor de mi vida” no me gusta definirlo como un espectáculo de humor, porque no busca, como en mis otros shows, procurar una risa cada tantos segundos. Es algo mucho más personal, porque hablo por completo de mi historia de vida, que tiene aspectos que fueron muy duros, y que ahora, al mirarlos en retrospectiva mi vida, encuentro cosas que son bonitas en cuanto a la moraleja o a la lección de vida que terminaron dándome.

-Considero que con ello de alguna forma puedo ayudar, como creo que he descubierto que me ha pasado. Hay personas que así me lo han manifestado, que tras de ver el show, o conferencia -digámoslo así para que suene más motivacional- me expresan que les sirvió de mucho el mensaje. Todo se centra en cómo fue el humor el factor determinante que me ayudó a superar las más difíciles situaciones.

No hay nada como el teatro

-¿Ha trabajado en radio, TV, teatro, cine y en presentaciones personales, ¿en qué facetas y en cuáles se ha sentido más satisfecho?

-Sé que va a sonar a cliché, pero absolutamente todo lo que he hecho lo he disfrutado al máximo, porque ha estado ligado a algo que amo, que es el humor. Pero no lo puedo negar: entre la radio, los medios impresos, mis libros o artículos para periódicos, la televisión y el cine, de todo eso no puedo negar que lo que más amo son las presentaciones teatrales. Ese contacto inmediato con el público no existe en las otras plataformas. Por ejemplo, puedes hacer un programa de radio muy bueno, pero no percibes el feedback de las personas que te están escuchando. Lo mismo si grabas una película o un programa de televisión, que luego de hacerla queda muchísimo por delante, de posproducción, de comercialización, cuando es de televisión ver cómo le va en rating, cuando es en cine cómo le va en taquilla, esa retroalimentación llega muchísimo después. En cambio la del teatro es inmediata. Sabes si un show está saliendo mal o bien en el mismo instante. Esa magia es la que no reemplazo por nada.

-¿Qué balance haces de tus 16 años de experiencia profesional?

-El de haber podido vivir de mi sueño. Todos estos años no he hecho otra cosa que poder darle estudios a mis hijos, llevar el pan a la mesa de mi casa, todo gracias a algo que hace mucho había quienes me decían que no iba a poder lograr. Vivimos en un mundo en donde el solo hecho vivir de lo que amas, es algo para enorgullecerse y dar gracias a la vida. Ese es mi caso.

-¿Qué expectativas tienes ante tus presentaciones en Venezuela con Emilio Lovera?

-Mi expectativa con respecto a esta gira por Venezuela es muy grande. Primero que todo, siento un gran logro, un sueño cumplido, el hacer una gira junto a alguien que admiro tanto como Emilio Lovera. Y no lo digo por el hecho de que sea la persona con la que voy a interactuar. Este señor en particular lo admiro demasiado desde el momento en que lo conocí. Mi expectativa es poder estar a la altura de su arte. Porque además obviamente, no lo podemos negar, el juega de local, así como en el deporte, y eso pesa, por lo que tengo que estar a la altura de él y no defraudar a los que nos van a dar su voto de confianza acompañándonos en el teatro.

-Adicional a eso, espero traerme a Colombia muchas anécdotas. Creo que de las cosas bonitas que tiene esta profesión es eso, que voy a tener la oportunidad de conocer Maracaibo, Barquisimeto, Valencia y Caracas un poco más que la primera visita que tuve, y así poder llevarle a mis hijos un sustento mientras conozco cultura.

-¿Lo peor que le puede pasar a un humorista?

-Que la gente no se ría. Esa es la cosa más asquerosa del mundo. Es un sentimiento de frustración que yo comparo como cuando a uno en la intimidad no le funciona aquel amiguito y uno, por muchos deseos que tenga de arrancarle placer a la otra persona, no lo consigue. Eso es lo que uno siente cuando está en el escenario y los chistes no funcionan, cuando no hay conexión. Eso es lo peor que le puede pasar a alguien.

-¿Y lo mejor?

-Recibir el agradecimiento de muchas personas que se acercan a uno y le manifiestan cómo el trabajo que uno realiza, que uno a veces no es consciente de ello, les ayuda. Hay personas que dicen que las rutinas que uno hace, los programas en lo que uno trabaja, los acompaña en momentos de soledad y los ayudan a atravesar momentos de depresión. Muchas de estas cosas hacen que uno diga: “Dios mío, gracias, porque esto que hacemos vale la pena”.